Esto me recordó que hacía tiempo que quería compartir con vosotros algunos consejos básicos que personalmente siempre tengo en cuenta a la hora de hacer un picnic. La mayoría son bastante obvios, pero otros los he aprendido después de unos cuantos picnics (lo habréis visto en los diferentes posts sobre este tema que he ido publicando en el blog):
1. Elige el lugar
La lista de lugares donde podéis hacer picnics es muy larga: campos, parques, lagos, ríos, montañas, playas... Nosotros incluso hicimos uno una vez junto a una preciosa cascada, en el Salto de la Novia. Lo más importante del sitio es que estemos cómodos, que no sea complicado llegar con las cosas del picnic y que las vistas sean bonitas. Mis sitios preferidos son los que tienen agua cerca y mucho verde.
2. Que la hora del día no te limite
No hace falta que todos los picnics sean a la hora de la comida, podemos adaptar el lugar y la comida a la hora que más nos apetezca. Yo disfruté muchísimo del picnic desayuno que hicimos en un parque cercano a nuestra antigua casa. En julio en Valencia hace mucho calor, pero como era temprano, el sol no calentaba demasiado (aunque igualmente nos pusimos a la sombra). Además, a esa hora no había prácticamente nadie en el parque y todo estaba muy tranquilo.
Otra opción distinta de lo habitual fue el picnic de invierno que hicimos en la Albufera mientras disfrutábamos de la puesta de sol con un chocolate caliente y unas cookies.
3. La importancia del mantel
En nuestros primeros picnic llevábamos únicamente una manta o un mantel donde servir la comida y sentarnos cómodamente. Esto en muchos sitios es suficiente, pero en otros el césped puede estar húmedo y, al cabo del rato, se empieza a calar esa humedad a través del mantel o la manta. Por eso ahora nosotros siempre llevamos un mantel impermeable para poner debajo de la manta que vayamos a utilizar.
También venden mantas de picnic con una cara impermeable (como la que nos pusieron en el picnic en la campiña inglesa) para evitar estas cosas. Por cierto, un arnés para mantas (podéis ver una foto del mío un poco más abajo) viene fenomenal para transportar cómodamente las mantas o manteles que vayamos a usar en el picnic.
4. Lleva comida fácil de transportar y servir
Obviamente hay que evitar alimentos que deban servirse recién hechos y que haya que comer calientes o muy fríos (a no ser que sean bebidas en un termo), pero también los que sean difíciles de transportar o los que haya que comer con cuchillo y tenedor. Lo mejor son cosas que se puedan comer con la mano o simplemente pinchar con un tenedor. Si queremos llevar algo de carne, lo recomendable es que sea en bocadillo, sandwich o en forma de "nuggets", por ejemplo. También van muy bien las tartas, tanto dulces (tipo "pie") como saladas (tipo quiche), que se puedan comer a temperatura ambiente y sean fáciles de transportar. Y también las ensaladas o incluso las tablas de quesos, ya que éstos se pueden comer fácilmente solos o con un poco de pan.
Una opción para llevar las ensaladas u otros platos en formato individual es utilizar tarros de cristal, como hicimos nosotros con los yogures con cereales y fruta del desayuno. Para la bebida, las botellas individuales son mejores que los vasos o copas, porque nos ahorramos el problema de servir líquidos y además pueden estar cerradas mientras no estamos bebiendo, lo que evita posibles derrames.
5. Planifica
No es sólo porque yo sea una loca de las listas, es que en este caso es fundamental. Imagina que has recorrido una hora en coche para llegar a esa preciosa cascada y al llegar te das cuenta de que se te han olvidado las bebidas o el mantel.
Haz una "checklist" con todas las cosas que creas que necesitas para el picnic y comprueba antes de salir que no se te olvida nada. Aquí os podéis descargar una lista para imprimir (en inglés). Si es un picnic en grupo, podéis usar Google Drive para editar un documento entre todos de forma colaborativa y saber qué va a llevar cada uno.
6. Comodidad ante todo
En nuestros primeros picnics pecamos de novatos en este tema, siempre llevábamos muchísimo peso y, si no podíamos aparcar cerca del sitio, nos costaba una barbaridad cargar con todo hasta el lugar del picnic. Yo tengo una cesta de picnic grande muy bonita (para cuatro personas con platos, copas, tazas, cubiertos...), que me regalaron mis amigos hace unos cuantos años, y precisamente es la que menos hemos llevado de picnic (solamente un par de veces) por lo mucho que pesa.
Lo mejor es que, con vuestra "checklist" delante, seleccionéis sólo lo necesario y lo acopléis para que quepa todo en una única cesta cómoda y manejable.
7. Algunas cosas imprescindibles
Si nunca has hecho un picnic antes, hay cosas en las que no piensas y que ahora a mí me resultan imprescindibles. En esta categoría están las bolsas de basura, para recoger todo una vez finalizado el picnic, servilletas o toallitas de sobra, una tabla de madera para cortar o servir comida y para llenar de forma más estable tazas o vasos, un buen cuchillo (las cucharas y tenedores pueden ser de madera o plástico, pero los cuchillos si queremos que corten, mejor que sean de verdad). Y, aunque en principio vayamos a estar a la sombra, nunca viene mal llevar un sombrero y, por supuesto, protección solar.
8. Si estás de viaje, busca restaurantes con picnics para llevar
Como habéis visto en la lista de posts sobre picnics, prácticamente ninguno de nuestros viajes se libra de un buen picnic. Cuando planificamos los viajes siempre buscamos en el destino en cuestión alguna tienda o restaurante que ofrezca servicio de picnics para llevar a algún parque cercano.
En Roma, encargamos un picnic en el delicioso restaurante Gina y lo pudimos disfrutar en Villa Borghese, un precioso parque con lago incluido a unos pocos metros del restaurante. Y en la campiña inglesa encontramos Cowley Manor, uno de los sitios más bonitos que he tenido la suerte de visitar, donde nos prepararon un picnic increíble para disfrutar en sus enormes jardines.
9. Si no los encuentras, olvídate de todo lo anterior e improvisa
Tanto en Alsacia como en Nueva York, no encontramos ningún sitio como los que os comentaba en el punto anterior, así que organizamos los picnics nosotros mismos con muy pocas cosas. En Alsacia fuimos al mercado de Colmar, compramos algo de comida típica de la zona, copas de plástico y un par de cuchillos y nos fuimos a un precioso parque a disfrutar del picnic.
En Nueva York fue todavía más improvisado, simplemente fuimos a Dean & Deluca, compramos la comida y bebida que quisimos y utilizamos sus bolsas gigantes de improvisado mantel (y asiento) sobre el césped de Central Park.
10. Disfruta de la compañía
Da igual que nuestro picnic esté perfectamente organizado o que sea totalmente improvisado, lo más importante de todo es disfrutar de ese rato en buena compañía. Y si encima la comida es deliciosa y las vistas son preciosas, un sencillo picnic se convierte en un plan diez.
Espero que estos pequeños consejos os ayuden a planificar vuestros picnics con facilidad y a no olvidar ningún detalle importante, pero si aún así se os olvida, recordad que podéis disfrutar de un picnic con muy poco y en cualquier parte.
¡Feliz domingo!