Hace poco me compré un molde bundt cake en Enjuliana y por fin he podido estrenarlo con este bizcocho de limón y semillas de amapola. Para los que no lo conozca, bundt cake es un tipo de bizcocho caracterizado por tener un agujero en el centro y curvas en el exterior, que en principio se pensaron para facilitar la división en porciones.
La receta de este bizcocho es del libro "The Hummingbird Bakery Cookbook". Si todavía no lo tenéis, os lo recomiendo. La receta del libro es para un molde de 24 cm., pero como yo utilicé un molde bundt cake pequeño de 18 cm. (de la marca Nordicware), adapté las cantidades a este nuevo volumen. Éste fue el resultado:
Para el bizcocho
- 65 gr. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 185 gr. de azúcar
- La ralladura de 1 limón y medio
- 15 gr. de semillas de amapola
- 125 gr. de leche
- 175 gr. de harina de trigo
- 2 cucharaditas de levadura en polvo
- 1/2 cucharadita de sal
- 3 claras de huevo
Para el almíbar o sirope de limón
- La corteza y el zumo de un limón
- 50 gr. de azúcar
Para el glaseado de limón
- El zumo de un limón
- 250 gr. de azúcar glas tamizado
Precalentamos el horno a 170º. Mezclamos el azúcar, la mantequilla, la ralladura de limón y las semillas de amapola. Añadimos la leche despacio y la incorporamos bien a la mezcla anterior. En otro recipiente mezclamos la harina, la levadura y la sal. Después añadimos esta mezcla en tres veces a la que teníamos preparada primero y la batimos hasta que quede ligera y cremosa.
En otro bol batimos las claras de huevo hasta que formen picos estables y las añadimos a la mezcla anterior con movimientos envolventes. Vertemos el contenido dentro del molde previamente engrasado y enharinado (yo utilizo un spray antiadherente), cubriéndolo con cuidado para que no se formen burburjas de aire, y con la ayuda de una espátula alisamos la superficie.
Horneamos durante 30 ó 40 minutos, hasta que el bizcocho esté dorado y al pincharlo con un cuchillo salga limpio.
Mientras se hornea el bizcocho, preparamos el almíbar o sirope de limón. Ponemos un cazo en el fuego a baja temperatura con 100 ml. de agua, el azúcar, el zumo y la corteza del limón, hasta que empiece a hervir. Después subimos el fuego y dejamos que hierva hasta que se reduzca a la mitad o hasta que tenga consistencia de sirope.
Cuando saquemos el bizococho del horno, le ponemos por encima el sirope de limón y lo dejamos enfriar un poco hasta que el sirope se absorba antes de darle la vuelta.
Luego le damos la vuelta al bizcocho, desmoldamos y lo dejamos enfriar del todo sobre una rejilla mientras preparamos el glaseado de limón.
Cuando saquemos el bizococho del horno, le ponemos por encima el sirope de limón y lo dejamos enfriar un poco hasta que el sirope se absorba antes de darle la vuelta.
Luego le damos la vuelta al bizcocho, desmoldamos y lo dejamos enfriar del todo sobre una rejilla mientras preparamos el glaseado de limón.
Mezclamos el zumo de limón y el azúcar glas en un bol hasta que quede suave. Si notamos la mezcla muy seca añadiremos un poco de agua y si está poco consistente, añadimos más azúcar.
Cuando el bizcocho esté frío, lo cubrimos con el glaseado de limón y decoramos con semillas de amapola.
Me ha encantado este bizcocho y ya se ha convertido en una de mis recetas favoritas. El intenso sabor del limón y la textura crujiente de las semillas de amapola, consiguen un bizcocho delicioso y, como dicen en el libro, "perfecto para acompañar al té de la tarde".
¡Que lo disfrutéis!