domingo, 18 de diciembre de 2016

Barra de chocolate caliente

Llevaba tiempo queriendo preparar una barra o buffet de chocolate caliente y la semana pasada preparamos por fin esta pequeña merienda pre-navideña en compañía de algunos amigos, aprovechando que nuestro amigo Néstor (a quien fuimos a visitar hace unos meses a la Serranía de Cuenca) estaba ya de vuelta en la ciudad y todos teníamos muchas ganas de verle.

La  decoración intentamos que fuera muy sencilla porque con el tema navideño enseguida se me va la mano (como podéis ver en este post de 2012), así que simplemente pusimos una guirnalda de piñas que compramos en El Corte Inglés (en realidad son dos guirnaldas unidas), con algunas flores de algodón y detalles en rojo sobre la mesa.

En  la pared colgamos también una lámina que encontré en Pinterest sobre esta temática, a modo de instrucciones simulando una pizarra.

Fue muy divertido que cada uno se preparara el chocolate a su gusto. Pusimos chocolate blanco en polvo, cacao puro y cacao especiado al estilo mexicano (que preparamos con canela, guindilla, clavo, vainilla y nuez moscada), además de pepitas de chocolate negro, blanco y con leche. Todo esto, a elección de cada uno, se mezcla con leche caliente para hacer el chocolate.

Además, preparamos un cazo aparte con chocolate caliente (usando la receta que os enseñé aquí) y lo servimos en la mesa de comedor, sobre todo para las niñas, pero también para los que quisieron pasar directamente a los toppings.

Compramos dos botellas de sirope de caramelo y vainilla en la tienda Casa para aromatizar el chocolate (se puede usar también para el café) y añadimos otra botella con sirope de chocolate.

Servimos también nata recién montada, que no puede faltar para acompañar un chocolate caliente, y diferentes sprinkles: fideos de chocolate, fideos multicolor y bolitas rojas de azúcar.


Sobre los bastones de caramelo os diré que no son únicamente un adorno, como mucha gente piensa, sino que se utilizan para dar al chocolate un delicioso aroma a menta, a la vez que lo endulzan. De ahí que veáis siempre dentro de las tazas de chocolate caliente estos clásicos "peppermint candy canes".

Las nubes o marshmallows también son un clásico topping en los chocolates calientes, que se deshacen con el calor y quedan muy cremosos. Servimos marshmallows grandes para los adultos y marshmallows más pequeños para las niñas. Y, por supuesto, ramitas de canela para quien quisiera aromatizar así su chocolate.

Como merienda, para acompañar el chocolate, pusimos barquillos, Mikados de chocolate negro, galletas caseras de jengibre y tartaletas de Bonne Mamam.

Las galletas de jengibre las hicimos Miranda y yo el día anterior con esta receta, porque, como os conté en Instagram, hacer galletas se ha convertido en su nueva afición favorita y a nosotros nos parece un plan casero genial.

Como no queríamos complicarnos mucho con la fiesta por falta de tiempo, el resto de dulces los compramos en lugar de prepararlos. Estas tartaletas de Bonne Mamam no las habíamos probado nunca y están riquísimas, tanto las de mermelada como las de chocolate y caramelo salado.

Las latas de galletas y las servilletas las compramos en Ikea. También son de allí los tarros herméticos de cristal, que ya teníamos en casa, así como las tazas y cuencos pequeños.

Preparamos también unos tarros con los ingredientes para hacer chocolate caliente (que ya os enseñé aquí) para que los invitados se los llevaran a su casa. Es un detalle facilísimo de preparar y muy bonito.

Si  os gusta el chocolate caliente, ésta es una idea muy sencilla y divertida para una pequeña fiesta invernal, que podéis adaptar tanto para un cumpleaños como para las reuniones familiares tan habituales de las fechas que se aproximan.

Debéis saber también que este tipo de chocolate caliente no es un chocolate espeso como el típico español para mojar churros, sino un chocolate más liquído para beber, como el que os podéis encontrar en Starbucks, por ejemplo.

Si  tenéis dudas de dónde encontrar alguna de las cosas que he puesto, podéis preguntarme en los comentarios, pero todos los chocolates, marshmallows y sprinkles los podéis comprar en tiendas de repostería.

Toda esta barra de chocolate caliente la colocamos sobre el escritorio que tenemos en el salón y luego dispusimos la mesa de comedor para que la gente se sentara. Allí servimos el cazo con chocolate caliente recién hecho, azúcar moreno para quien escogiera cacao puro o cacao especiado y unos cuantos toppings más (aparte de los de la barra), que fue lo que más gustó a las pequeñas asistentes a la merienda.

Pusimos copos de nieve de azúcar, avellana crujiente, mininubes y micronubes (las nubes grandes no las pusimos al alcance de las niñas porque son uno de los alimentos que más riesgo tienen de producir atragantamiento).

También preparamos estrellas de nata congelada para servir sobre el chocolate caliente. Es una idea que os enseñé hace tiempo en Instagram y me encanta, porque se puede hacer con cualquier forma utilizando simplemente un cortador de galletas.

Y,  como ya no nos veremos hasta dentro de unas semanas, aprovecho para desearos una MUY FELIZ NAVIDAD. Espero que disfrutéis mucho de los momentos en familia, los planes festivos, las comidas entre amigos y las tardes caseras, pero sobre todo, que hagáis muchos dulces y que los compartáis con vuestros seres queridos. Nos vemos en 2017.

¡Feliz domingo y felices fiestas!