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domingo, 8 de enero de 2017

Recordando 2016

Como cada año, hoy os traigo una pequeña recopilación de lo que he ido publicando en el blog a lo largo de 2016. Y digo pequeña porque, desde que comencé este blog hace casi 8 años, éste ha sido el año que menos posts he publicado. Como ya os comenté aquí a finales de 2015, no quería que el blog se convirtiera en una obligación, porque ahora me apetece pasar más tiempo con mi familia y hacer planes con Miranda, más que meterme en la cocina a preparar tartas. Por eso, durante 2016, he publicado pocos postres (aunque he preparado bastantes más, sobre todo de recetas que ya conocíais) y hemos disfrutado más de viajes y fiestas.

El segundo cumpleaños de Miranda nos hacía mucha ilusión, especialmente por la temática de picnic que tanto nos gusta, así que preparamos la fiesta en nuestro parque favorito de Valencia y, al ser al aire libre, pudimos invitar a un montón de amigos que vinieron a disfrutar del cumple con sus peques.

En ese mismo parque, hicimos también una pequeña merienda este verano. Y es que, a falta de jardín propio, hay que aprovechar lo que nos ofrece la ciudad, y ya sabéis que nosotros disfrutamos muchísimo comiendo al aire libre.

Nos encantó poder visitar Port Aventura con Miranda por primera vez. Aunque nosotros no pudiésemos subirnos en muchas atracciones, ésta es la vez que más hemos disfrutado del parque. Y, por supuesto, el próximo año queremos repetir.

Nuestra escapada a la Serranía de Cuenca también fue una experiencia preciosa. Nos encanta la montaña y ahí pudimos desconectar, disfrutar de sus paisajes, hacer un picnic (esto era previsible, lo sé) y enseñarle a Miranda un montón de animalitos.

2016 ha sido el año que más viajes he publicado en el blog, aunque uno de ellos lo hicimos a finales de 2015, nuestra escapada a Ginebra y Chamonix-Mont Blanc, que fue nuestro primer viaje fuera de España con Miranda, pero su segunda vez en avión. Hace poco leí que Ginebra es la ciudad más cara de Europa y no me extraña en absoluto, porque todo costaba cuatro veces más que en España.

En verano también estuvimos en León, como cada año, visitando a mi familia, pero esta vez fuimos en tren porque Miranda suele vomitar en los viajes en coche y lo pasa fatal. Aquí os enseñé mis sitios favoritos para ir de tapas por la ciudad.

Y en lo que respecta a los postres, además de todas las tartas que he preparado en picnics, fiestas y cumpleaños, con recetas que ya conocíais, he hecho tres nuevos postres que me han encantado: una tarta Selva Negra a la que le tenía muchas ganas, un rico banana bread servido en tarros con buttercream de Nutella y una tarta de arándanos, con la que os enseñé cinco maneras distintas de decorar vuestros "pies". Este tipo de tartas son las que más he preparado durante el último año, rellenas de moras, de arándanos, de frambuesas o de fresas. Y ya sabéis que me encantan porque son fáciles, bonitas y riquísimas.

Sobre repostería, aunque no fueran recetas, también os hablé de cuáles eran mis utensilios imprescindibles y de los últimos libros de repostería que he ido añadiendo a mi colección en los últimos años. Ahora mismo estoy deseando comprarme el último libro de Linda Lomelino, que es sobre "pies", así que imaginaos mis ganas de probar sus recetas.

Por otra parte, los últimos meses del año, a Miranda le dio por hacer galletas y preparamos juntas un montón de tipos distintos: cookies (son facilísimas y a ella le encanta hacer las bolitas), scones (yo los hago redondos y a ella le dejo cortar la masa con las figuras que más le gusten), galletas de mantequilla (hicimos estos ositos y ella, además de cortarlos, les dibuja la carita) y galletas de jengibre, para la barra de chocolate caliente que organizamos en casa y que os enseñé hace unas semanas.

Aunque sé que os encantan los DIY, este año no hemos podido hacer ninguno. Lo más parecido a una manualidad, ha sido el calendario de adviento que le preparamos a Miranda en su habitación para esperar la llegada de Papá Noel y que le hacía muchísima ilusión abrir cada mañana. 

Ahora, lógicamente, nuestra vida diaria está más centrada en Miranda y eso se nota en las entradas del blog, tanto en la temática como en la periodicidad que os comentaba al principio. He pasado de publicar todas las semanas, a publicar más o menos una vez al mes. Algo que quiero seguir haciendo durante 2017. Sin agobios, sin estrés... "slow life", que se llama ahora. Y espero que, aunque me echéis un poco de menos, os sigan gustando las pocas entradas que voy publicando por aquí. A mí, desde luego, me encanta seguir leyendo vuestros comentarios cada vez. Mil gracias por estar ahí un año más, al otro lado de la pantalla. Miranda, el Chico Pecoso, Totoro y yo os mandamos un beso enorme.

¡Feliz domingo y feliz año!

P.D.: Si queréis, podéis leer aquí los resúmenes del blog de los últimos años: 2015, 2014, 2013, 2012 y 2011 (en 2009 y 2010 no hice post recopilatorio).


domingo, 27 de diciembre de 2015

Despidiendo 2015

Aunque estemos de vacaciones navideñas, me asomo por aquí un momentito para traeros este pequeño resumen anual, que ya se ha convertido en un clásico, con todas las recetas dulces (y alguna cosa más) que he ido publicando en el blog a lo largo de 2015. 

Este año ha sido muy dulce, pero también muy ajetreado, y eso se nota en esta recopilación donde la sencillez es el factor común de todas las recetas (el "efecto Miranda", lo llamo yo). Y es que creo que se pueden hacer muchos postres ricos, fáciles y rápidos en los pocos ratos libres que nos dejan los peques.


Una de las experiencias más bonitas que hemos vivido este año ha sido nuestro primer viaje en familia con Miranda a la Sierra de Tramuntana, en Mallorca. Ya os conté aquí todo lo que hicimos: las increíbles vistas que teníamos desde la terraza de nuestro apartamento, el mejor desayuno del mundo que pudimos disfrutar en el Hotel Hospes Maricel, lo mucho que disfrutó Miranda explorando Fornalutx (y el resto de pueblecitos de la zona), los deliciosos dulces que probamos... (me muero por una coca de patata). Un viaje precioso que os recomiendo hacer.

Además, este año celebramos con muchísima ilusión el primer cumpleaños de Miranda. El Chico Pecoso y yo preparamos para la ocasión una tea party llena de dulces al estilo "british" e inspirada en el libro de Alicia en el País de las Maravillas. También hicimos una guirnalda de flores naturales y ramas para decorar y pusimos un cake stand con platos y tazas que habíamos hecho nosotros mismos un mes antes. Fue una reunión en familia muy divertida, donde Miranda (aunque no se enteró mucho de qué iba la cosa) disfrutó un montón jugando con los globos y siendo el centro de la fiesta.


Es alucinante ver lo mayor que se ha hecho en estos últimos siete meses (casi ocho). Ahí era aún un bebé y ahora es ya una niña, que tiene cada vez más autonomía y una personalidad más definida. Nos hace mucha gracia ver que, aunque tiene comportamientos nuestros (heredados o por imitación), muchas de las cosas que hace son únicamente suyas.

Y ahora que Miranda es un poco más mayor disfrutamos muchísimo haciendo planes con ella y viendo lo bien que se lo pasa descubriendo cosas nuevas. Uno de los planes de este año que más nos ha gustado es este picnic junto al río, que organizamos en septiembre para celebrar nuestro cuarto aniversario de boda. Creo que es una idea perfecta para disfrutar con niños y ya estamos deseando que llegue la primavera para poder repetir.

Además de todas estas recetas, planes y DIY, este año he publicado algunos posts más personales o con algunos consejos, como mis cuidados postparto, mi experiencia con la lactancia materna, las cosas que suelo llevar dentro del bolso o los 10 tips de fotografía que uso en el blog. Espero que algunos de ellos os hayan sido de utilidad.

Ya os comenté aquí que me iba a tomar el blog con más calma y la verdad es que estoy disfrutando mucho de este cambio, empezando por estas vacaciones navideñas. Os veré de nuevo por aquí dentro de algunas semanas. Mientras tanto, espero que paséis una Nochevieja muy divertida y tengáis una fantástica entrada de año. 

Mil gracias por seguir al otro lado de la pantalla un año más y bienvenidos todos los que os habéis incorporado en 2015. Os deseo un 2016 repleto de buenas noticias y mucha salud para disfrutarlo con vuestros seres queridos.

¡Feliz domingo y Feliz Año Nuevo!

P.D.: Podéis leer también aquí los resúmenes de los últimos años: 2014, 2013, 2012 y 2011 (en 2009 y 2010 no hice post recopilatorio).

domingo, 22 de noviembre de 2015

Cuando las cosas cambian

Llevo más de seis años escribiendo en este blog, al principio sin una periodicidad definida y luego una vez a la semana, todos los domingos. En estos años he vivido los momentos más felices de mi vida, que he compartido con vosotros: nuestra boda, la llegada de Totoro, el nacimiento de Miranda, un montón de preciosos viajes...

Como sabéis, mi blog ha sido siempre un hobby. Tengo mi trabajo de lunes a viernes y el blog era mi afición para los fines de semana. Alguna vez os he comentado en Instagram, después de tener a Miranda, que estaba pensando dejar el blog por falta de tiempo, pero en realidad no es la falta de tiempo lo que me hace planteármelo, es que mis prioridades han cambiado. Ahora prefiero pasar ese tiempo con mi familia. No me gusta que ellos se vayan al parque mientras yo preparo una tarta o hago fotos a una mesa. Igual dentro de un tiempo sí, o de vez en cuando, pero no por obligación y no todas las semanas. Yo quiero ir al parque con ellos.

Me encanta este blog y me gusta compartir mis aficiones en él, aunque no reciba ninguna remuneración (quizás precisamente por eso). Durante estos seis años, he seguido publicando en el blog porque es algo que me hace feliz, y sobre todo, me hace feliz gracias a vosotros, a los comentarios tan cariñosos que me dejáis todas las semanas aquí y en las redes sociales. A la mayoría ya os conozco por vuestro nombre (o por el de vuestro blog) y formáis parte de mi pequeña familia cibernética. Cada vez que preparáis una receta y me decís que os ha encantado o me mandáis fotos, cada vez que me contáis cómo habéis disfrutado de vuestro viaje a la campiña inglesa o a Alsacia, cada vez que un novio/marido me escribe para que le aconseje sobre cómo sorprenderos con un picnic romántico, una cestita de regalo o una letra con bombillas, cada vez que me decís que os alegro los domingos porque podéis desayunar mientras leéis mi post semanal, no os podéis imaginar la ILUSIÓN que me hace. Vosotros sí que me alegráis el día (y el mes entero). Sois quienes dais sentido a todo esto.

Por eso, no lo voy a dejar. Como os digo, el blog me hace muy feliz, aunque no me hace tan feliz como Miranda. Así que a partir de ahora dedicaré menos tiempo al blog y más a mi familia. Como no quiero que se convierta en una obligación, no os puedo decir si publicaré cada 15 días (que es mi idea inicial) o una vez al mes, pero seguiré por aquí.

Y ahora, cambiando de tema y como me lo habéis pedido alguna vez en las redes sociales, por fin voy a dar la cara. ;) Conocéis a Miranda, a Totoro y hasta al Chico Pecoso, pero si me seguís desde hace menos de cuatro años, es posible que no me conozcáis a mí.

Mi amiga Laura, que es escritora (y muy buena, por cierto), dice que no puedo salir en mi blog, que lo guay es mantener el misterio hasta el final. Pero lo cierto es que yo ya os enseñé alguna foto de mi cara en el post de mi boda, así que no hay ningún misterio. Es verdad que en esas fotos no llevo gafas, pero tampoco soy Clark Kent, se me puede reconocer fácilmente con ellas.

He elegido unas fotos de nuestras vacaciones en la campiña inglesa (concretamente del picnic en Cowley Manor), porque fue el viaje donde más feliz he sido y porque de ahí es también mi foto de perfil del blog. No sé si cambiarla por alguna de estas a partir de ahora, porque la otra me encanta, pero de momento aquí os las dejo.

Esto no significa que ahora vaya empezar a salir en el blog o a hacerme selfies en Instagram. Como os he comentado alguna vez, soy bastante vergonzosa y no me gusta mucho salir por aquí, pero igual que a mí me encanta ver las fotos de muchas bloggers y de sus familias, creo que os debía al menos esto, por todo el cariño y apoyo que me dais cada día.

Me despido hasta dentro de un par de semanas, donde espero poder enseñaros un DIY que estamos preparando.

¡Feliz domingo!


domingo, 18 de octubre de 2015

Lactancia materna: mi experiencia

Hoy no os traigo ninguna receta ni DIY. Éste es un post muy personal pero lo escribo porque creo que puede ayudar a otras madres, o futuras madres, que se planteen el tema de dar el pecho a sus hijos por primera vez, cómo continuar con la lactancia al incorporarse de la baja maternal, hasta cuándo dar el pecho, etc. 

Primero que nada es importante saber que la OMS recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida del bebé y alrededor de 24 meses suplementada con otros alimentos. Después de esto, se puede continuar hasta que madre e hijo quieran, no hay un límite superior para finalizar la lactancia (tal y como explico más abajo).

Por supuesto, huelga decir que si una madre no quiere o no puede dar el pecho a su bebé no existe ningún problema, ya que actualmente las leches de fórmula suponen un alimento perfectamente sano y completo para el bebé (únicamente supone un problema en los países en vías de desarrollo porque suele haber un difícil acceso a agua potable). Y obviamente no se es mejor o peor madre por dar el pecho a un hijo o por no dárselo, ni por dárselo más o menos tiempo.


Dar el pecho por primera vez

Mi intención era dar el pecho a Miranda siempre y cuando no hubiera ningún problema, pero tenía claro que si me salían grietas, me sangraba el pecho o el dolor era insoportable, existía la alternativa del biberón. Afortunadamente no tuve ninguno de estos problemas. 

Me puse de parto pero finalmente me tuvieron que hacer una cesárea de urgencia, lo cual no fue ningún inconveniente para la subida de la leche, que tuve tres días después de que naciera Miranda. La subida de la leche no sé si en todas las mujeres es igual, pero yo lo recuerdo como algo muy desagradable: me dio fiebre, los pechos me aumentaron tres tallas en sólo unas horas, me dolían mucho y, hasta que me trajeron discos absorbentes (la matrona no me había comentado que tuviera que llevarlos al hospital), empapé unos cuantos camisones con la leche.

Los primeros tres días (antes de la subida de la leche), aunque me colocaba a Miranda en el pecho muy a menudo, yo creo que no salía nada (o casi nada) y perdió justo el 10% de su peso. A partir del tercer día ya empezó a mamar más y, afortunadamente, a engordar. 

El tema de la postura para que el bebé se agarre bien al pecho y no salgan grietas nos lo explicaron muy bien en las clases de preparación al parto y no tuve problemas. Lo que sí me ocurrió es que tenía un pezón plano y eso hacía que Miranda no pudiera succionar del todo bien. En el hospital me hicieron un invento muy ingenioso con una jeringuilla, utilizando el vacío para intentar sacar el pezón, pero era poco práctico, así que me compré unas pezoneras de silicona ultrafina en la farmacia que me fueron fenomenal. A los pocos días de utilizarlas ya no las necesitaba porque el pezón se había ido corrigiendo y Miranda podía engancharse sin problemas.


Amamantar fuera de casa

Los primeros meses puede resultar un poco pesado el tema de dar el pecho porque los recién nacidos maman cada dos horas (a veces incluso más) y tardan media hora en mamar, lo que se traduce en estar todo el día "con la teta fuera". Así que al principio sólo realizábamos salidas cortas (de menos de dos horas) o, si eran más largas, tenía que ser a centros comerciales con sala de lactancia.

A los tres o cuatro meses, cuando su velocidad de succión fue aumentando y tardaba 5 ó 10 minutos en tomar el pecho, ya empezó a resultar más fácil ir con ella a cualquier parte y no era necesario ir a una sala de lactancia. Las primeras veces me daba vergüenza dar el pecho en público y, en alguna ocasión, me fui al baño del restaurante (lo que me ha recordado este divertido vídeo sobre el tema), pero poco a poco me fui acostumbrando. Si os da vergüenza, se puede hacer de forma que no se vea nada el pecho, por ejemplo usando dos camisetas (subes una y bajas la otra).

La única pega de dar el pecho fuera de casa es que hay algunas prendas de ropa (vestidos cerrados o algunos tops) con los que es imposible dar el pecho sin desnudarte entera. Así que esos los he tenido que reservar para cuando salgo sin Miranda. Cuando salgo con ella, para mí lo más práctico son los escotes en forma de V o las camisas.


Incorporación al trabajo

Ya os he comentado que la OMS recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida del bebé, pero realmente es algo bastante complicado de conseguir en nuestro país debido a las bajas maternales tan cortas que tenemos. Yo junté mi baja maternal con el permiso acumulado por lactancia y las vacaciones, y gracias a eso pude incorporarme al trabajo sólo unos días antes de que Miranda cumpliera los 6 meses.

Trabajo solamente por la mañana, así que le daba el pecho antes de salir y luego mis padres (que son quienes la cuidan mientras trabajo) podían darle una papilla de cereales con leche de fórmula o una papilla de fruta cuando yo no estaba. A la hora de comer ya estaba de vuelta y podía darle el pecho el resto del día y de la noche. Es cierto que podría haberme sacado leche para que mis padres se le dieran a mitad mañana, pero el sacaleches me parece un poco lento y no me merecía la pena esa inversión de tiempo para una sola toma; aunque si trabajáis jornada completa es una buena opción.

Ocasionalmente he tenido que hacer algún viaje de trabajo a Madrid (ida y vuelta el mismo día), en los que al estar muchas horas fuera de casa, sin poder dar el pecho a Miranda, sí que he tenido que llevarme el sacaleches para vaciarme el pecho de vez en cuando. 


Lactancia prolongada

Este verano, la Asociación Española de Pediatría (AEP) publicó este documento en el que hablaba de la lactancia en niños mayores, donde aclaraba que "el mayor problema de la lactancia materna más allá del año de edad es el rechazo social y profesional por prejuicios o desconocimiento de la evidencia científica actual". 

Además, me resultó muy interesante saber, gracias a este documento, que el destete espontáneo en el ser humano se produce entre los 2'5 y los 7 años, y que hasta comienzos del siglo XX la lactancia materna era habitual hasta los 2-3 años. Pero esto empezó a cambiar con la aparición de las primeras leches de fórmula y la incorporación, cada vez mayor, de la mujer al mundo laboral.

Yo quería darle el pecho a Miranda al menos un año y luego, quizás, ir reduciendo las tomas. Pero fue justamente a partir del año cuando ella empezó a pedirme “teta” en algunas ocasiones. Y ahora me pide, no ya cuando tiene hambre (porque come prácticamente de todo, aunque poca cantidad), sino sobre todo cuando tiene sueño, está cansada o necesita consuelo. Es decir, para lo mismo que la mayoría de niños utiliza el chupete, que es al fin y al cabo un sustituto artificial del pecho materno.



Destete, ¿sí o no?

Miranda tiene casi 18 meses y continúo dándole el pecho, pero me he planteado el destete por dos motivos principalmente. Uno de ellos es el tema de dormir por las noches. Miranda se sigue despertando varias veces cada noche y mucha gente me dice que quizás sea por el pecho, porque los niños que no lo toman suelen dormir más fácilmente del tirón toda la noche. Y el otro motivo es mi peso. Yo siempre he tenido bajo peso, desde pequeñita (a excepción del embarazo, donde estaba fenomenal), pero desde que doy el pecho estoy algo más delgada y me cuesta mucho más engordar, aunque estoy perfectamente sana. He leído que tendría que ingerir en torno a unas 2.700 calorías al día y me resulta muy difícil llegar a esa cantidad con una dieta medianamente saludable.


Como explica la AEP en el documento que os he comentado antes, lo más recomendable para que el destete se produzca de manera natural (es decir, sin quitar el pecho de forma forzada ni utilizar engaños) es no negarlo pero tampoco ofrecerlo. Y en eso estamos Miranda y yo ahora mismo, aunque de momento no hemos hecho demasiados progresos. Tampoco me preocupa, porque disfruto mucho de esos momentos junto a ella y sé que los echaré de menos cuando ya no estén.

Me encantaría leer vuestra experiencia sobre la lactancia, saber si todavía le dais el pecho a vuestros hijos pasado el primer año de edad, cómo fue el destete, etc. Yo he intentado no extenderme mucho (aunque ha sido difícil), así que cualquier duda que tengáis podéis preguntarme en los comentarios.

¡Feliz domingo!


P.D.: Este post se lo dedico a mi hermana, porque el jueves pasado fue su cumpleaños y es la mejor madre que he visto nunca, la más paciente, cariñosa y sensata. Y porque cada día aprendo algo nuevo de ella (como responder a las críticas hacia su lactancia prolongada con una sonrisa). Gracias, Yas. Te quiero.


domingo, 14 de junio de 2015

10 cosas que quiero hacer este verano

Todos los años, cuando se acercan las vacaciones, pienso en la cantidad de cosas que quiero hacer aprovechando los días libres que tendré, a veces grandes tareas que no he podido hacer durante el año; pero lo cierto es que luego esos días pasan tan rápido que apenas me da tiempo a empezar nada. Así que este año me he propuesto simplemente descansar, cuidarme y pasar un montón de buenos ratos con mi familia y mis amigos. Si puedo hacer aunque sea la mitad de cosas de esta lista, ya me doy por satisfecha.

1. Volver a disfrutar de los desayunos sin prisas: Durante el año nos levantamos con el tiempo justo y muchas veces acabo yéndome a trabajar sin desayunar o tomando algo rápido por el camino. Así que estoy deseando que lleguen las vacaciones para disfrutar de desayunos tranquilos en casa (o fuera de ella), e intentar no saltarme ninguna comida y recuperar algunos kilos que he perdido en este primer año de maternidad, tan bonito pero a la vez tan agotador.

2. Enseñar a mi sobrina Martina a tostar marshmallows para hacer s'mores: Ya os enseñé hace tiempo cómo fabricar una pequeña hoguera para preparar s'mores en casa y este verano, que mi sobrina Martina ya es más mayor, quiero prepararlos con ella, porque estoy segura de que la mezcla de galleta, chocolate y marshmallows tostados le van a chiflar. Estoy deseando que Miranda crezca para que puedan hacer todas estas cosas las dos juntas.

3. Plantar cebollino, albahaca y eneldo: Estas tres plantas aromáticas son mis preferidas en la cocina y las usamos muy a menudo, pero dependemos de poder ir al mercado a comprarlas y no siempre las encontramos. Así que me he propuesto plantarlas en casa este verano para poder disponer de ellas siempre que queramos. Las tres recetas que más preparamos con estas hierbas son: puré de patata con cebollino, sandwich de queso crema y salmón ahumado con eneldo, y ensalada caprese (tomate, mozzarella y albahaca).

4. Ponerme al día con las series: Aunque he podido seguir bastantes series esta temporada (Juego de Tronos, The Good Wife, House of Cards, Mad Men, Downton Abbey, Doctor Who, Walking Dead...), me ha sido imposible mantener el ritmo de las tropecientas series que seguía antes de que naciera Miranda, así que he abandonado algunas que no me interesaban mucho (Banshee, Blacklist...)  y estoy deseando tener vacaciones para retomar el resto (Girls, The Americans, Modern Family, The Big Bang Theory, Orange is the New Black, Person of Interest...).

5. Prepararle estos tres postres al Chico Pecoso: El milhojas de crema y frutas de nuestra boda porque es su favorito entre favoritos, este banana cream pie porque es una tarta riquísima y no necesita horno (que con este calor, es mejor no encenderlo), y estos refrescantes banana split en tarritos individuales elaborados con plátano helado.

6. Hacer una recopilación con recuerdos del primer año de Miranda: Me parece muy bonito tener guardados en una cajita en su habitación algunos objetos relacionados con su nacimiento o su primer año de vida, como la pulserita del hospital, la huella de su mano, sus primeros zapatitos, su primer chupete, su juguete favorito, el periódico del día en que nació... Miranda ya ha cumplido un añito y todavía no me he puesto a ello, así que aprovecharé las vacaciones para hacerlo y poder enseñárselo cuando sea mayor.

7. Aprender a hacer mermelada casera: Aunque hacer mermelada es algo muy fácil (por lo que he podido ver), todavía no me he animado a prepararla. Únicamente he preparado, como habréis visto en el blog, lemon curd casero y compota de ruibarbo. Por eso, este verano quiero aprender a hacer mermeladas caseras, prestando especial atención al tema de la conservación. Además, ¡las frutas de la temporada de verano son mis favoritas!

8. Ir al autocine con Miranda: Quién me iba a decir a mí, cinéfila empedernida desde pequeña, que estaría más de un año sin pisar una sala de cine. Y es que mis preferencias de ocio han cambiado y, si puedo, suelo elegir un plan en el que esté incluida Miranda. Por eso creo que el lugar perfecto para juntar estas dos pasiones es el autocine.

9. Hacer un picnic junto a un lago: Este año ya hemos hecho un par de picnics geniales con amigas y peques (en el blog de Macarena podéis ver todas las preciosas fotos del primer picnic y del segundo). Pero este verano también nos gustaría, aprovechando alguno de los viajes que queremos hacer, poder disfrutar de un sencillo picnic con Miranda (a poder ser junto a un lago), y así estrenar este maravilloso libro. Además de tener un montón de recetas y consejos útiles (en la línea de los 10 consejos para un picnic perfecto que publiqué hace unos meses), es un libro precioso, con ilustraciones a acuarela y un montón de modalidades distintas de picnics. Si os gusta organizar picnics, éste es vuestro libro.

10. Conocer la Sierra de Tramuntana (Mallorca): Al elegir el destino para nuestras vacaciones de este año pusimos algunas condiciones: que fuera un destino nacional, preferiblemente con montaña, pero donde no necesitáramos muchas horas de coche para llegar. Por eso, la Sierra de Tramuntana nos pareció el destino perfecto. Además tiene playa, así que... ¡qué más se puede pedir!

Y vosotros, ¿habéis pensado ya qué cosas queréis hacer este verano aprovechando los días de vacaciones? ¿Tenéis decidido vuestro destino vacacional? Por si acaso no lo habéis hecho todavía, os dejo la lista que hice un par de años con los 10 lugares a los que me gustaría ir de vacaciones y los sitios que hemos visitado y he compartido con vosotros en el blog.

¡Feliz domingo!


domingo, 3 de mayo de 2015

Un año con Miranda

Hoy es un Día de la Madre muy especial para mí, porque además celebramos el primer cumpleaños de Miranda.

Hasta casi el último momento no estábamos muy seguros de si podríamos hacer una fiesta, porque el miércoles terminaron las obras en casa (una pared se estaba cayendo) y hasta entonces el salón parecía el escenario de una película bélica. Pero finalmente, después de tres días de mucho trabajo y algunos incidentes (con visita a "Urgencias" incluida), hemos podido organizar una pequeña fiesta para celebrar en familia el primer cumple de Miranda con mi temática favorita (aprovecho que de momento aún puedo elegir yo): una "tea party" inspirada en "Alicia en el País de las Maravillas", con la excusa de que este año se celebra su 150 aniversario.

El próximo domingo podréis ver las fotos de la fiesta en el blog, pero mientras tanto, os enseño las preciosas invitaciones que ha diseñado Nina (junto con el resto de la cartelería) para el cumple de Miranda. Y aprovecho para agradecerle, no sólo el detalle, sino también su paciencia infinita, teniendo en cuenta además que íbamos contrarreloj en la preparación de la fiesta.

Os espero la semana que viene por aquí. Me voy a seguir horneando unos cuantos scones para acompañar el té de esta tarde.

¡Feliz domingo y felicidades a todas las madres!


domingo, 19 de abril de 2015

¿Qué hay en mi bolso?

Hoy os quiero enseñar un poco más de mí, a través de los objetos cotidianos que llevo siempre (o casi siempre) dentro del bolso, aunque estoy segura de que la mayoría de nosotras coincidimos en el 90% del contenido que hay en nuestros bolsos y, si me equivoco, decídmelo.

Algunas veces llevo bolsos pequeños (sobre todo en verano o por la noche) con sólo dos o tres cosas básicas, pero lo habitual en mi día a día es llevar bolsos grandes en los que me quepan todas las cosas que puedo necesitar. A continuación os enumero todas esas cosas y os cuento por qué son importantes para mí.


1. Toallitas de manos: Soy una loca de las manos limpias, me las lavo varias veces al día y, cuando eso no es posible, me gusta tener a mano este tipo de toallitas húmedas. Las de la foto son de H&M y me gustan porque tienen varios tipos de fragancias para elegir: vainilla, flores..., y ocupan muy poquito, por lo que son perfectas para llevar en el bolso.

2. Bálsamo labial: Este labial de Anthropologie, además de suavizar los labios, les da un ligero toque de color. Yo tengo el rosa pero hay otros tres colores más para elegir (incluido rojo).

3. Lápiz de ojos y corrector: Ya os enseñé en este post los productos que uso en mi maquillaje diario, pero aparte tengo un lápiz de ojos negro y un corrector, ambos de Kiko, únicamente para llevar en el bolso por si necesito hacerme algún retoque rápido a lo largo del día.

4. Crema de manos: Como me lavo las manos unas cuantas veces al día, se me suelen resecar bastante, por eso me gusta llevar una crema de manos en el bolso. Me encanta la línea Eight Hours de Elizabeth Arden (desde la clásica hasta el bálsamo labial, que uso desde hace muchos años), por eso utilizo esta variante para manos que es más ligera y me suaviza muchísimo la piel.

5. Espejo: Para los retoques rápidos a lo largo del día viene bien llevar un espejo pequeño en el bolso. Éste hace mucho años que me acompaña y lo guardo con especial cariño porque me lo regaló un amigo en un cumpleaños. Además es precioso, lo compró en un anticuario y está hecho con lapislázuli.

6. Teléfono móvil: ¿Qué haríamos ahora sin móvil? Yo tengo desde hace poco un Xiaomi Red Rice y estoy muy contenta. No me quería gastar mucho dinero en el móvil por si Miranda me lo tira al suelo y se rompe, así que me decidí por éste. Es barato, tiene capacidad suficiente para instalarme todas las aplicaciones que necesito (que no son pocas) y la cámara es bastante angular, luminosa y tiene buena calidad, así que me sobra.

7. Pañuelo grande: Cuando hace aire o un poco de frío donde más lo noto es en el cuello, por eso me gusta llevar siempre un pañuelo grande en el bolso para taparme. El de la foto lo compré hace un par de años en H&M.

8. Monedero: Aunque llevo una cartera grande en el bolso, me gusta llevar las monedas aparte. Este monedero me encanta, es de Julia Marco y lo compré estas navidades en la "pop up" de Juls Konstruktion.

9. Llaves: Llevo siempre en el bolso las llaves de mi casa, las de mis padres y las del trabajo. Para las dos primeras tengo desde hace poco un precioso llavero de cuero con el nombre de Miranda grabado, que compré en Etsy. Le regalé uno igual al Chico Pecoso en marrón oscuro (os lo enseñé aquí) con el nombre de Totoro (nuestro Yorkshire).

10. Juguete para Miranda: Llevar un juguete o mordedor para Miranda dentro del bolso ya se ha convertido en un imprescindible; la jirafa Sophie le gusta mucho más que los mordedores normales y cuando le duelen los dientes es la que más utiliza. Además, en su bolsa de los pañales, suelo llevar un cuento para bebés o algún otro juguete, aunque desde que ha empezado a caminar sola ya no le hace mucho caso a estas cosas y sólo quiere irse por ahí a explorar.


11. Gafas de sol: Tengo varias gafas de sol normales (para cuando llevo lentillas), pero sólo tengo éstas graduadas que me hice hace unos años (estoy deseando renovarlas), y son las que suelo llevar en el bolso, sobre todo en verano que es más difícil huir del sol. Cuando voy conduciendo, el cambio de gafas de ver a gafas de sol (con mis 5 dioptrías) es toda una odisea.

12. Libro: Si tengo que ir en metro a algún sitio o estar en alguna sala de espera me gusta aprovechar para leer, ya que en casa si tengo algún rato libre me pongo una serie (desde que nació Miranda se me acumulan los capítulos por ver). Ya os comenté aquí lo mucho que me interesa la divulgación científica, por eso mis lecturas suelen estar relacionadas con esos temas. Ahora me estoy leyendo el libro "Comer sin miedo" de José Miguel Mulet, profesor de biotecnología de la Universidad Politécnica de Valencia (soy muy fan de su blog Tomates con genes), en el que explica de forma muy clara los mitos, falacias y mentiras que hay actualmente en torno a la alimentación. Me gusta especialmente por el rigor científico con el que está escrito y lo bien documentado que está, algo que últimamente parece difícil de encontrar entre tantas publicaciones de "gurús" y pseudociencias varias. Estoy deseando comprarme su último libro, "Medicina sin engaños", que pinta fenomenal.

13. Bolígrafo: Fundamental para todas esas ocasiones en las que no te sirve el móvil para apuntar algo (por cierto, os recomiendo la app de notas Google Keep). Yo lo llevo principalmente para anotar cosas en la agenda. Éste es de gel en color verde y lo compré en Mr. Wonderful Shop.

14. Agenda: Soy adicta a las agendas y libretas Moleskine. Mi favorita, la que me compro cada año, es la agenda en formato semanal con tapa blanda. Es ligera, no ocupa casi espacio y me viene fenomenal para ir escribiendo citas o cosas que hacer, como complemento a Google Calendar, que es donde me organizo todo de forma más exhaustiva (ahí tengo un calendario personal, otro del trabajo y otro compartido con el Chico Pecoso, tres en uno).


15. Cartera: Esta cartera la compré hace algunos años en Bimba y Lola y estoy deseando renovarla porque es demasiado grande y no me cabe en muchos de los bolsos que tengo. Por eso, algunas veces acabo cogiendo solamente el monedero con el DNI y alguna tarjeta.

16. Snacks: No puedo estar mucho rato sin comer porque enseguida me mareo o me duele el estómago, así que procuro llevar siempre en el bolso algún snack o algo para picar entre comidas (sobre todo entre el almuerzo y la comida). Casi siempre es algo con chocolate porque me da energía rápidamente. Mis favoritas son las frambuesas cubiertas de chocolate negro y las tiras de corteza de limón cubiertas de chocolate blanco, ambas de Cacao Sampaka.

17. Taza portátil: Algunas veces (y más desde que tenemos a Miranda) salgo de casa a toda prisa para no llegar tarde al trabajo y no me da tiempo a desayunar; me resulta más rápido prepararme un té con leche para llevar y tomármelo de camino al trabajo o una vez llego (además, allí siempre tengo galletas por si acaso). Para estas ocasiones, esta taza de aluminio que compré hace algunos años en Starbucks me viene genial, es muy práctica de transportar y mantiene el té caliente durante una hora más o menos.

Y hasta aquí la interminable lista de cosas que pueblan mi bolso (a veces incluso aparece algún objeto más). Y vosotras, ¿lleváis tropecientas cosas en el bolso como yo o sabéis defenderos sólo con lo estrictamente necesario?

¡Feliz domingo!