domingo, 30 de noviembre de 2014

Ideas para una Navidad "hand made"

Mañana comienza la cuenta atrás para Navidad con la inauguración de los calendarios de adviento en todas las casas, 25 días para las fiestas más entrañables y familiares del año. Por eso, hoy os traigo una pequeña recopilación de todas las ideas navideñas que he ido publicando a lo largo de estos cinco años en el blog: recetas, manualidades, decoraciones y pequeños detalles para darle un toque personal y "hand made" a estas fiestas tan especiales.

1. Detalles y regalos


En la fila de arriba podéis ver algunas ideas de felicitaciones navideñas hechas a mano, así como algunos detalles para envolver vuestros regalos de forma sencilla y original. 

Y en la fila de abajo, una idea para regalar a vuestros seres queridos, una cestita de Navidad con galletas decoradas y otros dulces caseros.

2. Postres y bebidas

En la columna de la izquierda tenéis tres dulces muy distintos: unas deliciosas copas Mont Blanc con marron glacé como postre para la cena de Nochebuena, unos sencillos cupcakes red velvet para esas cálidas meriendas invernales y una divertida casita de jengibre para disfrutar con los niños.

Y en la columna de la derecha, tres bebidas 100% navideñas: chocolate caliente, vino especiado y ponche de huevo (eggnog).

3. Decoraciones y manualidades


En la primera fila podéis ver cómo hacer varias coronas navideñas con espumillón y el calendario de adviento que le hicimos a nuestro perro Totoro hace un par de años.

En la segunda fila os enseño dos centros de mesa con velas: uno hecho con tarros de cristal y otro con manzanas.

En la tercera fila tenéis el paso a paso para hacer unos sencillos arbolitos navideños con Fórex.

En la cuarta fila os enseño cómo hacer unos marcasitios para la mesa con piñas doradas y el resto de la decoración que pusimos el año pasado en nuestra comida de Navidad.

Y en la quinta fila tenéis dos de los DIY que os enseñaba la semana pasada: adornos navideños para el árbol y una preciosa casita portavelas, todo hecho con pasta de modelar.


Espero que os gusten estas ideas y aprovechéis alguna de ella en vuestras celebraciones familiares. Nosotros estamos deseando poner ya el árbol y la decoración navideña en casa, porque aunque Miranda todavía es muy pequeña para enterarse de todo, son sus primeras Navidades y vamos a disfrutar muchísimo de estos días festivos a su lado.

¡Feliz domingo!


domingo, 23 de noviembre de 2014

Tres sencillos DIY con pasta de modelar

Para los que no la conozcáis, la pasta para modelar es una especie de masilla gris hecha a base de arcilla (no es arcilla como tal), que se seca al aire y, una vez seca, queda totalmente rígida y de color blanco. Esta pasta, que se puede comprar en tiendas de manualidades, papelerías e incluso en bazares chinos, nos ofrece muchísimas posibilidades: desde adornos o collares, hasta platitos y boles, pasando por las clásicas figuras decorativas. Así que hoy os traigo tres sencillos DIY con pasta de modelar y alguno de ellos muy útil para ir decorando la casa de cara a la Navidad.



1. Porta-alianzas grabado

Nuestros amigos Merche y Toni se casan el año que viene, así que en su última visita a Valencia, quisimos sorprenderles con un detalle para el día de su boda. Es un sencillo platito porta-alianzas grabado con sus nombres y la fecha de su boda, que incorpora además un lacito con el que atar los anillos.

Para hacerlo simplemente tenemos que estirar la pasta con un rodillo y dejarla de un grosor aproximado de unos 5 mm. 

En una plantilla para sellos, colocamos sus nombres y la fecha, y presionamos sobre la pasta (tampoco demasiado para que no se marquen los recuadros exteriores).

Después, con un cortador de galletas grande, cortamos un círculo alrededor del grabado, dejando espacio en la parte superior para el lazo. Una vez cortado, con la ayuda de una pajita, hacemos dos agujeros por donde pasará el lazo que llevará las alianzas.

Y marcamos los guiones con un cuchillo.

Dejamos secar el platito dentro de un bol para que coja la forma. Tardará un par de días en secarse completamente y endurecerse (es recomendable no dejarlo al sol para que no se agriete la pasta).

Una vez seco, lijamos todo el platito con una lija de agua para darle un aspecto suave y pulido, haciendo más hincapié en los bordes para que queden redondeados.

Por último, atamos el lazo y ya tenemos nuestro porta-alianzas listo para regalar.


Podemos hacer otra modalidad de platito porta-anillos usando, por ejemplo, rodillos texturizadores para fondant.


Marcamos la textura sobre la pasta y la cortamos con la forma que más nos guste.

Dejamos secar un par de días dentro de un bol y después lo lijamos para suavizar bordes (esta vez no lijamos por dentro para no quitar el texturizado).


2. Adornos navideños

Ésta es la manualidad más sencilla y rápida de las tres. Además, es perfecta para hacer con los niños en estas semanas previas a Navidad.


Simplemente tenemos que coger nuestros cortadores de galletas con formas navideñas y cortar la masa como hemos visto en el DIY anterior (también podemos añadirles texturizados si nos apetece). Y les hacemos un agujero con una pajita para poder colgarlos.

 Los dejamos secar un par de días, dándoles la vuelta de vez en cuando para que no se curven y, una vez secos, los lijamos con una lija fina para suavizar la superficie y los bordes.


Pasamos unos lazos por los agujeros y ya estarán listos para colgar de nuestro árbol o de dónde queramos.



También podemos jugar con los niños a pintar los adornos con témperas o rotuladores de distintos colores, una vez se hayan secado del todo.


3. Casita portavelas

Esta manualidad lleva un poco más de trabajo que las anteriores, pero es más sencilla de hacer de lo que parece. Nosotros utilizamos los cortadores de la casita de jengibre que os enseñé aquí para la parte frontal y trasera, pero el tejado y las paredes las cortamos a mano con un cúter (podéis hacer lo mismo con todas las piezas si no tenéis cortadores de casita).

Simplemente hay que cortar las piezas de pasta como hemos visto antes y utilizar cortadores de formas distintas u otros objetos para decorar la casa y que salga la luz. Nosotros usamos un corazón para las ventanas del frontal y la parte trasera, estrellitas para el tejado y la tapa de un pintalabios para las ventanitas laterales. 

Medimos los rectángulos donde van a ir colocadas las piezas del tejado y las cortamos con un cúter o un cuchillo, decorándolas con una estrella para que salga la luz de la vela también por arriba.

Dejamos secar todas las piezas hasta que se endurezcan completamente (dos o tres días), dándoles la vuelta de vez en cuando para que no se curven. Una vez estén secas las piezas, las pegamos con cola blanca (al tratarse de un material muy poroso, las piezas quedarán muy bien fijadas). 

Primero pegamos las paredes de la casita y, por último, el tejado. También podemos reforzar las uniones por el interior con un poco de pasta para modelar. 


No importa que las uniones no queden bien del todo, porque una vez se haya secado la cola, tenemos que cubrir todas las juntas y sus huecos con más pasta de modelar. No hace falta que quede liso, porque luego lijaremos todos los bultos sobrantes.

Cuando la pasta se haya secado, lijamos todas las uniones con una lija gruesa hasta dejarlas completamente lisas. Ese es el truco para que el ensamblado de piezas quede perfecto y no se noten nada las uniones: enmasillar y lijar.

Para dar un acabado satinado a nuestra casita portavelas y borrar cualquier pequeña imperfección que pueda tener, pasamos una lija muy fina por toda la superficie y el interior de las ventanas. 

Colocamos una pequeña vela dentro y ya tenemos lista nuestra casita portavelas. Perfecta para dar un ambiente cálido y acogedor a nuestro salón en estas semanas prenavideñas.

¡Feliz domingo!

domingo, 16 de noviembre de 2014

Bundt cake de arándanos y naranja

Cada año, el día 15 de noviembre se celebra en EE.UU. el National Bundt Cake Day, y yo quise unirme ayer a la celebración preparando este riquísimo bundt cake de arándanos y naranja. Os recomiendo que lo probéis porque es muy sencillo de preparar y estoy segura de que os encantará.

La receta está basada en ésta de Martha Stewart pero con algunas pequeñas modificaciones y adaptada al molde para bundt cake de 6 tazas.

Ingredientes:

- 170 gr. de harina
- 1 cucharadita de levadura en polvo
- 1/4 de cucharadita de sal
- 115 gr. de mantequilla
- 75 gr. de azúcar moreno
- 75 gr. de azúcar blanco
- 2 huevos grandes
- 1/2 cucharadita de esencia de vainilla
- 120 gr. de yogur griego
- 125 gr. de arándanos
- La ralladura de una naranja

Precalentamos el horno a 175º. Mezclamos la harina con la levadura y la sal, y reservamos. En otro bol, batimos la mantequilla a velocidad alta con los dos tipos de azúcar hasta que quede suave y ligera. Añadimos los huevos de uno en uno, batiendo bien después de cada adición; y a continuación añadimos la vainilla. Bajamos la velocidad y vamos incorporando la harina en tres veces, intercalándola con el yogur (en dos veces). 

Mezclamos la ralladura de naranja con los arándanos y una cucharadita de harina (para que no se vayan al fondo del bizcocho). Los incorporamos con cuidado a la masa y la vertemos dentro de un molde de bundt cake previamente engrasado.

Metemos el molde en el horno sobre una rejilla a 175º durante aproximadamente 45 minutos (sabremos que está listo cuando pinchemos con un palillo y salga limpio).

Pasado este tiempo, sacamos el bundt cake del horno y lo dejamos enfriar dentro del molde durante unos 20 minutos. Luego le damos la vuelta, lo desmoldamos y dejamos que se enfríe del todo sobre una rejilla.

Una vez frío, espolvoreamos nuestro bundt cake con un poco de azúcar glas y ya estará listo para servir.

Es un bizcocho riquísimo, muy tierno y esponjoso. Además, la frescura de los arándanos y el aroma especial de la naranja forman una combinación deliciosa.

A mí me encantan los bundt cake, no sólo por sus formas bonitas, sino también porque, gracias a sus moldes, se cocinan perfectamente por dentro y quedan espectaculares.

Un bizcocho perfecto para merendar, acompañando nuestro café o té de la tarde. A mí me gusta servirlo con un poco de yogur griego. ¡Que lo disfrutéis!

¡Feliz domingo!


domingo, 9 de noviembre de 2014

Cómo preparar una tabla de quesos

Hace unos meses, cuando estaba de descanso del blog por el nacimiento de Miranda publiqué una foto en Instagram de una tabla de quesos que preparamos el Chico Pecoso y yo para cenar. Y Belén, una seguidora del blog, comentó que parecía una foto de post de vuelta al blog (lo que me hizo mucha ilusión). Pero, aunque no lo era, me pareció una muy buena idea, así que gracias a Belén os traigo hoy este post con algunos consejos sobre cómo preparar una deliciosa tabla de quesos.

Los quesos

Lo primero y más importante es la elección de los quesos que formarán parte de nuestra tabla. Podemos poner el número de quesos que queramos, pero entre 4 ó 5 tipos distintos es más que suficiente. Lo recomendable es que en la tabla haya quesos de las tres leches, es decir, cabra, vaca y oveja, para que la degustación sea más enriquecedora; y con diferentes texturas y puntos de dureza (tierno, curado, azul...).

En nuestro caso, los quesos que veis en la tabla son los que solemos tener siempre en casa (los usamos mucho en sándwiches) y casualmente cumplen estos puntos. De izquierda a derecha: semicurado de cabra, Grana Padano (curado y de vaca), brie (tierno y de vaca) y roquefort (azul y de oveja).

Es importante también servir los quesos a temperatura ambiente (sacarlos al menos media hora antes de la nevera), dejar varios trocitos de cada uno ya cortados sobre la tabla y consumirlos empezando por los más suaves (como el brie) y acabando por los más fuertes o aromáticos (como el Grana Padano y el roquefort).

Panes variados

El pan es un imprescindible a la hora de servir una tabla de quesos. Lo ideal es poner distintos tipos de pan (blanco, cereales, pan tostado) y también algunas galletas saladas para acompañar el queso y facilitar su combinación con otros ingredientes.

Para este tipo de cenas a mí me gustan mucho las galletas Tuc y los panecillos variados de nueces, aceitunas negras, semillas de calabaza, etc.

Algo salado

Las tablas de quesos también es recomendable acompañarlas por algún otro plato salado, como una pequeña tabla de fiambres y embutidos, algunas aceitunas, encurtidos, etc.

Frutas, frutos secos y otros acompañamientos

Por supuesto, para combinar con los diferentes quesos no pueden faltar la fruta fresca (manzana, uvas, higos...) y algunos frutos secos (pasas, nueces, almendras, dátiles, orejones de albaricoque...). Es recomendable elegir algunos sabores dulces, ya que potencian el sabor de los quesos curados, así como texturas crujientes que contrasten con los quesos más tiernos.



Un ingrediente que nunca falta en nuestras tablas es la miel, que combina a la perfección con todos los quesos, así como alguna confitura de frutas y mostaza en grano, que es muy suave y deliciosa.

Las uvas, ya sean negras o blancas, tampoco deben faltar nunca para hacer honor al dicho. Ya sabéis, "uvas y queso saben a beso".

Para beber

Los quesos curados de sabor más fuerte combinan muy bien con vinos tintos, que realzan su sabor. Sin embargo, para los quesos más tiernos, un vino blanco, cerveza o sidra son mejores acompañantes. Si no bebéis alcohol (como yo, que la lactancia no me lo permite), podéis tomar mosto o cerveza 0,0.


Los cuchillos

Existen varios tipos de cuchillos para el queso indicados para uno u otro según su dureza. Nosotros tenemos este juego de tres cuchillos de Anthropologie que veis en las fotos.

El cuchillo con forma de espátula se suele utilizar en quesos muy curados, en quesos azules u otros como el queso feta para cortar trozos irregulares o migas, que se recogen con el mismo cuchillo para servirlos sobre el pan o donde queramos.

El cuchillo largo es para quesos blandos y a veces tiene la hoja perforada para evitar que el queso se pegue al cuchillo. En estos quesos blandos y otros como el roquefort también se puede utilizar una lira para cortarlos con facilidad y que no se peguen.

El cuchillo pequeño está indicado para quesos muy duros, como el parmesano o el Grana Padano, y tiene la punta muy afilada para poder buscar mejor una veta por la que abrir una rebanada.

Para este tipo de quesos muy curados, nosotros también utilizamos muchas veces un pelador a modo de cuchillo o de rallador, para poder hacer lascas muy finas. Es muy práctico.


Mis combinaciones preferidas

Una de mis combinaciones preferidas es la de queso roquefort, manzana y nueces. Incluso la hacemos muchas veces en forma de sándwich para cenar, añadiendo también pasas.


Otra combinación sencilla y que me encanta es la del queso Grana Padano con miel (aunque he de decir que la miel y el roquefort también forman un bocado delicioso).

Y una tercera combinación que me gusta mucho es la de queso brie acompañado por mermelada de higos (otra opción muy rica y original es con mostaza en grano).

Si os gustan los quesos tanto como a nosotros, os animo a que preparéis una tabla así para alguna cena sencilla entre amigos o en familia. Será un éxito asegurado.

¡Feliz domingo!