Hace un par de semanas os hablé de las mejores cosas de nuestro viaje a Nueva York, pero me faltaba hablaros de la otra mitad de nuestra luna de miel: Las Vegas. Como en el post sobre NY, he hecho una selección con las mejores cosas de nuestro viaje a Las Vegas.
1. La bienvenida a Las Vegas
Después de
haber visto la ciudad en tantas películas y series, cuando llegamos a Las Vegas Boulevard y vimos el cartel iluminado dándonos la bienvenida a la
fabulosa Las Vegas… no podía creer
que estuviéramos ahí. Es una ciudad deslumbrante, llena de luces y de hoteles espectaculares. Una ciudad hecha para divertirte. Y eso fue lo que hicimos en los cuatro días que estuvimos allí.
2. Los hoteles y casinos
Como os decía antes, hay
hoteles y casinos realmente espectaculares en Las Vegas. Algunos son clásicos, como el
Bellagio, otros tienen una montaña rusa gigante, como el
Hotel New York, y otros reproducen los canales de Venecia con un soleado cielo pintado sobre tu cabeza, como
The Venetian. Por supuesto, visitamos todos estos hoteles y casinos, entre los que se encontraba el mítico
Hard Rock, cuya guitarra gigante se ha convertido ya en un icono más de Las Vegas.
Nuestro hotel,
Aria, es uno de los últimos que se han construido en la ciudad. Si vais a Las Vegas os lo recomiendo porque es precioso, sus habitaciones son gigantes y en ellas todo se controla con una especie de tablet: la luz, las cortinas, la música, la televisión, la temperatura... Además, entre sus muchos establecimientos, cuenta con una pastelería del repostero
Jean Philippe, donde todos los dulces son extraordinarios.
3. Desayunar en la habitación del hotel con
vistas al Strip
En Nueva York nos levantábamos pronto para
recorrer la ciudad y tener tiempo para ver y hacer muchas cosas; pero en Las Vegas
todo es más relajado. Puedes despertarte más tarde y desayunar tranquilamente
en tu habitación mientras ves cómo la ciudad sigue su ritmo. En Las Vegas los casinos nunca cierran y, salgas a la hora que salgas, puedes ver a un montón de gente jugando en las mesas o caminando por
el Strip, la calle principal de la ciudad, donde se acumulan la mayoría de los grandes casinos.
4. Ver un espectáculo de Elvis
Una de las cosas obligadas para hacer en Las Vegas es ver un espectáculo del Rey del rock. A diferencia de lo que creíamos, no hay tanta gente por la calle disfrazada de Elvis, pero sí hay bastantes espectáculos en los casinos relacionados con él. Casualmente, en nuestro hotel estaba el espectáculo más importante sobre Elvis, representado por el
Circo del Sol, así que fuimos a verlo.
"Viva Elvis" es un emotivo recorrido por la
vida del cantante, acompañado por sus mejores canciones y las acrobacias del circo del sol. Un
espectáculo increíble, que te hace adorar todavía más la música de Elvis.
5. Cenar con cócteles
Esto se puede hacer en
muchos sitios, pero allí es bastante más habitual. En España solemos cenar con
vino y después ya pasamos a las copas. Aquí me pareció
muy divertido ir
probando distintos cócteles durante la cena. En las fotos, podéis ver algunos de los cócteles que tomamos (de izquierda a derecha y de arriba a abajo): Berrylicious, Martini de pepino, algodón de azúcar y mango picante. ¡Riquísimos!
6. Visitar una wedding chapel
Volver a
casarnos no era uno de nuestros planes en Las Vegas, aunque supongo que puede ser algo muy divertido. Lo que sí hicimos fue visitar algunas de las wedding chapels que había en casinos como el
Flamingo o el Bellagio, eran jardines interiores muy cuidados con gazebos para celebrar los enlaces. Pero la más famosa de todas las wedding chapels dicen que es
"Graceland Wedding Chapel", una de las más antiguas de Las Vegas y donde, además, imitadores de Elvis ofician las bodas. Por lo visto, muchos famosos se han casado en esta capilla, como el cantante Bon Jovi. Una pena que estuviera un poco alejada y no tuviéramos tiempo de ir a verla.
7. Disfrutar de una relajante tarde en pareja
Al no tener prisa, otra de las cosas que puedes hacer (y que viene genial
después de una semana sin parar en NY), es disfrutar de una
relajante tarde de spa y masaje en pareja (yo, además, aproveché para hacerme la manicura). Nosotros no nos movimos de nuestro hotel Aria, porque tenía unas instalaciones y servicios muy atractivos, pero uno de los sitios más recomendados de masajes en Las Vegas es el
"Bocaray Massage", aunque está bastante alejado del centro. Este tipo de cosas puedes disfrutarlas en cualquier sitio, pero hacerlo en tu luna de miel, mejora la experiencia.
8. Los contrastes
La gente va a Las Vegas a divertirse y gastarse el dinero de muchas formas distintas. Puedes desde
comprar en tiendas caras (Prada, Tiffany & Co., Louis Vuitton, Gucci...), hasta
visitar clubs de striptease. Todo está unido y, por eso, llaman más la atención los contrastes. Es como un parque temático para adultos con muchos entretenimientos, donde todo está diseñado para que te gastes dinero (atravesar un casino sin perderte entre sus máquinas y mesas de juego es casi misión imposible).
9. Cenar en el Hotel París
El
Hotel París
tiene un
restaurante en forma de Torre Eiffel, y uno de sus mayores atractivos es estar situado justo
en frente del Hotel Bellagio. Mientras tomas una deliciosa (aunque nada barata) cena,
puedes disfrutar del
espectáculo de las fuentes del mítico hotel y contemplar
toda la avenida de hoteles y casinos iluminados. Os recomiendo reservar con antelación para que os den una de las mesas junto a la ventana.
Lo mejor de la cena fue el postre que pedí, un riquísimo (y enorme)
soufflé de
pistacho, que os enseño más abajo. El camarero, al traérmelo, me dijo que la gente siempre pedía el soufflé de chocolate, pero que éste era su favorito.
10. Ganar
No
puedes ir a Las Vegas y no jugar en sus casinos. La ciudad tiene muchos atractivos, pero obviamente el juego es el mayor de ellos. No importa la hora que sea, siempre verás a gente jugando en los casinos; pero a primera hora de la noche es cuando más personas se reúnen en torno a las mesas de juego. Aunque parezca que pasas desapercibido entre tanta gente, hay
muchísima vigilancia. Al minuto de sentarme en una mesa de ruleta y antes incluso de poder cambiar fichas, se me acercó un señor para pedirme el carné (la edad mínima para jugar son 21 años y yo tenía 29, así que le agradezco el cumplido).
Nuestra experiencia con el juego en Las Vegas fue muy positiva. En la
ruleta perdimos y enseguida recuperamos, en las
máquinas no tuvimos mucha suerte, pero en el
blackjack ganamos ¡150 dólares! Ya era divertido simplemente jugar en Las Vegas, pero ganar… mucho más.
Extra: El Gran Cañón
La
excursión al Gran Cañón del Colorado fue una de las cosas más recomendables que
hicimos en nuestra luna de miel. Cuando estuvimos en Nueva York aprovechamos para ver las cataratas del Niágara, y nos parecieron muy bonitas, pero
no es algo que te deje sin palabras. El Gran Cañón, sí. Es realmente espectacular y supera a cualquier otro sitio que haya visitado. Ninguna
foto refleja la inmensidad y belleza de ese lugar. Además, en la zona hay muchas ardillas monísimas que enseguida vienen a pedirte comida. Pero es mejor no dejar que se acerquen demasiado por el tema de las pulgas...
Y hasta aquí nuestra luna de miel. Espero que os haya gustado y os sirva un poco de guía por si algún día visitáis la fabulosa ciudad Las Vegas, algo que os recomiendo hacer.
¡Feliz semana!