domingo, 24 de febrero de 2013

Slippers moustache

Los bigotes están de moda. Llegaron hace un par de años de mano de la cultura hipster y cada vez están más presentes en las tiendas: podemos encontrarlos adornando tazas, cojines, relojes, collares, camisetas... y un sin fin de objetos.

A mí me parece una moda muy divertida, así que en las rebajas me compré estos slippers moustache de Zara, que le dan un toque desenfadado a este look clásico de inspiración "British college" que os enseño hoy y que normalmente llevaba con zapatos Oxford. 

La chaqueta de cuadros también es de Zara (otoño 2012) y me encanta por sus coderas rojas. La llevo con vaqueros de Killah y blusa de Purificación García (de hace varios años). El satchel bag lo compré el verano pasado en Misako, pero siguen teniendo unos muy parecidos esta temporada (los podéis ver aquí).

El collar es de Je Suis Coquette (que, por cierto, está de sorteo en su blog, por si os queréis pasar) y la pulsera es de la joyería Dakini (C/ Salvá, 10. Valencia). 

Si te gusta la moda moustache es difícil no volverte loca comprando todo lo que tenga bigotes (yo ya le he echado el ojo a alguna cosa más), y estos slippers me gustan especialmente porque aportan originalidad a looks sencillos, tanto con pantalones como con faldas o vestidos.



Rompiendo tradiciones: La noche de los Oscar

Aprovecho este post para deciros que esta noche se celebra la 85º edición de los Oscar, pero que yo, rompiendo una de mis más largas tradiciones, no estaré viendo la ceremonia en directo. Con este serían ya 17 años seguidos de Oscar, pero esta vez prefiero irme a la cama y enterarme de los premiados por la mañana cuando vaya a trabajar. Este año sólo he podido ver algunas de las películas nominadas, así que no puedo hacer predicciones (eso le quita mucha emoción a la gala), aunque espero que Haneke (que ya se ha convertido en uno de mis directores favoritos) no se vaya de vacío esta noche.

¡Feliz domingo a todos!

domingo, 17 de febrero de 2013

Rainbow cake

Hacía mucho tiempo que quería preparar este rainbow cake y por fin esta semana he tenido tiempo. La verdad es que es mucho más fácil de hacer de lo que parece y el secreto para que los colores salgan así de vivos es simplemente utilizar buenos colorantes.


La receta de este rainbow cake es de Whisk Kid, aunque yo usé buttercream normal para la cobertura, en vez de buttercream de merengue suizo. Para teñir los bizcochos utilicé colorantes en gel de Americolor de los siguientes colores: red red, orange, yellow, mint green, sky blue y regal purple.

Para el bizcocho:

- 226 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
- 426 gr. de azúcar
- 5 claras a temperatura ambiente
- 2 cucharaditas de vainilla
- 426 gr. de harina
- 4 cucharaditas de levadura
- 1/2 cucharadita de sal
- 355 ml. de leche a temperatura ambiente

Precalentamos el horno a 175º y engrasamos los moldes para los bizcochos (yo utilicé moles desechables de aluminio de 20 cm.). 

Mezclamos la harina, la levadura y la sal, y reservamos. Batimos la mantequilla con el azúcar y luego vamos añadiendo las claras poco a poco. Añadimos la vainilla y mezclamos hasta que esté completamente incorporada. Luego vamos añadiendo la harina y la leche en dos veces, alternándolas.

Dividimos la masa en seis boles (yo pesé la masa, restando el peso del recipiente, y dividí por seis) y añadimos dos o tres gotas de colorante en gel. El color que tenga la masa es el que luego tendrá el bizcocho. Luego ponemos la masa en los moldes y los horneamos durante unos 15 minutos. Pasado este tiempo, los dejamos enfriar dentro del molde sobre una rejilla unos 10 minutos, antes de desmoldar.

Para el buttercream:

- 400 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
- 120 ml. de leche
- 1 cucharada de vainilla
- 600 gr. de azúcar glas

Batimos la mantequilla hasta que esté cremosa. Agregamos la leche, la vainilla y la mitad del azúcar, y batimos hasta que la crema esté suave. Agregamos el azúcar restante y batimos una vez más. Si la crema está demasiado seca, añadiremos un poco más de leche. Si está demasiado húmeda, añadiremos más azúcar, hasta conseguir la consistencia deseada.


Comenzamos a montar la tarta. Yo utilicé una base de cartón para poder manejarla mejor una vez cubierta. Simplemente tenemos que ir colocando las capas de bizcocho en el orden que queramos y cubrirlas con dos o tres cucharadas de buttercream. 


NOTA: Si queremos que las capas de buttercream sean más gruesas, podemos añadir una cucharada más, pero tendremos que hacer media receta extra de buttercream para la cobertura final. 


Una vez cubierta del todo, pasamos nuestra tarta al plato o pie donde la queramos servir (el mío es de  My Home Style) y decoramos. Podemos conservar la tarta a temperatura ambiente varios días. También podemos refrigerarla, pero el bizcocho se resecará un poco y tendremos que sacarla un poco antes de servir, para que la crema recupere su consistencia cremosa.


Me encanta lo vistosas que quedan las capas de colores y creo que es un pastel perfecto para fiestas infantiles o cuando queremos sorprender a nuestros invitados con el primer corte de la tarta.


Además, el bizcocho es muy esponjoso y está buenísimo acompañado con el buttercream cremoso. En resumen, una tarta chulísima y más fácil de hacer de lo que parece a primera vista.

¡Feliz domingo!

domingo, 10 de febrero de 2013

Desayuno en la cama por San Valentín

Este año he querido hacer algo sencillo para San Valentín, un desayuno en la cama muy fácil de preparar, para que cualquiera pueda sorprender a su pareja, aunque no sepa hacer manualidades, galletas o cupcakes. 

Como San Valentín es el próximo jueves, he tenido que adelantar la sorpresa al fin de semana, porque disfrutar de un desayuno así entre semana es algo imposible.

Cuando nos mudamos a esta casa el verano pasado, el  Chico Pecoso y yo desayunábamos todos los fines de semana en la terraza. Ahora que hace frío, y gracias a la mesa auxiliar Malm de Ikea, desayunamos todos los fines de semana en la cama. A veces preparo yo el desayuno y a veces lo prepara él. Pero este fin de semana he querido sorprenderle con este desayuno algo más especial, pero igualmente sencillo.


Compré unas cuantas fresas (son las primeras de la temporada pero están muy dulces) y frambuesas, y las acompañé con un poco de nata montada. 

Para beber, un té Earl Grey blanco (Winter White) de Harney & Sons, que compré en la maravillosa tienda Olivia, jabones de cuidado

Y para completar el desayuno, unas tostadas con mantequilla y una mermelada un poco especial.

Las fresas con champagne ya se han convertido en un clásico de las veladas románticas. Pero, esta vez, al tratarse de un desayuno, qué mejor manera de tomarlas que en forma de mermelada.

El portatostadas lo compré estas Navidades en Amazon. Me encanta porque mantiene las tostadas crujientes.

Además, le escribí una notita de amor, como no podía faltar en San Valentín, y le hizo muchísima ilusión. Él se esperaba un desayuno más y le encantó encontrarse con esta sorpresa.

Aunque el desayuno lo preparé en principio para uno (lo que me permitía el espacio de la bandeja), cuando le di la sorpresa al Chico Pecoso (y después de hacer las fotos que os muestro), cogí otra taza y un plato y nos metimos de nuevo en la cama para disfrutar los dos de este desayuno de San Valentín.


Como veis, un desayuno muy fácil de preparar y perfecto para sorprender a vuestra pareja en San Valentín, en vuestro aniversario o cualquier otro día porque sí. 

¡Feliz domingo y feliz San Valentín!

domingo, 3 de febrero de 2013

Mis series favoritas del momento

Hace tiempo que no escribía sobre series, pero eso no significa que haya dejado de verlas. Muy al contrario, cada vez me parece que sigo más series, porque cuando se termina o cancelan alguna, me engancho a otras dos más para compensar. La verdad es que prácticamente no veo la tele, puedo pasarme semanas enteras sin encenderla, pero sin embargo, sí que veo algunos productos televisivos (como las series) por Internet. Todas las noches, el Chico Pecoso y yo vemos uno o dos capítulos de nuestras series favoritas de la mejor manera que existe: a la hora que queremos y sin anuncios.

Así que aquí os dejo un listado de todas las series que sigo en este momento:

Doctor Who

Mi serie favorita, no sólo del momento, sino de todos los tiempos. Tiene el récord Guinness a la serie de ciencia-ficción más larga del mundo. No os desaniméis por la calidad de sus primeros capítulos (yo el primer capítulo lo intenté ver tres veces y siempre lo acababa quitando), la serie va ganando calidad rápidamente, sobre todo con la llegada de David Tennant como décimo Doctor en la segunda temporada.

El Doctor es un señor del tiempo, el último de su especie, y se dedica a viajar por el espacio y el tiempo en su TARDIS, resolviendo situaciones complicadas, con la única ayuda de su ingenio, su destornillador sónico y su acompañante de turno.

Tengo una larga lista de capítulos preferidos pero, sin duda, el mejor de todos ellos es “Blink” (por algo recopila ya unos cuantos premios). Lo bueno de este capítulo es que para disfrutarlo no es necesario conocer los entresijos de la serie, se puede ver de manera independiente. Además, el Doctor prácticamente no aparece y la protagonista es la joven actriz Carey Mulligan (antes de ser nominada a los Oscar por “An Education”). Os advierto que el capítulo es aterrador y, después de verlo, ya no os atreveréis a parpadear delante de una estatua.


Homeland

Dicen que es la serie favorita de Obama y la verdad es que me sorprende. Aunque el argumento vaya sobre una agente de la CIA tratando de atrapar a uno de los líderes de Al Qaeda, la serie no es demasiado patriótica (para ser americana) y trata el tema del terrorismo desde diferentes puntos de vista.

Sus dos primeras temporadas harán que te muerdas las uñas de los nervios. Claire Danes y Damian Lewis, sus protagonistas, son lo mejor de la serie y quienes le aportan mayor verosimilitud a la trama. Porque, no nos engañemos, esta no es simplemente una serie de acción, sus personajes tienen casi más secretos interiores que la trama misma.


Juego de tronos

Sólo con oír y ver su increíble intro ya se me acelera el pulso. Quién iba a decir que una serie fantástica tendría tanto tirón. Aquí tenemos un poco de todo (magia, dragones, huargos… e incluso zombies). Su historia, de escala épica, tiene mucho de culebrón y quizás por eso engancha tanto, pero a diferencia de estos, sus personajes no se reducen a buenos y malos, tienen multitud de matices y la mayoría de ellos son terriblemente carismáticos.

De esta serie me encantan sus mesas llenas de comida. Estoy deseando comprarme el libro “Festín de hielo y fuego”, con las recetas de los platos que aparecen en la saga.


Dexter

A lo largo de estas siete temporadas, Dexter, nuestro asesino en serie metido a justiciero, nos ha regalado todo tipo de tramas, algunas un poco aburridas y otras que te dejan ojiplático, como la cuarta temporada con Trinity como adversario (y su final apoteósico). Hemos ido viendo la humanización de Dexter y también su capacidad de destruir todo lo que toca.

Esta última temporada ha preparado el terreno para el que tiene pinta de ser el final que se merece la serie y el propio Dexter.


Breaking Bad

Otra serie que está a punto de llegar a su final el próximo verano y que me va a tener en vilo todos estos meses. Es difícil que alguien no sepa a estas alturas quién es Heisenberg, un profesor de química de instituto con cáncer terminal convertido en genio de la metanfetamina. 

Sus protagonistas (magníficamente interpretados por Bryan Cranston y Aaron Paul) han ido evolucionando a lo largo de la serie y, aunque comprendamos sus acciones, es fácil pasar con ellos del amor al odio.


Downton Abbey

Esta serie británica causa furor en EE.UU. y, a pesar de que sus tramas son algo típicas y predecibles, ya se ha convertido en una de mis favoritas. Cada vez que veo uno de sus capítulos me entran ganas de prepararme un té con scones y lemon curd. 

Me gusta sobre todo el retrato que hace de la sociedad británica de la época y las relaciones entre los señores de clase alta y el servicio, al estilo de la antigua “Arriba y abajo”El personaje de Maggie Smith, con su característica flema británica, no tiene desperdicio.


Sherlock

Esta serie, también británica, tiene como creador a Steven Moffat, productor de "Doctor Who",  y es una adaptación moderna de las aventuras del mítico detective de Arthur Conan Doyle. Sólo se han emitido dos temporadas (de tres capítulos cada una) y queda por estrenar la que se cree es la tercera y última, el próximo otoño. 

Los actores no podían estar mejor elegidos y las tramas, aunque conocidas, ofrecen interesantes deducciones y unas cuantas sorpresas.


Fringe

Aunque se terminó hace un par de semanas, he querido incluirla porque sus cinco temporadas han dejado muy buenos momentos. Ya os hablé de ella aquí: una agente del FBI, un científico excéntrico y su hijo tratan de resolver casos fuera de lo normal (al más puro estilo "Expediente X"). 

Pero Fringe ha sido mucho más que eso, sus personajes han sido el pilar básico de esta serie y, en su última temporada ha dado una vuelta de tuerca a sus tramas, para darles a ellos el final que se merecían. 

Intrigante y emotiva al mismo tiempo, Fringe no ha tenido nunca miedo de arriesgar y, gracias a eso, no ha dejado de sorprendernos. Me gustaba verla comiendo regaliz rojo, en homenaje al gran Walter Bishop.




The Newsroom

Me gusta The Newsroom aunque Aaron Sorkin no sepa construir personajes femeninos, aunque su visión del periodismo sea irreal y cargada de moralina (típico americano) y aunque tenga demasiadas tramas amorosas. 

A pesar de todo eso, disfruto con sus diálogos rápidos y brillantes (lo mejor de Sorkin) y, sobre todo, disfruto viendo cómo Will y Mackenzie hacen periodismo, el periodismo que me gustaría hacer y el que me gustaría poder ver en televisión.


The Walking Dead

La segunda temporada de esta serie fue un tostón tan grande que por poco me hace dejar de verla. Afortunadamente, la serie ha resucitado (haciendo honor a sus zombies) durante esta tercera temporada, que sigue más el espíritu de los cómics y lleva un ritmo bastante angustiante. Mucha de esta tensión se la debemos al nuevo malo de la historia, un humano que da más miedo que los propios zombies. 

Sólo queda una semana para ver cómo continúa esta tercera temporada.


The Big Bang Theory

Es cierto que esta serie lleva un tiempo siendo más el “El Show de Sheldon” que una comedia coral, pero es que Sheldon es el personaje con más “chicha” de la serie, el que más juego da a la hora de construir tramas. O al menos lo era, hasta que llegó la fantástica Amy Farrah Fowler, a la que le debemos muchas risas en estas últimas temporadas y la que nos ha demostrado (junto con Bernadette y Penny) que no todo depende del elenco masculino.


Cómo conocí a vuestra madre

La semana pasada se confirmó que la novena temporada será la última para esta serie, en la que podremos conocer por fin a la madre de los hijos de Ted. Aunque esto hace mucho tiempo que no es más que una excusa para mostrarnos los divertidos líos que viven sus protagonistas y, en especial, el fantástico Barney Stinson, que es sin duda el alma de la serie.


Person of Interest

La primera temporada de esta serie me hizo perder un poco el interés, ya que se basaba en tramas autoconclusivas con casos diferentes en cada capítulo, en los que Risk y Finch ayudan a personas que se encuentran en peligro, gracias a los datos que les da “la máquina”. 

Pero poco a poco eso ha ido cambiando y, aunque todavía podemos ver capítulos de ese tipo, la trama horizontal de la serie ha ido avanzando y cada vez conocemos más datos sobre esta máquina que diseñó Finch (y también de las personas que van tras ella). Su personaje, interpretado por Michael Emerson, es el que más me gusta de toda la serie y creo que aún tenemos muchas más cosas por descubrir sobre él.


Black Mirror

Mención aparte merece esta serie (si se le puede llamar así) de la que tan sólo se han emitido tres capítulos. Cada uno cuenta una historia diferente, lo único que tienen en común es la tecnología y cómo el uso que se hace de ella puede afectar a nuestras vidas y volverse en nuestra contra. Estos tres capítulos os dejarán seguro con la boca abierta y puede que también con mal cuerpo.

Aún así, yo estoy deseando ver la segunda temporada de esta serie británica, que se estrena dentro de un par de semanas y constará de otros tres capítulos.


Además de estas series, tengo algunas en mi lista de pendientes como "Mad Men" (he visto sólo los primeros capítulos) o "Girls". ¿Me recomendáis alguna más? ¿Cuáles son vuestras favoritas?

¡Besos a todos y feliz domingo!