domingo, 25 de noviembre de 2012

Brunch de otoño

Aprovechando que el otoño ha traído, como cada año, un montón de frutas riquísimas y sabrosas, el Chico Pecoso y yo decidimos preparar ayer un brunch de otoño en casa. En él no podían faltar los platos típicos de un brunch, como huevos, tortitas o french toast, pero con un especial sabor otoñal, gracias a la granada, el membrillo, el caqui, las nueces o el plátano que, aunque puede comerse durante todo el año, es en otoño cuando sabe más dulce.


Preparamos dos tipos de huevos, según las preferencias de nuestros invitados. Un tipo fueron los huevos en cocotte, una receta deliciosa y rápida, que vi en el blog de Trotamundos, Food and Cook

Hay que engrasar con mantequilla cada vasito de horno y poner dentro: un huevo, dos cucharadas de nata líquida, sal y pimienta. Yo además le añadí unas tiras de jamón serrano, perejil y tomillo. Se hornean dentro de una fuente con agua hirviendo y se dejan 10 minutos a 175º.


El otro tipo de huevos que no podía faltar en un brunch son los huevos Benedict, que los preparamos de una forma algo distinta por falta de ingredientes. En lugar usar un English muffin de base, bacon canadiense y salsa holandesa para acompañar el huevo; pusimos pan de molde ligeramente tostado, jamón serrano y mayonesa de mostaza. Los servimos junto con una ensalada de granada y membrillo, aliñada con aceto balsámico de higos.


Preparamos tortitas normales y tortitas de bacon. Para preparar estas últimas simplemente hay que freír primero el bacon y luego echar sobre cada loncha (o media loncha) un poco de mezcla para tortitas y cocinarlas con normalidad. La receta para estas tortitas ricas y esponjosas es la que ya publiqué en el post sobre un desayuno de domingo.





Para acompañar a las tortitas servimos mantequilla, sirope de arce, miel y varias mermeladas artesanales de higos, paraguayos y frambuesas.


Otro de los platos dulces fueron estas french toast (una especie de torrijas) con salsa de toffee, plátano y nueces. Deliciosas.

Para hacer las french toast, batimos por cada tostada: un huevo, tres cucharadas de nata líquida, una cucharadita de vainilla y un poco de canela. Las bañamos bien en la mezcla y las freímos con un poco de mantequilla.

Aparte preparamos la salsa de toffee con 150 gr. de azúcar moreno, 150 gr. de mantequilla y 250 gr. de nada líquida. Derretimos la mantequilla a fuego bajo y a continuación añadimos el azúcar y la nata. Removemos hasta que se incorporen bien todos los ingredientes y dejamos hervir durante 5 minutos. Es una salsa fácil y de las más ricas que he probado. Me encanta. Y al enfriarse espesa bastante.

Servimos esta salsa de toffee junto a las french toast y los plátanos y nueces ligeramente fritos con un poco de mantequilla.

Otra de las cosas que hicimos fue este parfait de yogur griego con galleta María triturada, caqui y almendra crocanti. La idea de la galleta triturada con el yogur la saqué del fantástico blog The Breakfast Lover y tengo que decir que combinan de maravilla.


Y, por último, estos muffins de sirope de arce y pepitas de chocolate, que vi en el blog de Bakerella. Se pueden comer así o bañarlos en sirope de arce, y están buenísimos.

Os pongo aquí la receta en español. Originalmente es para 24 mini muffins, pero yo hice muffins normales así que me salieron doce.

- 1 taza de harina
- 1 cucharadita de levadura en polvo
- 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico
- 1/4 cucharadita de sal
- 2 cucharadas de azúcar
- 2/3 de taza de suero de leche (podéis hacerlo añadiendo una cucharada de vinagre a esta cantidad de leche)
- 1 huevo
- 2 cucharadas de sirope de arce
- 2 cucharadas de mantequilla derretida
- 1/2 taza de chips de chocolate

Precalentamos el horno a 175º. En un bol mezclamos la harina, la levadura, el bicarbonato, la sal y el azúcar. En otro bol batimos el huevo con el suero de leche, la mantequilla y el sirope de arce. Añadimos estos ingredientes húmedos a los ingredientes secos y los mezclamos con una cuchara. Añadimos los chips de chocolate a la masa, reservando algunos para colocar sobre los muffins antes de hornear. Horneamos los muffins durante 12-15 minutos. Cuando estén listos, los dejamos enfriar del todo sobre una rejilla.


Para beber preparamos té y café, según los gustos de los invitados. Además del famoso cóctel Bellini, a base de cava y zumo de melocotón.


Y para planificar todo esto me vino muy bien tener un libro de Fabriano que me compré hace unos años en Roma, donde puedes dibujar la forma de la mesa y colocar a tus invitados, escribir el menú, las personas que van a asistir, las bebidas... Yo hice dibujitos de mis invitados, que recorté y pegué en el libro. Espero que no se vean muy desfavorecidos (dibujar no es lo mío).


Como veis, un brunch con sabor otoñal nada costoso de preparar, ya que todo son platos sencillos y bastante rápidos. Y, para mí, el descubrimiento de este brunch ha sido la salsa de toffee, mucho más fácil de hacer de lo que pensaba y tan deliciosa que todavía se me hace la boca agua. Si todavía no la habéis probado, os recomiendo que la hagáis cuanto antes.

¡Feliz domingo!


domingo, 18 de noviembre de 2012

Bundt cake de chocolate

El pasado jueves 15 de noviembre se celebró, como cada año en EE.UU., el National Bundt Cake Day. Así que hoy, aunque sea unos días más tarde, he querido unirme a la celebración y preparar este delicioso bundt cake de chocolate con glaseado de chocolate. ¿Y por qué tanto chocolate? Porque mi hermana siempre me dice que publico pocas recetas de chocolate (ingrediente que la vuelve loca) y, en homenaje a ella y al día tan especial que pasamos ayer, hoy publico esta receta con doble ración de chocolate. Dedicada a mi hermana, ¡porque la quiero mil!




La receta de este bundt es de la fantástica Bea, de El Rincón de Bea; y el glaseado de chocolate es de Martha Stewart. Sin duda, una estupenda combinación. El molde para bundt cake que utilicé es el Heritage de Nordic Ware, que tiene una forma chulísima.

Ingredientes para el bundt cake

- 200 gr. de chocolate negro (yo usé Nestlé Postres)
- 120 ml. de sirope de chocolate (yo usé Hershey's)
- 250 gr. de mantequilla
- 200 gr. de azúcar
- 4 huevos grandes
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 360 gr. de harina
- 3/4 cucharadita de levadura en polvo
- 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico
- 1/2 cucharadita de sal
- 240 ml. de suero de leche (lo conseguimos añadiendo a la leche una cucharada de vinagre o zumo de limón)

Precalentamos el horno a 170º y engrasamos nuestro molde bundt de 25 cm. (yo utilizo spray antiadherente, pero podéis hacerlo también con aceite). Derretimos el chocolate al baño María junto con el sirope y lo reservamos. A continuación, mezclamos la harina, la levadura, el bicarbonato y la sal, y reservamos.

Batimos la mantequilla junto con el azúcar hasta que blanquee y quede cremosa y suave. Entonces vamos añadiendo los huevos (ligeramente batidos) uno a uno, batiendo bien después de cada adición. Incorporamos a esta mezcla el chocolate y la vainilla. Y después añadimos la harina en tres veces, alternando con el suero de leche en dos veces, para poder terminar con la harina. Batimos sólo hasta que se haya incorporado.

Vertemos la mezcla en el molde siempre desde el mismo lado, para que sea ella quien encuentre su camino (podéis leer aquí la detallada explicación de Bea sobre cómo preparar correctamente un bundt cake). Alisamos la superficie y lo horneamos durante unos 45 minutos o hasta que al pincharlo con un palillo salga limpio (a mí me tardó 60 minutos).

Cuando esté listo, dejamos enfriar en bundt cake dentro del molde sobre una rejilla durante 10 minutos exactos.



Pasado este tiempo, lo desmoldamos con cuidado y lo dejamos enfriar completamente sobre la rejilla.


Ingredientes para el glaseado de chocolate

- 85 gr. de chocolate negro
- 125 ml. de nata para montar
- 2 cucharadas de mantequilla
- 2 cucharadas de ron (opcional)

Calentamos la nata al fuego bajo y cuando empiece a hervir, añadimos el chocolate. Removemos hasta que se disuelva y lo dejamos a fuego bajo durante 2 minutos. Añadimos la mantequilla y el ron y removemos hasta que se incorporen bien. Lo dejamos al fuego, removiendo de vez en cuando, hasta que el chocolate espese un poco más. Luego lo servimos sobre nuestro bundt cake ya frío.





Un bizcocho perfecto para acompañar al café después de la comida. O para merendar, desayunar, picotear... 


Me ha encantado su textura jugosa y su intenso sabor a chocolate. El ron que lleva el glaseado le da un aroma muy suave, que combina muy bien con el sabor del chocolate.
¡Que lo disfrutéis!


domingo, 11 de noviembre de 2012

Decorando nuestra nueva casa

Como os comenté en verano, el Chico Pecoso y yo nos acabamos de cambiar de casa (de alquiler, por supuesto) y hemos estado estos últimos meses decorando la nueva casa, haciendo viajes a Ikea, intentando acoplar los pocos muebles que ya teníamos en este nuevo espacio y, en definitiva, organizándolo todo.

Las ventajas que tiene esta casa respecto a la anterior (que nos encantaba también y encima estaba en nuestro adorado Benimaclet) es que es más grande (tres habitaciones y dos baños), tiene terraza (bueno, un balcón grande) y tiene ascensor (esto es lo más importante, porque ya no tenemos que subir cuatro pisos andando todos los días).

Vais a ver que la decoración de esta casa es un poco mezcla de estilos, porque tenemos cosas que nos llevamos hace tres años de nuestras habitaciones en casa de nuestros padres y cosas que hemos ido comprando en este tiempo. Lo que me gusta es que mis padres al verla dijeron que era "muy nosotros" (aunque yo diría que es muy Ikea, porque el 90% de los muebles son de allí).



El dormitorio principal es algo pequeño, tiene una pared de armarios, la cama, las mesitas y una cómoda. La estrella del dormitorio es el cabecero "Love" de Rue Vintage 74, que descubrí justo a tiempo en uno de los fantásticos post de decoración de Macarena Gea. El resto es todo de Ikea, hasta la mantita cuadros, que tenemos igual en el salón.



Los cojines blancos los decoré yo misma con un poco de fieltro rosa, que recorté en forma de corazón y nube.



El teléfono es el modelo ePure de Swissvoice, que compramos en El Corte Inglés. Tenemos uno en la habitación y otro igual en el salón.


En una pared de la habitación tenemos el jarrón flotante que hice hace un par de meses y que os enseñé aquí. Y entre las cosas que tengo sobre la cómoda, están un par de jarras de Ikea que me encantan, un pequeño espejo y un arbolito de metal, que compré en la tienda Casa, donde cuelgo muchos de mis pendientes.



La casa tiene un pasillo bastante largo que hemos decorado con varios cuadros de películas, que tenía en mi habitación en casa de mis padres.


En la cocina pudimos personalizar la parte derecha, que estaba completamente vacía y aprovechamos para colocar una estantería y un par de bancos de trabajo. También colgamos unas baldas de pared (para colocar los cake stands) y unas barras metálicas. Todo de Ikea.



En este mismo lado colocamos también una pizarra que hicimos nosotros mismos, con un tablón grande de madera y pintura de pizarra negra.



La cocina da a una terracita que también se comunica con el comedor. En ella hemos puesto una mesa con un par de sillas y es donde hemos estado desayunando y cenando estos meses de buen tiempo.


Como en Ikea nos volvimos un poco locos comprando barras metálicas para colgar cosas, pusimos una de ellas en la terraza con unas cuantas macetitas



La cortina que se ve al fondo la pusimos nosotros para tapar la parte del lavadero, que también está en la terraza.




De esta forma podemos ocultar esta parte un poco más fea de la terraza y sólo recogerla cuando vayamos a poner lavadoras y demás. El cesto "Laundry" también es de Rue Vintage 74.

En la barandilla hemos colgado unas bolas blancas de luz solar que se encienden al anochecer. Estas, junto con algunos faroles con velas que tenemos colgados, dan una luz de ambiente muy acogedora para las cenas en la terraza.

De las otras dos habitaciones que hay en la casa, una la tenemos de momento sin amueblar, aunque esperamos que en un futuro sea la habitación del bebé (cuando nos animemos a tener niños) y la otra es una especie de estudio, habitación de juegos, lectura, etc.



En el escritorio, junto al ordenador, tenemos un par de tarros decorados, que hacen de jarrón y portalápices, algunas figuras de papiroflexia que hace el Chico Pecoso y un portalápices del skyline de Nueva York de Muji.



Sobre el escritorio tenemos varios círculos de corcho, donde hemos colocado algunos recuerdos de nuestra boda y de nuestra luna de miel.


Junto al escritorio, tenemos un tatami con muchos cojines que usamos como zona de lectura o para algunos juegos, además de servir como improvisada habitación de invitados.



En el comedor pintamos una de las paredes de color morado y colgamos en ella un reloj, que compramos en un viaje a Grecia hace ya algunos años. La mesa de comedor (de Ikea, por supuesto) puede abrirse y se hace bastante grande. Perfecta para cenas navideñas en familia.



El resto del espacio está dedicado al salón o zona de estar con muchas estanterías.


Colocamos en toda una pared del salón doce estanterías de Ikea (modelo Billy) en color blanco para poder guardar todos nuestros libros, películas, juegos...


Y también algunos objetos decorativos, como mi pequeña Alicia tomando el té.



También utilizamos otra estantería que teníamos, esta vez de Habitat (aunque muy similar al modelo Expedit de Ikea) para separar la zona del salón del comedor. La mecedora es una réplica del modelo Eames, que vi en el blog de Macarena Gea y que podéis comprar aquí.



El sofá es el modelo Kivik de Ikea en blanco, que hemos cubierto con una colcha fucsia de Zara Home (donde le gusta dormir a Totoro). Y esa pared la pintamos de un suave color gris.


Sobre el sofá hemos puesto varias láminas con algunos de nuestros personajes favoritos del cine y la televisión, diseñadas por Stanley Chow.

Y hasta aquí nuestro nuevo hogar, que pronto empezará a tener un aspecto mucho más navideño. Aunque todavía no hemos decidido dónde poner el árbol.

¡Feliz domingo!

jueves, 1 de noviembre de 2012

Manzanas de caramelo (candy apples)

Como el año pasado ya preparamos una terrorífica fiesta de Halloween en casa, este año optamos por una celebración mucho más tranquila. Simplemente preparamos unas cuantas manzanas de caramelo (uno de los dulces típicos de esta fiesta americana y también uno de mis preferidos desde pequeña) y organizamos una escalofriante sesión de cine en casa. Además de las manzanas de caramelo, también bañamos algunas de ellas en chocolate al estilo candy corn.

La receta de estas manzanas de caramelo es de Martha Stewart y podéis verla en su página web, junto con un vídeo donde explica su sencilla elaboración. El sirope de maíz yo lo compré en la tienda Taste of America.

Ingredientes:

- 2 tazas de azúcar (400 gr.)
- 3/4 de taza de agua (180 ml.)
- 1/2 taza de sirope de maíz (120 ml.)
- 1/2 cucharadita de colorante rojo
- 6 manzanas medianas o 12 minis

Mezclamos el azúcar, el agua, el sirope y el colorante en un cazo a fuego alto. Cuando empiece a hervir, bajamos el fuego a un nivel medio-alto y dejamos que hierva hasta alcanzar el punto de caramelo (unos 20 minutos). Si tenéis termómetro de caramelo, tiene que llegar a 150º. Mientras tanto, quitamos los rabitos a nuestras manzanas y les clavamos un palo de madera hasta alcanzar más o menos el centro de la manzana.

Cuando el caramelo llegue al punto deseado, lo quitamos rápidamente del fuego y bañamos las manzanas antes de que éste se enfríe y se endurezca. Luego pasamos las manzanas a un papel vegetal para que el caramelo que las cubre se enfríe del todo.

Yo compré doce manzanas (seis Golden y seis Royal Gala) y el caramelo me dio para cubrir ocho de ellas sin problemas. 

Algunas las metí en un cuenco con fideos de colores nada más bañarlas en el caramelo.


Ya sabéis lo deliciosa que es esta combinación: una manzana fresca y tierna cubierta por un caramelo dulce y crujiente.

Como os comentaba al principio, también bañamos algunas de las manzanas que nos sobraron al estilo candy corn, algo que vi hace tiempo en el fantástico blog de Amy Atlas.

Para ello utilizamos chocolate blanco, chocolate de naranja y bolitas de azúcar amarillas (non-pareils), imitando los colores de estos caramelos de maíz. Para quien no los conozca, son unos caramelos blandos típicos de Halloween, que simulan la forma de los granos tiernos de las mazorcas y tienen un rico sabor a miel. 


Porque no todos los dulces de Halloween tienen que ser aterradores.

¡Feliz Día de Todos los Santos!