Por fin puedo enseñaros el baby shower de mi sobrina Martina, que celebramos el pasado domingo. Después de varias semanas de preparativos y nervios tengo que decir que todo salió perfecto, Martina estaba guapísima y los invitados disfrutaron mucho de los platos dulces y salados que preparamos. Desde aquí les doy las gracias a mi hermana y mi cuñado por su ayuda y, por supuesto, al Chico Pecoso, sin el cual esta fiesta no habría quedado ni la mitad de bonita de lo que quedó, ya que sus ideas siempre son geniales.
El baby shower, para los que no lo conozcan, es una fiesta que se puede realizar antes o después de que nazca el bebé, y es una forma de celebrar esa alegre noticia con nuestros familiares y amigos.
La decoración de la fiesta es de
inspiración vintage con elementos en tela se saco, papel craft, cordón rústico y diferentes tipos de encajes y crochet. Como ya os comenté en el post sobre
nuestra fiesta de compromiso, mis admiradas
Amy Atlas y
Nina (del blog
Designs by Nina) son siempre mis principales fuentes de inspiración a la hora de decorar fiestas. Su gusto es excepcional y siempre puedes sacar de ellas preciosas ideas de decoración.
Para decorar la pared hicimos los clásicos pompones de papel de seda y un banderín en tela de saco con el nombre de Martina.
Las
margaritas fueron el tema central de la fiesta y adornaron tanto jarrones como tartas y galletas. Los tarritos con los cubiertos están decorados con blondas de papel, una idea que vi en la fiesta que dio Nina por el
bautizo de su preciosa hija Daniela.
Para comer hicimos unos cuantos dulces, entre ellos, brownies con nueces. Para hacerlos utilicé la receta del brownie de Oreo, pero sustituyendo las galletas por nueces.
Por petición expresa de mi hermana, preparé unos
cake pops de limón y chocolate blanco, porque le encantan. Son los que hice hace tiempo
decorados de pollitos. También pusimos unas botellitas con
horchata, que podéis ver a la derecha de la imagen.
Mi hermana preparó una rica limonada casera, que servimos en este original dispensador de bebidas, que compré hace unos meses en El Corte Inglés.
Decoramos unos cuantos
limones con cintas de encaje y compramos
pajitas de rayas amarillas en
My Lovely Food Shop, (ahí también compramos los cubiertos de madera). Es una tienda online que os recomiendo por la gran cantidad de productos interesantes que tiene, tanto de repostería como de decoración de mesas, etc. Su creadora, Ingrid, tiene un
blog delicioso, del cual saqué la idea para la tarta.
Ésta era mi primera tarta fondant y, como os decía, está inspirada en una preciosa tarta de girasoles que hizo Ingrid hace unos meses. El sabor es distinto, porque yo quise hacer una tarta de zanahoria (carrot cake) con crema de queso, la favorita de mi hermana.
Otro de los dulces que pusimos fueron
macarons, que compramos en
El Parisien, un tarro llevaba macarons de vainilla y el otro, de chocolate.
También preparamos unas ricas tartaletas de limón y merengue (lemon meringue pies) con base de galleta María. El merengue tiene ese color tostado porque utilicé un soplete en lugar de meterlas al horno, mucho más sencillo y vistoso. Podéis ver la receta de esta tarta en tamaño grande aquí.
Y, para finalizar la mesa dulce, unos tarritos de mousse de Toblerone, que decoramos con cordón rústico y unas cucharitas pequeñas de madera.
Como veis, tanto los dulces como las bebidas, tratamos que fueran acordes a los colores elegidos para la fiesta, que iban desde el blanco al marrón oscuro, pasando por diferentes tonos de beige, con el color amarillo como contrapunto.
La mesa salada la colocamos justo al lado de la mesa dulce y, al ser algo secundario, preparamos muchos menos platos: palomitas, sándwiches, canapés...
Mi cuñado compró frivolidades saladas en el horno Las Comedias (uno de mis favoritos de Valencia).
También preparamos una
tabla de quesos con uvas e higos, acompañada por una cesta de
panes variados de
El Parisien.
En esa pared también pusimos una
guirnalda con pequeños corazones de pizarra donde escribimos su nombre y la gente podía escribirle
mensajes a Martina y colgarlos.
En esta foto podéis ver los
sándwiches que preparó mi hermana y que envolvimos con servilletas de cuadritos amarillos y un cordón blanco. Hicimos de cuatro tipos (por si os dan ideas): el clásico jamón york y queso, queso Philadelphia con pepino, salmón ahumado con rúcula, y pollo con mostaza.
La pared de la mesa salada también la decoramos con algunos pompones de papel de seda, pero añadimos una
pizarra, que compré en
Mr. Wonderful Shop, y una preciosa
lámina hecha por
Nina y personalizada con el nombre de Martina, que le regalé a mi sobrina cuando nació.
Y aquí podéis ver los
conos de palomitas, que colocamos en una caja decorada con papel craft, tela de saco y cinta de encaje.
Como detalle para los invitados, preparamos unas cajitas de té con galletas rellenas de lemon curd (crema de limón), todo hecho a mano. Las cajitas las compramos en Self Packaging y las forramos con cartulina ondulada. Hicimos a mano las bolsitas de té (de cuatro tipos diferentes) con sus etiquetas identificativas y una hojita informativa con los componentes de cada té y el tiempo de reposo que requerían. También incluimos un bastoncito de azúcar cristalizado en cada caja.
Fuera de las cajas pusimos una etiqueta con lo que llevaban y otra etiqueta de rayas amarillas con el nombre de Martina y su fecha de nacimiento. Estas últimas las compré en Holamama Shop.
Espero que a Martina le gusten las fotos de su baby shower cuando las vea. Nosotros, desde luego, disfrutamos mucho preparándolo todo, y también degustándolo.
Con esto me despido hasta dentro de un par de semanas, porque mañana es mi último día de trabajo antes de las vacaciones y nos vamos a mi pueblecito en León para disfrutar del aire fresco y la familia.
¡Que tengáis un feliz verano!