domingo, 14 de mayo de 2017

El tercer cumpleaños de Miranda: rainbow party

Hace un par de semanas celebramos el tercer cumpleaños de Miranda. ¡No me puedo creer lo rápido que pasa el tiempo! Esta vez, el Chico Pecoso y yo queríamos una fiesta sencilla en casa pero muy colorida, así que elegimos esta temática arcoíris (que da mucho juego) y preparamos varias mesas que os iré enseñando a continuación. Todo decorado con los colores rojo, naranja, amarillo, verde, azul y morado, pero intentando no recargarlo demasiado.

Como os digo, queríamos decoraciones sencillas y cocinar lo mínimo posible, así que (a diferencia de los cumples anteriores, uno y dos) casi toda la comida que pusimos fue comprada. La tarta no podía ser otra que este rainbow cake que os enseñé hace unos años en el blog. Es muy sencilla de preparar y está riquísima.

Para beber había zumo de naranja natural, agua y leche. En la mesa dulce colocamos además cereales de colores Froot Loops (que compramos en Taste of America), roscas, merengues y macarons (de Avenue Macaron) con los colores del arcoíris.

Para decorar la pared, colocamos unos banderines de Tiger y unas letras de madera de Casa pintadas con los colores de la fiesta y a juego con la preciosa invitación diseñada por Nina Designs, que se encargó de toda la cartelería de la fiesta. 

Su lámina arcoíris, que me enamoró nada más verla, fue la base para todo el diseño de place cards, toppers y etiquetas. La verdad es que me hace mucha ilusión trabajar con ella porque, aparte de ser encantadora, fue una de las primeras personas a las que conocí al abrir mi blog hace ya ocho años y, gracias a ella y a su preciosa boda picnic, me animé a preparar mi primera fiesta. Mil gracias por todo, Gabriela.

El borde de las botellitas lo decoramos con nonpareils de colores (bolitas de azúcar), que podéis encontrar en cualquier tienda de repostería, como Enjuliana o María Lunarillos. Es muy fácil de hacer, simplemente tenemos que bañar el borde de la botella en chocolate blanco y luego introducirlo en los nonpareils. Una vez se enfría el chocolate, se endurece y queda perfecto.

También pusimos roscas y merengues para que no todos los dulces fueran de colores y evitar sobrecargar la mesa. Además, los merengues me encantan e intento ponerlos en casi todas las fiestas. Estos los compramos en Dulce de Leche.

Junto a la mesa dulce, colocamos unas mesitas de Ikea para que se sentaran las niñas a merendar, que luego transformamos en mesa de juegos para hacer manualidades con plastilina.

Seis niñas, seis colores. Por si os sirve de idea, también habría quedado muy bonito con doce (dos niños por cada color) pero en el salón de mi casa era inviable. :)

Cada niña tenía un sándwich y una fruta de su color (aunque lógicamente podían compartirla). La idea de los sándwiches la cogimos de los famosos "fairy bread" que son unos sándwiches con sprinkles de colores, típicos de los cumpleaños australianos. Se suelen untar con mantequilla o margarina (yo utilicé Nocilla blanca) y luego se cubren con sprinkles, en este caso con nonpareils de colores. Para el hueco de la parte superior del sándwich utilizamos un cortador de galletas con forma de estrella.

Las bolas transparentes para la fruta las compramos en La Fiesta de Olivia, al igual que las pajitas de colores. Los vasos y platos son de Party Fiesta, y las servilletas de Renova. (Si me olvido de algo, preguntadme).

Después de merendar, tocaba cortar la tarta y soplar las velas mientras sus amigas le cantaban "cumpleaños feliz", el momento que más ilusión le hacía a Miranda. A las niñas les encantó la tarta, e incluso se iban comiendo primero las capas de sus colores preferidos, algo que me hizo mucha gracia.

Luego recogimos la merienda y preparamos las mesitas de las niñas para que jugaran con plastilina. Colocamos un rodillo para cada una y varios cortadores y plastilina de colores que se iban intercambiando.

La plastilina es de Play Doh y los cortadores son de la marca Jovi, que casualmente tenía todas las piezas de los seis colores de la fiesta.

Aquí las niñas estuvieron la mar de entretenidas y se lo pasaron genial amasando la plastilina, haciendo figuras y también jugando con una plastilina de bolitas que le acababan de regalar a Miranda por su cumple.

Mientras las niñas jugaban, los mayores también pudieron merendar algo en otra mesa que habíamos preparado con picoteo salado.

En principio iba a ser una mesa de apoyo sin ninguna decoración pero, de manera un poco improvisada, decidimos alegrarla con unos globos de colores, aprovechando que ya teníamos los vasos, servilletas y frutas de la mesa de las niñas.

Los boles de colores son de Anthropologie y ya los tenía por casa, así que nos vinieron genial para poner las fresas, mandarinas, piña, kiwis, arándanos y uvas.

Pedimos unos sándwiches de Rodilla, no sólo para los padres, sino también para que las niñas tuvieran una alternativa salada.

Y también unos hojaldres variados de Panaria Catering, que estaban recién hechos y riquísimos. Todo esto con la idea, como os comentaba al principio, de cocinar lo mínimo posible y no perder mucho tiempo haciendo recados, para disfrutar al máximo de la preparación del cumple sin agobiarnos.

Y en una mesa arcoíris salada no podía faltar una tabla de crudités de verdura, que ya sabéis que nos encantan (nos las habréis visto en alguna que otra fiesta o picnic), y quedan realmente vistosas. Nosotros servimos col lombarda, rabanitos, pimientos de varios colores, zanahorias baby, tomatitos cherry y pepino, acompañados de hummus y tzatziki. A Miranda y varias de sus amigas les encantan las zanahorias y los pepinos y tuvimos que reponerlos. Pero el resto de verduras, nos las dejaron a nosotros.

También había panecillos variados y rosquilletas (palitos de pan).
Al terminar el cumple, todas las niñas se llevaron una bolsita con algunos detalles dentro como recuerdo de la fiesta.

Optamos por la misma fórmula del año pasado: juguete, galleta y chuches, pero siguiendo la temática arcoíris de la fiesta.

Como juguete elegimos unos moldes de colores para hacer helados de la tienda Tiger, las chuches fueron una brocheta de gominolas y unos regalices arcoíris, y por último las riquísimas galletas de Similam con el bonito diseño rainbow de Nina y personalizadas con el nombre de cada niña.

Las bolsitas las decoramos con papel de seda y baker's twin de cada color y, como cada una llevaba dentro la galleta de cada niña, las identificamos por fuera con una etiqueta redonda con su nombre, enganchada con una pinza de madera del mismo color.

Todas estas cosas de papelería y manualidades las encontramos en kioskos o bazares chinos. Tengo que dar las gracias a mi amiga Zoe (@zoemunoz_), porque es la mejor localizando materiales para fiestas (bolsas, servilletas y lo que haga falta) y me ayuda un montón cuando ya no sé dónde buscar. Igual que mi amiga Isabel (@citylifestyle_events), que se dedica a organizar unas fiestas preciosas (os la recomiendo 100% para vuestros eventos) y siempre me da ideas geniales. ¡Mil gracias a las dos!

Y, por supuesto, gracias al Chico Pecoso, que siempre se implica a tope en estas cosas y tiene las mejores soluciones ante los imprevistos que se van presentando. Nos lo pasamos genial planeando y montando juntos. Pero lo mejor de todo ha sido escuchar a Miranda loca de alegría con cada cosa que íbamos colocando, repitiéndome mil veces lo bonita que era la tarta mientras la cubría y ayudando emocionada a colocar los vasos, servilletas y platos para cada niña. Este ha sido el primer cumpleaños en el que ella ha podido disfrutar de todos los preparativos, y también de la fiesta, plenamente consciente de todo. Y ha sido genial. Ya imagino que cada año esto va a ser todavía mejor. 

Espero que a vosotros también os haya gustado la fiesta y os sirva de inspiración para los cumples de vuestros peques. Cualquier duda que tengáis, podéis preguntarme en los comentarios.

¡Feliz domingo!