La tarta de cereza o cherry pie es un clásico de la repostería norteamericana y no me extraña en absoluto, porque esta fruta resulta aún más deliciosa una vez cocinada. Por eso, he elegido este postre en versión mini como idea de detalle dulce para San Valentín, que se celebra el próximo viernes, y también en forma de kit para regalar a nuestra pareja como almuerzo o merienda para llevar.
Para la masa he utilizado la receta de pasta brisa de Martha Stewart (igual que en la tarta de moras al estilo de la campiña inglesa y la tarta de fresas y ruibarbo).
Ingredientes para la pasta brisa: (para 12 mini tartas)
- 510 gr. de harina
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharada de azúcar
- 340 gr. de mantequilla fría
- 120 ml. de agua fría
Pasado ese tiempo, las sacamos de la nevera, esperamos a que se atemperen y estiramos la mitad de la masa con un rodillo (siempre sobre una superficie enharinada). Cortamos círculos de masa y los colocamos dentro de una bandeja para muffins (no es necesario engrasarla). Con la otra mitad hacemos las coberturas de las tartas. En este caso, yo hice algunas con enrejado y otras, con un agujero central en forma de corazón.
Para el relleno, en lugar de poner las cerezas crudas con el azúcar, como en otras tartas de fruta, cocinaremos previamente las cerezas.
Ingredientes para el relleno:
- 900 gr. de cerezas
- 200 gr. de azúcar
- 2 cucharadas de zumo de limón
- 1 cucharada de harina de maíz
- 2 cucharadas de agua fría
- 1 cucharada de harina de maíz
- 2 cucharadas de agua fría
Lavamos las cerezas, las cortamos en cuartos y las deshuesamos. Las ponemos en un cazo grande a fuego medio junto con el azúcar y el zumo de limón, y las dejamos cocer durante 15 minutos. Pasado este tiempo, mezclamos la harina de maíz con el agua fría. Añadimos esta mezcla a las cerezas, removemos bien y retiramos del fuego. Notaremos que la mezcla espesa un poco. La dejamos enfriar a temperatura ambiente y luego la refrigeramos hasta el momento de utilizar. (Esto podemos hacerlo antes que la pasta brisa).
Una vez tengamos preparadas las bases para nuestras tartas en la bandeja de muffins, las rellenamos con las cerezas previamente cocinadas y las tapamos con las coberturas de masa que hayamos preparado.
El enrejado los podéis hacer directamente sobre las mini tartas o, como yo, hacerlo sobre la tabla de amasado, cortarlo con un cortador redondo de galletas y luego colocarlo sobre las tartas. De esta manera quedará más perfecto.
Pintamos la superficie de las tartas con yema de huevo y las horneamos a 190º durante 30 minutos o hasta que la masa esté dorada. Pasado ese tiempo, las sacamos del horno y las dejamos enfriar dentro de la bandeja antes de desmoldarlas. Es mejor dejarlas reposar un par de horas antes de comerlas.
Lo habitual en estas tartas es acompañarlas con un poco de helado o nata montada. A mí me gusta también servirlas con yogur griego, que contrasta un poco con el sabor dulce de la tarta.
Este tipo de tartas de frutas se pueden conservar un par de días a temperatura ambiente correctamente tapadas o, hasta cinco días en la nevera cubiertas con papel film. También se pueden congelar y aguantan perfectamente varios meses.
A mí me encantan estas tartas clásicas de estilo campestre y acabado imperfecto, sobre todo las que están decoradas con enrejados, porque me recuerdan a las películas y dibujos que veía de pequeña.
Las cerezas en este tipo de tartas están deliciosas, porque al cocinarlas junto con el azúcar cogen un dulzor similar a la mermelada pero conservando todo el sabor original de la fruta. Están riquísimas.
Además, el formato de estas tartas, a diferencia de las que llevan cremas, permite transportarlas fácilmente sin miedo a que se estropeen por el camino. Y eso las hace ideales para este tipo de kit de almuerzo o merienda para regalar a nuestra pareja por San Valentín.
En el kit puse un par de mini cherry pies y, para decorar, dos azucarillos caseros en forma de corazón, que hice gracias a la explicación de Patri en su fantástico blog Lilaygris, y a los que añadí un par de gotas de colorante rojo.
Acompañados por un set de cubiertos de madera, para poder comer más cómodamente las mini tartas, y una servilleta de papel.
Y, por supuesto, un mensaje de amor dentro de la cajita, como no puede faltar cada año por San Valentín.
Para completar el kit de mini cherry pies, puse una botellita con zumo de arándanos rojos decorada, al igual que la cajita de Selfpackaging, con un corazón de madera.
Un detalle sencillo para sorprender a nuestra pareja el día de San Valentín con algo dulce y preparado por nosotros con mucho amor.
¡Feliz domingo y feliz San Valentín!
Que maravilla!!! :)
ResponderEliminarQué bonito Estefaníaa! y qué buenísimas tienen que estar esas tartaletas. El detallito del terrón de azúcar con forma de corazón es ideal!!
ResponderEliminarGenial!!! Como todo lo que haces!!! y bueno... ya sabes cual es mi debilidad, que chuleria de kits preparas!!!
ResponderEliminarEsos pasteles tienen que estar buenísimos!!!!!!
ResponderEliminarEstefania pero que cuquiiiiii! Me encanta además que estos pasteleros ya los he probado a hacer y están deliciosos, eso sí me costó unos cuantos desastres pero cuando al fin me salió mereció la pena. .me encanta la idea de san Valentín y bueno todo lo demás me quedo sin palabras ja ja ja ja ja. .por cierto estoy de aniversario en el blog un añito y hago un concurso de recetas italianas igual te interesa..besiños miles
ResponderEliminarLa tarta luce espectacular y no solo por la buena pinta que tiene. La verdad, es que no se te escapa ni un detalle para que todo tenga esa pinta soberbia que tiene : )
ResponderEliminarQue regalo de San Valentin tan bonito y tan trabajado! Es una preciosidad, has cuidado hasta el mas minimo detalle!
ResponderEliminarPor cierto las mini tartitas tienen una pinta estupenda!!
Saludos!
Nika
Impresionante la pinta y los detalles, precioso el post!
ResponderEliminarme encanta esas pies, son geniales! un beso
ResponderEliminarMe encantan, me gustan mucho las cerezas y así tienen que estar muy ricas.
ResponderEliminarUn beso
Deliciosos verdaderamente! Ojala no haya que esperar a San Valentín para probarlos
ResponderEliminarNos han encantado estas mini tartas ,por favor nos las apuntamos para hacer inmediatamente que ricas.
ResponderEliminarNos hacemos seguidoras tuyas incondicionales,te invitamos a conocernos y si te gusta nuestro blog a que nos sigas.
Besos cris y Laura.
Muchas gracias, chicas! Y bienvenidas!! :)
EliminarUna delicadeza todo! me encanta!
ResponderEliminar:)
Que buena pinta, me lo apunto a la de ya!
ResponderEliminarEse picnic es irresistible !! no solo por las fotos, que me parecen una pasada sino porque la pinta que tienen mas minis tartaletas es brutal !! que jugosas y tiernas se ven por dentro Ñam Ñam ...¡que ricas!! me ha encantando el reportaje y me ido volando a ver la pagina de lila a que a mi tambien me de buenas ideas como esas un besete guapisima y gracias por mostrarnos esas cositas
ResponderEliminarMila
se ven muy lindas, quiero hacer este tipo de tartas para un evento, pero necesito hacerlo con antelacion.. me llamo mucho la atencion que pueden congelarse, amiga como seria el proceso de descongelacion para servirlas? a temp ambiente? o las vuelvo a meter al horno? que tal la textura al descongelar, no se altera? gracias..
ResponderEliminarUn articulo genial, el picnic tiene una pinta..... :)
ResponderEliminarQue buena pinta, no conocía esta receta, me la apunto!
ResponderEliminarMuchas gracias!
Buaf, se ven deliciosos. Gracias por aportar tus cretitos!! :)
ResponderEliminarQué pinta tan rica tiene
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