domingo, 24 de mayo de 2015

Batidos bicolor de vainilla y fresa

Los batidos hechos con helado son una de mis bebidas favoritas, ¡me chiflan! Es algo que tomo de vez en cuando en casa como postre o para merendar; por eso, el Chico Pecoso ya se ha convertido en todo un experto preparándolos. Estos deliciosos batidos bicolor de vainilla y fresa que os traigo hoy los preparamos para la fiesta de cumpleaños de Miranda, pero con las prisas los colores no quedaron bien separados. Así que a continuación os enseño el sencillo paso a paso para que os queden perfectos.

La idea de estos batidos la sacamos del libro de Amy Atlas, Sweet Designs, pero hemos hecho alguna pequeña modificación en la receta.

Ingredientes: (para 4 batidos)

- 500 ml. de helado de vainilla
- 500 ml. de helado de fresa
- 300 ml. de leche (aproximadamente)

Para decorar:

- 200 ml. de nata para montar
- 4 cucharadas de azúcar
- Sprinkles o fideos de colores
- Guindas o cerezas

Batimos el helado de vainilla con unos 150 ml. de leche. En lugar de echar toda la leche de golpe, lo mejor es ir añadiéndola poco a poco hasta conseguir la consistencia deseada. Llenamos los vasos de batido a la mitad y los metemos en el congelador durante media hora aproximadamente. 

A mí no me gustan los batidos totalmente líquidos, sino más bien densos. Además, en este caso os quedarán mejor divididos los sabores y colores si los hacéis con un poco más de cuerpo. Luego, al servir los batidos, el helado se irá derritiendo y se podrá beber fácilmente con una pajita, así que no os preocupéis si veis que tienen mucha consistencia.

Después batimos el helado de fresa con el resto de la leche, igual que hemos hecho con el anterior, y llenamos la otra mitad de los vasos. Los guardamos en el congelador mientras montamos la nata para decorarlos.

Montamos la nata con el azúcar y, con la ayuda de una manga pastelera, decoramos nuestros batidos.


Añadimos también unos cuantos sprinkles de colores.

Y una guinda o cereza para acabar de decorarlos. Yo suelo usar guindas en almíbar y les añado rabitos de cereza para que queden más bonitas.

Colocamos una pajita en cada vaso y ya estarán listos para degustar.

Es un batido sencillísimo de hacer y muy rico. En España me cuesta encontrar sitios donde tomar un buen batido de helado, porque tienen la manía de echarles azúcar (lo que le da un sabor artificial que no me gusta nada) y mucha leche. Si queréis tomar un buen batido al estilo americano como los que sirven por ejemplo en VIPS o Tommy Mel's os recomiendo que la cantidad de leche nunca sea más del 50% de la cantidad de helado. Y si al probarlo veis que os ha quedado con poco sabor porque os habéis pasado con la leche, nunca le añadáis azúcar, echad más helado. ¡Probadlos y me contáis!

¡Feliz domingo!


domingo, 17 de mayo de 2015

DIY: Guirnalda de flores naturales

Hoy quería mostraros cómo hacer paso a paso una guirnalda de flores naturales (o mejor dicho, de ramas con flores), como la que hice hace dos semanas para decorar la fiesta de cumpleaños de Miranda. Es un DIY mucho más fácil de lo que parece y su elaboración es muy similar a la corona de flores naturales que publiqué hace un par de años. 

Mi idea era que fuese una guirnalda sencilla, sin demasiadas flores, para que pareciera una rama sacada de un jardín o un bosque en el que celebrar una "tea party". Pero por supuesto vosotros podéis ponerle tantas flores como queráis.

Aparte de las flores y ramas que queráis emplear, necesitaréis los siguientes utensilios:

- Alambre de aluminio de color verde de 1,5 mm de diámetro aproximadamente, con el doble de largo de lo que queráis la guirnalda (la nuestra era de 2,5 metros, así que usamos un alambre de 5 metros). Obviamente, podéis cortar o empalmar alambres para adaptaros a la medida que necesitéis.
- Alambre de jardinería de 0,7 mm de diámetro.
- Alicates para cortar y apretar los alambres.
- Clavos sujetacables para colgar la guirnalda de la pared (los míos son de Ikea).

En cuanto a las flores, nosotros necesitamos dos ramos completos de eucalipto (sobraron sólo algunas ramitas), unas cuantas ramas de paniculata y una docena de margaritas rosas.

Lo primero que debemos hacer es doblar el alambre de aluminio por la mitad y enroscarlo ligeramente sobre sí mismo. Iremos fijando ramas de eucalipto al alambre con pequeños trozos de alambre de jardinería, que enroscaremos a lo largo de la rama.

Lo recomendable es ir poniendo la siguiente rama a mitad de la anterior, para que se vayan solapando y la guirnalda quede más frondosa.

Es mejor escoger las ramas de eucalipto que están compuestas por varias ramas (reservaremos las ramas sueltas para rellenar) y sujetar únicamente la del medio, para que las otras caigan sueltas al colgar la guirnalda de la pared.

Una vez hemos llenado todo el alambre con ramas de eucalipto, rellenamos los huecos que queden con algunas de las ramas sueltas que habíamos reservado.

A continuación, escogemos unas cuantas ramitas de paniculata y las colocamos entre las ramas y alambres de nuestra guirnalda.

A veces simplemente encajándolas entre las ramas quedarán bien sujetas, pero otras veces puede que sea necesario usar alambre de jardinería para fijarlas.

Luego seleccionamos las flores que queremos colocar en nuestra guirnalda. Yo os recomiendo que éstas las pongáis una vez hayáis colgado la guirnalda de la pared, así vais viendo cómo quedan.

Nosotros, antes de colocar definitivamente la guirnalda sobre la mesa de dulces del cumpleaños, la colgamos en la pared de nuestra habitación para ver cómo quedaría y decidir qué flores poner y cuántas. De hecho, añadimos de prueba más flores de otros colores que finalmente decidimos quitar, buscando la sencillez.

Se me ha olvidado comentar al principio que, al ir colocando las ramas de eucalipto, lo hice siempre en el mismo sentido (de derecha a izquierda), excepto en el primer extremo, donde coloqué ramas en el otro sentido para que los dos lados terminaran igual (en la imagen de abajo podéis ver el lugar donde se encontraron las ramas de sentidos opuestos).


Al colgar la guirnalda sobre la mesa de dulces, la curvamos un poco para que se adaptara mejor al tamaño de la mesa.

Para colgarla de la pared usamos dos clavos sujetacables en los extremos, como los que os he enseñado al principio. Son perfectos porque tienen espacio para sujetar la rama y aguantan muy bien su peso. Si queréis podéis poner alguno más para dar forma a la guirnalda, o en el centro para sujetarla mejor.

Os recomiendo que hagáis la guirnalda como mucho el día anterior y la colguéis sin las flores (es mejor colocarlas poco antes de la fiesta), porque el eucalipto y la paniculata no se estropean por estar un día sin agua, pero las margaritas y otras muchas flores, sí. Tampoco hagáis la guirnalda con demasiada antelación porque el eucalipto al secarse pierde elasticidad y sus hojas se rompen fácilmente.

Ya habéis visto lo fácil y rápido que es este DIY (yo misma pensaba que tardaría mucho más), así que os animo a darles un toque primaveral a vuestras fiestas venideras decorándolas con preciosas guirnaldas de flores. ¡Yo estoy deseando hacer la próxima!

¡Feliz domingo!


domingo, 10 de mayo de 2015

El primer cumpleaños de Miranda: una "tea party"

Como sabéis, el domingo pasado celebramos el primer cumpleaños de Miranda y, para la ocasión decidimos organizar una "tea party" (con sus abuelos, tíos y primos) inspirada en "Alicia en el país de las maravillas", uno de mis libros favoritos que además este año celebra su 150 aniversario.


Contamos con muy poco tiempo para prepararlo (estuvimos de obras en casa hasta 4 días antes de la fiesta) y algunas cosas fueron un poco improvisadas, pero afortunadamente, si algo tengo en casa son tazas, teteras y demás utensilios para el té. Además, esa espontaneidad iba genial con el estilo alocado tan característicos del capítulo "A mad tea party" ("Una merienda de locos", en español) de Alicia.

Tanto las invitaciones (que os enseñé aquí) como el resto de la preciosa cartelería la diseñó Gabriela, del blog Nina Designs, que captó a la perfección la idea que buscaba para esta "tea party". Y fue precisamente ella quien me sugirió esta temática para la fiesta hace ya más de un año (cuando todavía estaba embarazada de Miranda) en el post que publiqué sobre cómo preparar un auténtico "afternoon tea" en casa. Así que, Gabriela, gracias por partida doble.

Mi ilusión habría sido tener una casa con jardín para poder preparar una verdadera "tea party", pero como eso no era posible, decidimos trasladar el jardín al salón de nuestra casa, poniendo una guirnalda de flores (mucho más fácil de hacer de lo que os podáis imaginar) para decorar la pared de la mesa de dulces y llenando teteras y tarros de cristal con rositas silvestres, margaritas y otras flores en la mesa principal.

La mayoría de los platos que preparamos para la fiesta fueron los típicos que se toman en un "afternoon tea" inglés, como scones, sandwiches, bundt cake de arándanos, Victoria cake... 

Para colocar en alto la tarta de cumpleaños utilicé este estante de Ikea, una idea genial que vi en el bonito baby shower que preparó Macarena el año pasado para la llegada de su hijo Mateo.




También servimos mousse de limón y chocolate blanco, magdalenas de frambuesa (tomando como base esta receta), merengues crujientes de fresa (los encargué en una panadería al lado de casa, para no tener tanto trabajo) y macarons, que compramos en Avenue Macaron.

Mi madre me dejó su preciosa vajilla inglesa para servir las mousses, que está decorada con imágenes de cottages y la campiña (ya conocéis mi debilidad por este sitio).



El cake stand azul con varios platos y una taza, que veis en las fotos, lo hicimos el Chico Pecoso y yo hace un par de meses y ya os enseñé el paso a paso en el blog.

La bebida principal de la fiesta fue por supuesto el té, con distintas variedades, para tomar solo o acompañado de leche o limón. Pero también servimos limonada en un dispensador y, aunque no son muy de "afternoon tea", unos riquísimos batidos bicolores de vainilla y fresa, que preparó el Chico Pecoso.




Luego en la mesa principal colocamos tazas para todos, platos, teteras con agua caliente, otras con flores, jarritas para la leche, rodajas de limón para acompañar el té, azucarillos blancos y morenos, distintas variedades de tés, servilletas, infusores...

Y, como no podía faltar, lemon curd para acompañar los bizcochos y clotted cream con distintas mermeladas para untar en los scones.


Junto a las mermeladas colocamos un divertido cartel con la frase: "Mermelada mañana y ayer, pero nunca hoy", del libro "A través del espejo y lo que Alicia encontró al otro lado", que ya sabéis que es la continuación de "Alicia en el país de las maravillas".


También colocamos un rinconcito junto a la mesa de dulces con algunas fotos de este primer año de Miranda y unas cuantas cajitas de detalles, que regalamos a los invitados al marcharse.

La pizarrita la compramos en My Home Style (es de lo poco que me dio tiempo a encargar, gracias a que son rapidísimos con los envíos y me llegó al día siguiente de hacer el pedido) y las cajitas son de Selfpackaging, que afortunadamente tengo un montón en casa.

Dentro de las cajitas pusimos algo parecido a lo que preparamos en el baby shower de mi sobrina Martina hace ya tres años: un tarrito de lemon curd, dos variedades de tés de Tea Shop (negro y blanco), unas cuantas galletas de Crabtree & Evelyn de mis sabores preferidos: limón y frambuesa, y varias fotos actuales de Miranda atadas junto a una pequeña llave, para que se llevaran de recuerdo.

Todo decorado con las preciosas etiquetas de Nina ilustradas con relojes, tacitas, teteras y ojos de cerradura al estilo Alicia.

Miranda disfrutó mucho de la fiesta, sobre todo con los globos que atamos a su trona. Y nosotros nos lo pasamos fenomenal con ella, nos pusimos las botas con tanta comida e hicimos un montón de fotos para recordar su primer cumpleaños.

Espero que os haya gustado nuestra "loca tea party" y hayáis disfrutado tanto viendo las fotos como nosotros preparándola.

¡Feliz domingo!