Hace tiempo que no escribía sobre series, pero eso no
significa que haya dejado de verlas. Muy al contrario, cada vez me parece que
sigo más series, porque cuando se termina o cancelan alguna, me engancho a
otras dos más para compensar. La verdad es que prácticamente no veo la tele,
puedo pasarme semanas enteras sin encenderla, pero sin embargo, sí que veo
algunos productos televisivos (como las series) por Internet. Todas las noches,
el Chico Pecoso y yo vemos uno o dos capítulos de nuestras series favoritas de
la mejor manera que existe: a la hora que queremos y sin anuncios.
Así que aquí os dejo un listado de todas las series que sigo
en este momento:
Doctor Who
Mi serie favorita, no sólo del momento, sino de todos los
tiempos. Tiene el récord Guinness a la serie de ciencia-ficción más larga del
mundo. No os desaniméis por la calidad de sus primeros capítulos (yo el primer
capítulo lo intenté ver tres veces y siempre lo acababa quitando), la serie va ganando calidad rápidamente, sobre todo con la llegada de
David Tennant como décimo Doctor en la segunda temporada.
El Doctor es un señor del tiempo, el último de su especie, y
se dedica a viajar por el espacio y el tiempo en su TARDIS, resolviendo
situaciones complicadas, con la única ayuda de su ingenio, su destornillador
sónico y su acompañante de turno.
Tengo una larga lista de capítulos preferidos pero, sin
duda, el mejor de todos ellos es “Blink” (por algo recopila ya unos cuantos
premios). Lo bueno de este capítulo es que para disfrutarlo no es necesario
conocer los entresijos de la serie, se puede ver de manera independiente.
Además, el Doctor prácticamente no aparece y la protagonista es la joven actriz
Carey Mulligan (antes de ser nominada a los Oscar por “An Education”). Os
advierto que el capítulo es aterrador y, después de verlo, ya no os atreveréis
a parpadear delante de una estatua.
Homeland
Dicen que es la serie favorita de Obama y la verdad es que me
sorprende. Aunque el argumento vaya sobre una agente de la CIA tratando de
atrapar a uno de los líderes de Al Qaeda, la serie no es demasiado patriótica (para
ser americana) y trata el tema del terrorismo desde diferentes puntos de vista.
Sus dos primeras temporadas harán que te muerdas las uñas de
los nervios. Claire Danes y Damian Lewis, sus protagonistas, son lo mejor de la
serie y quienes le aportan mayor verosimilitud a la trama. Porque, no nos
engañemos, esta no es simplemente una serie de acción, sus personajes tienen
casi más secretos interiores que la trama misma.
Juego de tronos
Sólo con oír y ver su increíble intro ya se me acelera el
pulso. Quién iba a decir que una serie fantástica tendría tanto tirón. Aquí
tenemos un poco de todo (magia, dragones, huargos… e incluso zombies). Su
historia, de escala épica, tiene mucho de culebrón y quizás por eso engancha
tanto, pero a diferencia de estos, sus personajes no se reducen a buenos y
malos, tienen multitud de matices y la mayoría de ellos son terriblemente
carismáticos.
De esta serie me encantan sus mesas llenas de comida. Estoy
deseando comprarme el libro “Festín de hielo y fuego”, con las recetas de los platos
que aparecen en la saga.
Dexter
A lo largo de estas siete temporadas, Dexter, nuestro
asesino en serie metido a justiciero, nos ha regalado todo tipo de tramas,
algunas un poco aburridas y otras que te dejan ojiplático, como la cuarta
temporada con Trinity como adversario (y su final apoteósico). Hemos ido viendo
la humanización de Dexter y también su capacidad de destruir todo lo que toca.
Esta última temporada ha preparado el terreno para el que
tiene pinta de ser el final que se merece la serie y el propio Dexter.
Breaking Bad
Otra serie que está a punto de llegar a su final el próximo verano y que me va a tener en vilo todos estos meses. Es difícil que alguien no sepa a estas alturas quién es Heisenberg,
un profesor de química de instituto con cáncer terminal convertido en genio de
la metanfetamina.
Sus protagonistas (magníficamente interpretados por Bryan Cranston y Aaron Paul) han ido evolucionando a
lo largo de la serie y, aunque comprendamos sus acciones, es fácil pasar con
ellos del amor al odio.
Downton Abbey
Esta serie británica causa furor en EE.UU. y, a pesar de que
sus tramas son algo típicas y predecibles, ya se ha convertido en una de mis
favoritas. Cada vez que veo uno de sus capítulos me entran ganas de prepararme
un té con scones y lemon curd.
Me gusta sobre todo el retrato que hace de la
sociedad británica de la época y las relaciones entre los señores de clase alta
y el servicio, al estilo de la antigua “Arriba y abajo”. El personaje de Maggie
Smith, con su característica flema británica, no tiene desperdicio.
Sherlock
Esta serie, también británica, tiene como creador a Steven Moffat,
productor de "Doctor Who", y es una
adaptación moderna de las aventuras del mítico detective de Arthur Conan Doyle.
Sólo se han emitido dos temporadas (de tres capítulos cada una) y queda por
estrenar la que se cree es la tercera y última, el próximo otoño.
Los actores no
podían estar mejor elegidos y las tramas, aunque conocidas, ofrecen interesantes
deducciones y unas cuantas sorpresas.
Fringe
Aunque se terminó hace un par de semanas, he querido
incluirla porque sus cinco temporadas han dejado muy buenos momentos. Ya os
hablé de ella aquí: una agente del FBI, un científico excéntrico y su hijo
tratan de resolver casos fuera de lo normal (al más puro estilo "Expediente X").
Pero Fringe ha
sido mucho más que eso, sus personajes han sido el pilar básico de esta serie
y, en su última temporada ha dado una vuelta de tuerca a sus tramas, para
darles a ellos el final que se merecían.
Intrigante y emotiva al mismo tiempo,
Fringe no ha tenido nunca miedo de arriesgar y, gracias a eso, no ha dejado de
sorprendernos. Me gustaba verla comiendo regaliz rojo, en homenaje al gran
Walter Bishop.
The Newsroom
Me gusta The Newsroom aunque Aaron Sorkin no sepa construir
personajes femeninos, aunque su visión del periodismo sea irreal y cargada de
moralina (típico americano) y aunque tenga demasiadas tramas amorosas.
A pesar
de todo eso, disfruto con sus diálogos rápidos y brillantes (lo mejor de
Sorkin) y, sobre todo, disfruto viendo cómo Will y Mackenzie hacen periodismo, el
periodismo que me gustaría hacer y el que me gustaría poder ver en televisión.
The Walking Dead
La segunda temporada de esta serie fue un tostón tan grande que
por poco me hace dejar de verla. Afortunadamente, la serie ha resucitado
(haciendo honor a sus zombies) durante esta tercera temporada, que sigue más el
espíritu de los cómics y lleva un ritmo bastante angustiante. Mucha de esta
tensión se la debemos al nuevo malo de la historia, un humano que da más miedo
que los propios zombies.
Sólo queda una semana para ver cómo
continúa esta tercera temporada.
The Big Bang Theory
Es cierto que esta serie lleva un tiempo siendo más el “El
Show de Sheldon” que una comedia coral, pero es que Sheldon es el personaje con
más “chicha” de la serie, el que más juego da a la hora de construir tramas. O al
menos lo era, hasta que llegó la fantástica Amy Farrah Fowler, a la que le
debemos muchas risas en estas últimas temporadas y la que nos ha demostrado (junto
con Bernadette y Penny) que no todo depende del elenco masculino.
Cómo conocí a vuestra
madre
La semana pasada se confirmó que la novena temporada será la
última para esta serie, en la que podremos conocer por fin a la madre de los
hijos de Ted. Aunque esto hace mucho tiempo que no es más que una excusa para
mostrarnos los divertidos líos que viven sus protagonistas y, en especial, el
fantástico Barney Stinson, que es sin duda el alma de la serie.
Person of Interest
La primera temporada de esta serie me hizo perder un poco el
interés, ya que se basaba en tramas autoconclusivas con casos diferentes en
cada capítulo, en los que Risk y Finch ayudan a personas que se encuentran en
peligro, gracias a los datos que les da “la máquina”.
Pero poco a poco eso ha
ido cambiando y, aunque todavía podemos ver capítulos de ese tipo, la trama
horizontal de la serie ha ido avanzando y cada vez conocemos más datos sobre
esta máquina que diseñó Finch (y también de las personas que van tras ella). Su
personaje, interpretado por Michael Emerson, es el que más me gusta de toda la
serie y creo que aún tenemos muchas más cosas por descubrir sobre él.
Black Mirror
Mención aparte merece esta serie (si se le puede llamar así)
de la que tan sólo se han emitido tres capítulos. Cada uno cuenta una historia
diferente, lo único que tienen en común es la tecnología y cómo el uso que se
hace de ella puede afectar a nuestras vidas y volverse en nuestra contra. Estos
tres capítulos os dejarán seguro con la boca abierta y puede que también con
mal cuerpo.
Aún así, yo estoy deseando ver la segunda temporada de esta
serie británica, que se estrena dentro de un par de semanas y constará de otros
tres capítulos.
Además de estas series, tengo algunas en mi lista de pendientes como "Mad Men" (he visto sólo los primeros capítulos) o "Girls". ¿Me recomendáis alguna más? ¿Cuáles son vuestras favoritas?
¡Besos a todos y feliz domingo!