El martes que viene, mi sobrina Martina cumple ya un año (y parece que fue ayer cuando preparamos su baby shower), así que el Chico Pecoso y yo hemos querido fabricarle este bonito tipi indio para su habitación, que es mucho más fácil de hacer de lo que parece. A continuación os muestro cómo.
Sólo necesitamos 6 palos de bambú (yo los compré en Leroy Merlin), una pieza de tela de 1x2 metros, tijeras y cuerda.
Es conveniente que los palos no sean demasiado largos, para que no nos salga un tipi muy grande. Los nuestros los cortamos para que midieran 1,30 metros. Si no tenéis sierra en casa, en Leroy Merlin mismo los podéis cortar a la salida.
Colocamos tres de los palos y los atamos con un poco de cuerda. Luego ponemos los tres palos restantes y los fijamos bien con más cuerda.
Atamos la base hexagonal de nuestro tipi con cuerdas, dejando una separación de 54 cm. entre cada palo, para mantener el tipi estable y que no se abran las patas.
Luego cortamos la tela, según este dibujo del Chico Pecoso. Para cortar las dos esquinas a la vez, doblamos la tela por la mitad, de manera que tenemos un cuadrado de tela de 1x1 metro. Entonces, desde la esquina que marca el dibujo, medimos 73 cm. hacia los lados y 38 cm. en diagonal.
Dibujamos las líneas sobre la tela y cortamos.
Después, en las 6 esquinas de la tela donde irán colocados los palos, cosemos un pequeño retal para que haga de sujeción y ayude a la tela a tensarse sobre el tipi.
Hacemos un corte semicircular en la parte superior de la tela y la colocamos sobre la estructura, metiendo los palos por las sujeciones que hemos cosido antes. Y, a continuación, colocamos los dos trozos de tela que nos habían sobrado de las esquinas sobre la parte superior del tipi, cubriendo las cuerdas y la parte delantera.
Para decorar el tipi, hicimos un banderín con tela de saco y cordón rústico, que colocamos en la parte de arriba.
Cubrimos la base de nuestro tipi con algunas alfombras y cojines para hacerlo más acogedor y ya está listo. Además, podemos adornarlo con luces por dentro para que los niños puedan usarlo también de noche.
Es muy fácil de montar y desmontar. Nosotros lo fabricamos en nuestro salón y luego simplemente quitamos las telas y juntamos un poco los palos, para llevarlo a casa de Martina y volver a montarlo dentro de su habitación.
A Martina le encantó su nuevo tipi indio y ya no había quien la sacara de ahí.
¡No me digáis que no está para comérsela!
Como veis, una casita sencilla y divertida en forma de tipi indio que encantará a los peques de la casa.
¡Feliz domingo!