domingo, 26 de abril de 2015

Crema de chocolate y menta

Hace tiempo que vi esta crema de chocolate y menta en la web de Martha Stewart y me hizo tanta gracia la presentación en forma de plantita que me moría de ganas de prepararla. Además es una receta tan sencilla de hacer y queda tan rica, que ya la he preparado dos veces.

He hecho algunas modificaciones a la receta, por ejemplo, en lugar de usar extracto de menta y de vainilla, he preferido utilizar hojas de menta, de una plantita que tenía mi madre en casa, y vaina de vainilla.

Ingredientes: (para 6 personas)

- 1/4 de taza de hojas de menta
- 1 vaina de vainilla
- 290 ml. de nata
- 290 ml. de leche
- 85 gr. de azúcar
- 35 gr. de harina de maíz (maicena)
- 15 gr. de cacao en polvo
- Una pizca de sal
- 170 gr. de chocolate negro
- 25 gr. de mantequilla
- 100 gr. de galletas Oreo

Mezclamos la nata y la leche y las ponemos a calentar a fuego fuerte junto con las hojas de menta previamente lavadas y la vaina de vainilla partida por la mitad (hay que rascar para sacar todas las semillas y echarlas también dentro). Una vez comience a hervir, retiramos el cazo del fuego, lo tapamos y dejamos infusionar al menos una hora.

Pasado este tiempo, retiramos las hojas de menta y la vaina de vainilla. En un bol, mezclamos el azúcar, la maicena, el cacao y la sal, y lo reservamos. En otro cazo más grande, ponemos la mitad de la mezcla de leche y nata, incorporamos la mezcla de cacao y removemos hasta que la maicena se haya disuelto completamente. Añadimos el resto y removemos hasta que esté suave.

Ponemos el cazo al fuego, lo llevamos a ebullición removiendo constantemente y cocemos hasta que espese, unos 5 minutos. Luego reducimos el fuego y añadimos el chocolate en trozos. Removemos bien hasta que se haya derretido completamente, sobre 1 minuto. Entonces retiramos el cazo del fuego, añadimos la mantequilla y removemos hasta que se haya deshecho.


Rápidamente vertemos la crema en los vasos para servir, dejando espacio arriba para la galleta, y los dejamos enfriar en la nevera durante 1 hora y media, como mínimo. 

Mientras tanto, partimos las galletas Oreo en trozos y las trituramos enteras (con crema y todo) con la herramienta de cuchillas de la batidora, hasta que se queden hechas polvo.

Una vez se hayan enfriado y cuajado los vasitos con la crema de chocolate, los sacamos de la nevera, les ponemos un poco de galleta triturada encima de cada uno y los decoramos con una ramita de menta.

Es una crema riquísima y de textura muy suave. La menta le da un ligero toque de frescor que combina genial con el chocolate.

Si no os gusta la menta, siempre podéis hacer la crema de chocolate sin más, sólo con la vainilla, o con cualquier otro ingrediente que queráis infusionar: naranja, lavanda, cardamomo... Aunque os recomiendo que la probéis así, porque el aroma es muy ligero y resulta delicioso.

Los vasos que he utilizado para simular las macetas son de Ikea y vienen en un pack de 6, así que son perfectos para la receta que, además de buena, es tan genial que dejará a vuestros invitados alucinados.

¡Feliz domingo!


domingo, 19 de abril de 2015

¿Qué hay en mi bolso?

Hoy os quiero enseñar un poco más de mí, a través de los objetos cotidianos que llevo siempre (o casi siempre) dentro del bolso, aunque estoy segura de que la mayoría de nosotras coincidimos en el 90% del contenido que hay en nuestros bolsos y, si me equivoco, decídmelo.

Algunas veces llevo bolsos pequeños (sobre todo en verano o por la noche) con sólo dos o tres cosas básicas, pero lo habitual en mi día a día es llevar bolsos grandes en los que me quepan todas las cosas que puedo necesitar. A continuación os enumero todas esas cosas y os cuento por qué son importantes para mí.


1. Toallitas de manos: Soy una loca de las manos limpias, me las lavo varias veces al día y, cuando eso no es posible, me gusta tener a mano este tipo de toallitas húmedas. Las de la foto son de H&M y me gustan porque tienen varios tipos de fragancias para elegir: vainilla, flores..., y ocupan muy poquito, por lo que son perfectas para llevar en el bolso.

2. Bálsamo labial: Este labial de Anthropologie, además de suavizar los labios, les da un ligero toque de color. Yo tengo el rosa pero hay otros tres colores más para elegir (incluido rojo).

3. Lápiz de ojos y corrector: Ya os enseñé en este post los productos que uso en mi maquillaje diario, pero aparte tengo un lápiz de ojos negro y un corrector, ambos de Kiko, únicamente para llevar en el bolso por si necesito hacerme algún retoque rápido a lo largo del día.

4. Crema de manos: Como me lavo las manos unas cuantas veces al día, se me suelen resecar bastante, por eso me gusta llevar una crema de manos en el bolso. Me encanta la línea Eight Hours de Elizabeth Arden (desde la clásica hasta el bálsamo labial, que uso desde hace muchos años), por eso utilizo esta variante para manos que es más ligera y me suaviza muchísimo la piel.

5. Espejo: Para los retoques rápidos a lo largo del día viene bien llevar un espejo pequeño en el bolso. Éste hace mucho años que me acompaña y lo guardo con especial cariño porque me lo regaló un amigo en un cumpleaños. Además es precioso, lo compró en un anticuario y está hecho con lapislázuli.

6. Teléfono móvil: ¿Qué haríamos ahora sin móvil? Yo tengo desde hace poco un Xiaomi Red Rice y estoy muy contenta. No me quería gastar mucho dinero en el móvil por si Miranda me lo tira al suelo y se rompe, así que me decidí por éste. Es barato, tiene capacidad suficiente para instalarme todas las aplicaciones que necesito (que no son pocas) y la cámara es bastante angular, luminosa y tiene buena calidad, así que me sobra.

7. Pañuelo grande: Cuando hace aire o un poco de frío donde más lo noto es en el cuello, por eso me gusta llevar siempre un pañuelo grande en el bolso para taparme. El de la foto lo compré hace un par de años en H&M.

8. Monedero: Aunque llevo una cartera grande en el bolso, me gusta llevar las monedas aparte. Este monedero me encanta, es de Julia Marco y lo compré estas navidades en la "pop up" de Juls Konstruktion.

9. Llaves: Llevo siempre en el bolso las llaves de mi casa, las de mis padres y las del trabajo. Para las dos primeras tengo desde hace poco un precioso llavero de cuero con el nombre de Miranda grabado, que compré en Etsy. Le regalé uno igual al Chico Pecoso en marrón oscuro (os lo enseñé aquí) con el nombre de Totoro (nuestro Yorkshire).

10. Juguete para Miranda: Llevar un juguete o mordedor para Miranda dentro del bolso ya se ha convertido en un imprescindible; la jirafa Sophie le gusta mucho más que los mordedores normales y cuando le duelen los dientes es la que más utiliza. Además, en su bolsa de los pañales, suelo llevar un cuento para bebés o algún otro juguete, aunque desde que ha empezado a caminar sola ya no le hace mucho caso a estas cosas y sólo quiere irse por ahí a explorar.


11. Gafas de sol: Tengo varias gafas de sol normales (para cuando llevo lentillas), pero sólo tengo éstas graduadas que me hice hace unos años (estoy deseando renovarlas), y son las que suelo llevar en el bolso, sobre todo en verano que es más difícil huir del sol. Cuando voy conduciendo, el cambio de gafas de ver a gafas de sol (con mis 5 dioptrías) es toda una odisea.

12. Libro: Si tengo que ir en metro a algún sitio o estar en alguna sala de espera me gusta aprovechar para leer, ya que en casa si tengo algún rato libre me pongo una serie (desde que nació Miranda se me acumulan los capítulos por ver). Ya os comenté aquí lo mucho que me interesa la divulgación científica, por eso mis lecturas suelen estar relacionadas con esos temas. Ahora me estoy leyendo el libro "Comer sin miedo" de José Miguel Mulet, profesor de biotecnología de la Universidad Politécnica de Valencia (soy muy fan de su blog Tomates con genes), en el que explica de forma muy clara los mitos, falacias y mentiras que hay actualmente en torno a la alimentación. Me gusta especialmente por el rigor científico con el que está escrito y lo bien documentado que está, algo que últimamente parece difícil de encontrar entre tantas publicaciones de "gurús" y pseudociencias varias. Estoy deseando comprarme su último libro, "Medicina sin engaños", que pinta fenomenal.

13. Bolígrafo: Fundamental para todas esas ocasiones en las que no te sirve el móvil para apuntar algo (por cierto, os recomiendo la app de notas Google Keep). Yo lo llevo principalmente para anotar cosas en la agenda. Éste es de gel en color verde y lo compré en Mr. Wonderful Shop.

14. Agenda: Soy adicta a las agendas y libretas Moleskine. Mi favorita, la que me compro cada año, es la agenda en formato semanal con tapa blanda. Es ligera, no ocupa casi espacio y me viene fenomenal para ir escribiendo citas o cosas que hacer, como complemento a Google Calendar, que es donde me organizo todo de forma más exhaustiva (ahí tengo un calendario personal, otro del trabajo y otro compartido con el Chico Pecoso, tres en uno).


15. Cartera: Esta cartera la compré hace algunos años en Bimba y Lola y estoy deseando renovarla porque es demasiado grande y no me cabe en muchos de los bolsos que tengo. Por eso, algunas veces acabo cogiendo solamente el monedero con el DNI y alguna tarjeta.

16. Snacks: No puedo estar mucho rato sin comer porque enseguida me mareo o me duele el estómago, así que procuro llevar siempre en el bolso algún snack o algo para picar entre comidas (sobre todo entre el almuerzo y la comida). Casi siempre es algo con chocolate porque me da energía rápidamente. Mis favoritas son las frambuesas cubiertas de chocolate negro y las tiras de corteza de limón cubiertas de chocolate blanco, ambas de Cacao Sampaka.

17. Taza portátil: Algunas veces (y más desde que tenemos a Miranda) salgo de casa a toda prisa para no llegar tarde al trabajo y no me da tiempo a desayunar; me resulta más rápido prepararme un té con leche para llevar y tomármelo de camino al trabajo o una vez llego (además, allí siempre tengo galletas por si acaso). Para estas ocasiones, esta taza de aluminio que compré hace algunos años en Starbucks me viene genial, es muy práctica de transportar y mantiene el té caliente durante una hora más o menos.

Y hasta aquí la interminable lista de cosas que pueblan mi bolso (a veces incluso aparece algún objeto más). Y vosotras, ¿lleváis tropecientas cosas en el bolso como yo o sabéis defenderos sólo con lo estrictamente necesario?

¡Feliz domingo!


domingo, 12 de abril de 2015

Desayuno para llevar

Ya estoy de vuelta por aquí después de estas dos semanas de vacaciones, que me han venido fenomenal para hacer un montón de cosas que tenía pendientes, pero también para descansar y disfrutar en familia. Estos días además hemos tenido dos cumpleaños: el mío y el del Chico Pecoso. Y precisamente para él, como sorpresa de cumpleaños, preparé este delicioso y sencillo desayuno para llevar.

El desayuno estaba compuesto por un minibocadillo (similar a un McMuffin), croissants, mermelada, zumo de naranja, café y unas fresas. Y para guardarlo todo utilicé una cajita de Selfpackaging, concretamente el modelo picnic.

Para hacer el minibocadillo utilicé un bollito de pan tierno ligeramente tostado, queso cheddar, huevo al horno y bacon. El huevo al horno es muy sencillo de preparar, simplemente hay que poner el huevo en un molde individual para soufflé, previamente engrasado, y hornearlo a 175º durante 25 minutos.

La parte dulce del desayuno fueron estos croissants que compré en la panadería para tomarlos acompañados de mermelada de arándanos Bonne Maman. En principio mi idea era preparar el día anterior un pound cake de vainilla (como el que os enseñé aquí) y ponerle un par de rebanadas, pero Miranda no durmió siesta ese día y no me dio tiempo a hacerlo antes de que llegara el Chico Pecoso de trabajar.

Además del minibocadillo salado y los croissants con mermelada, le puse unas fresas de postre para completar el desayuno. Si tenéis espacio en vuestra cajita, en lugar de las fresas, podéis poner tarritos de yogur con cereales y frutas, por ejemplo, como los que preparamos en el desayuno picnic.

Y para beber, zumo de naranja natural en una botellita de plástico y café en un vaso de cartón para llevar. Estos dos recipientes los compré en la tienda Hascot Kids.

También le puse dentro de la cajita unos cubiertos de madera (para remover el café, untar los croissants...) y un par de servilletas de papel.

El minibocadillo lo envolví en papel vegetal y lo decoré con papel de cuadritos rojos a juego con el resto de cosas.

Para guardar los croissants utilicé unas bolsitas de papel con pegatinas que compré hace bastante tiempo en Holamama Shop (ahora mismo creo que no tienen este estampado).

Afortunadamente me cupo todo dentro de la cajita, un poco justo, pero casi mejor así para evitar derrames de café con el movimiento.

Decoré la cajita con un poco de washi tape y un par de etiquetas y ya estaba lista para entregar al cumpleañero.

Como veis, es un desayuno muy sencillo de preparar para sorprender a nuestra pareja, hijos, amigos o a quien queramos, y que pueda disfrutar de él en el trabajo o incluso de camino. El Chico Pecoso dice que se tomó el café en el metro para que no se le enfriara y el resto de cosas al llegar al trabajo. 

¡Feliz domingo!