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domingo, 27 de noviembre de 2016

Calendario de adviento para Miranda

Hace unos años, el Chico Pecoso y yo nos animamos a hacer nuestro primer calendario de adviento, que fue para nuestro perro Totoro. Y este año, ahora que Miranda ya entiende las cosas y empieza a saber lo que es la Navidad, hemos querido hacerle a ella su primer calendario de adviento.

Buscando ideas en Pinterest nos topamos con un montón de calendarios de adviento hechos en ramas y pensamos que sería muy útil utilizar el perchero-rama que hicimos hace unos años para la habitación de Miranda. Así ella tendría el calendario en su habitación y además no ocuparía un espacio extra.

La  parte más emocionante de todo el DIY fue decidir las sorpresas que pondríamos dentro de cada paquete. Como un calendario de adviento tiene 24 días, decidimos dividirlos en tres grupos de ocho: uno de pequeños regalos, otro de dulces y otro de planes en familia.

Regalos:

1. Puzzle con forma de camión
2. Sellos navideños azules
3. Librito para colorear y rotuladores pequeños
4. Sellos navideños rojos
5. Gomas de borrar con forma de frutas
6. Reno navideño
7. Sellos navideños verdes
8. Pegatinas de cupcakes y animales

Todo lo compramos en Tiger, excepto el reno, que es de El Corte Inglés, y las pegatinas, que son de una papelería de nuestro barrio.

Dulces:

1. Lacasitos
2. Paraguas de chocolate
3. Bombones Ferrero Rocher
4. Bastón de caramelo
5. Bombones Lindor
6. Monedas de chocolate
7. Alubias de colores
8. Huevo Kinder

NOTA: Con los bombones de Ferrero Rocher nos dimos cuenta después de meterlos en el calendario de que tienen una avellana dentro y Miranda puede atragantarse, así que cuando toque ese día cambiaremos los bombones o sacaremos las avellanas.

Planes en familia (hemos acompañado cada plan con un detalle característico):

1. Decorar el árbol (con un adorno navideño)
2. Escribir la carta a Papá Noel (con un lápiz en forma de bastón de caramelo)
3. Cantar canciones navideñas (con una diadema festiva)
4. Hornear galletas (con un cortador de gingerbread man)
5. Colgar calcetines de Navidad (con su primer calcetín navideño, que se unirá a los nuestros)
6. Preparar chocolate caliente (con marshmalows o nubes blancas)
7. Escribir tarjetas de Navidad (con varias tarjetas y sobres para enviar)
8. Leer un cuento de Navidad (con este cuento navideño de Peppa Pig)

También nos planteamos incluir "ir a ver la nieve" pero no estábamos seguros de poder cumplirlo (especialmente en un día concreto), aunque igual os sirve de idea a vosotros.

Luego envolvimos las sorpresas en diferentes paquetes y los numeramos intentando alternar una sorpresa de cada grupo (regalos, dulces y planes).


Elegimos los colores kraft, blanco y rojo para los diferentes paquetes, porque son los colores que más nos evocan la Navidad y nunca faltan en nuestra casa por estas fechas (aunque alguna vez hayamos hecho una excepción).

Algunos los envolvimos con papel de regalo, en otros utilizamos bolsas de papel o cajitas de cartón, pero también bolsas de tela de Holamama Shop e incluso un par de cestitas de mimbre (ya sabéis lo mucho que nos gustan las cestas en esta casa).

Para numerar cada paquete sorpresa utilizamos corazones. La mayoría son pegatinas rojas con forma de corazón, que ya llevan los números para el calendario de adviento, pero nosotros las combinamos con otras pegatinas kraft y algunos corazones de madera (todo de Tiger).

Para atar los regalos utilizamos cordón rústico, baker's twin y lazos rojos.

Es  un calendario muy fácil de hacer, porque puedes adaptar los envoltorios a los diferentes tamaños de las sorpresas (que era lo realmente importante para nosotros) y no al revés.

Y,  si no tenéis una rama o no os apetece buscarla, podéis colocar los regalos en cualquier otro sitio: sobre una estantería, colgados de una escalera para mantas (ésta era otra de nuestras opciones) o sujetos a la pared en forma de árbol navideño (como éste que hizo hace unos años Paula de Holamama y que me encanta).


Miranda ya ha visto su calendario de adviento y le hemos explicado en qué consiste, pero todos los días nos pregunta si puede abrir algún regalo. Aunque sea uno "chiquitín". 

Ya  os iré contando en Instagram si le gustan las sorpresas que le hemos preparado. De momento, estamos seguros de que le va a hacer muchísima ilusión ir abriendo un paquete cada día y, sobre todo, estamos deseando empezar con los planes navideños en familia. Decorar el árbol, escribir a Papá Noel o preparar galletas navideñas son cosas que vamos a hacer este año con Miranda por primera vez y tenemos muchísimas ganas.

Si  todavía no tenéis un calendario de adviento, aún estáis a tiempo de prepararlo. Pero daos prisa, porque sólo quedan cuatro días para que llegue diciembre.

¡Feliz domingo!


domingo, 22 de mayo de 2016

El segundo cumpleaños de Miranda: picnic party

Ya sabéis lo mucho que nos gustan los picnics, así que una "picnic party" nos pareció una idea perfecta para celebrar el segundo cumpleaños de Miranda. Lo malo es que al ser al aire libre corríamos el riesgo de que el clima no nos acompañara. Y así fue. En principio íbamos a celebrarlo el domingo 8 de mayo, pero tuvimos que aplazarlo por culpa de las lluvias. Afortunadamente, el pasado domingo salió un sol espléndido y pudimos disfrutar de una fantástica tarde de picnic, rodeados de un montón de amigos, grandes y pequeños.

En la fiesta había niños de entre 1 y 11 años (además de sus padres), así que pensamos en cosas que les pudieran gustar a ellos. Por eso lo primero que hicimos fue decidir el menú: sándwiches (de jamón y queso, y de Nutella), fruta (fresas, cerezas, moras, arándanos, frambuesas y manzanas), galletas de Similam (decoradas en forma de manzanas rojas y tartaletas), y varias tartas (de manzana, de chocolate, de fresas y cheesecake). Y para beber: leche con cacao, zumo de naranja natural, agua con frambuesas y refrescos. Como veis, un menú muy diferente al que elegimos el año pasado en el primer cumpleaños de Miranda, que fue una "tea party" familiar principalmente para mayores.


El lugar elegido para el picnic fueron los Jardines de Viveros, en Valencia, porque es uno de nuestros sitios favoritos de la ciudad. Tiene mucho césped y árboles donde sentarte tranquilamente a la sombra y eso nos encanta.



Colocamos la mesa del picnic entre dos árboles, para poder atar en ellos la guirnalda de retales de tela, que compré aquí. La preciosa mesa de madera rústica me la dejó Macarena, así como los cubos para los refrescos, que ella utilizó en el primer cumple de Mateo y que me parecen una idea perfecta para celebraciones al aire libre.


Además de la mesa con la comida, colocamos un par de mantas (o manteles) sobre el césped para que niños y mayores se sentaran allí a comer, y las decoramos con unos cuantos globos (una idea que encontré en Pinterest y que me enamoró al instante). El mantel pequeño de cuadros y los cojines son de Casa Viva y la colcha blanca grande es de Ikea.


Debajo de la mesa pusimos las cajitas de regalo para los peques que, como os enseñé en Instagram, llevaban: un pompero de Tiger, una galleta de Similam con forma de manzana y personalizada con el nombre de cada niño, y una bolsa de golosinas. Las cajitas las compramos hace tiempo en Selfpackaging y las personalizamos con washi tape de cuadros vichy y unas manzanas que hicimos con cartulina roja.

También colocamos una cestita con manzanas rojas, una cesta de picnic llena de flores y una cajita de madera de Ikea con refrescos de manzana, decorando la parte inferior de la mesa.


Encima colocamos el clásico mantel de cuadros rojos (que nos hizo mi madre con esta tela de Ikea) y delante colgamos unos banderines de madera formando la palabra "picnic". Los banderines los compré en Made with Lof y las letras de madera las compramos en la tienda de manualidades Abacus y las pintamos de blanco.

El dispensador de bebida lo compré hace un montón de años en El Corte Inglés, pero ahora los podéis encontrar en infinidad de tiendas para fiestas. 

El portabotellas de metal, que ya os enseñé aquí, esta vez lo utilizamos para poner los cubiertos de madera (de María Lunarillos), las pajitas, cucharitas, unos cuantos molinillos de viento (que triunfaron entre los peques) y un cuchillo chulísimo para manzanas que compré en Enjuliana. Es un cuchillo con forma de manzana, que también es descorazonador; es perfecto para picnics y así las manzanas no sólo sirvieron de decoración sino que también pudimos cortar trocitos para los niños.

Lo que también fue un éxito entre los peques fueron las galletas de Similam con forma de manzanas y tartaletas. Y es que además de ser preciosas, están riquísimas. Todo un acierto.


Otro de los DIY que hicimos para el cumple fueron unas cajitas de cartón, que ya os enseñé en Instagram, para que los invitados se llevaran a casa algunos trozos de tarta. Los hicimos a partir de esta plantilla de Martha Stewart y creo que fue una buena idea, porque lo normal es que las personas se llenen con un trozo de tarta y ya no coman más, pero es posible que se hayan quedado con ganas de probar alguna otra. Así que esta opción "para llevar" es una fantástica solución.

Además de los cuadritos rojos y las manzanas, quisimos que las hormigas (tan características de los picnics y que a Miranda le chiflan) formaran también parte de la decoración del cumple. Por eso las pintamos en los platos y vasos de cartón (casi 500 hormigas dibujó el Chico Pecoso) y colocamos algunas de juguete por la mesa. Esta idea tan original de pintar hormigas en platos la vi el año pasado en el blog Cupcakes and Cashmere, uno de mis favoritos. 


Las hormigas de plástico tan graciosas que pusimos por la mesa son en realidad toppers para tartas o cupcakes y las compré en esta tienda de Etsy. Ahora parece que están agotadas pero a lo mejor podéis encargarlas.

Las cestitas de madera donde servimos las frutas y galletas también las compré en Etsy, concretamente en esta tienda. Pero si buscáis "wooden berry baskets" en Internet seguro que encontráis un montón.

Para las tartas elegimos varias de las que os he ido enseñando en el blog que son perfectas para picnics. Tuvimos en cuenta que fueran variadas, fáciles de transportar y que no se estropearan a temperatura ambiente (en estos casos hay que descartar tartas con merengue, nata, trufa, helado o similares). Una de ellas, la New York cheesecake, la preparamos en tarritos individuales.

Otra que no podía faltar era la clásica tarta tipo "pie" (a juego con las galletas decoradas), que elegimos hacer rellena de fresas, adaptando la receta de la tarta de fresas y ruibarbo que os enseñé hace tiempo. (De este tipo también os recomiendo la de cerezas o la de moras, que están riquísimas).

El chocolate es el rey de los cumples infantiles, así que no podía faltar esta tarta, que preparamos sin gluten (para que pudieran catarla todos los niños) simplemente sustituyendo las galletas Oreo de la base por galletas "tipo Oreo" sin gluten. Es una adaptación de la tarta fina de chocolate que os enseñé el año pasado.

Y la última fue una deliciosa tarta de manzana que preparó mi madre, y donde colocamos la vela para que Miranda soplase (aunque tuvo que soplar rapidísimo porque el viento apagaba la vela todo el rato).

Para colocar el rincón de tartas, busqué en Pinterest ideas de buffets de "pies" ("pie bar") y me encantó ver cómo la mayoría jugaban con las alturas de las tartas, poniéndolas en "cake stands" de diferentes niveles o utilizando cajas de madera para conseguir este efecto.

El número 2 de cartón es de Made with Lof, y la pizarra, el "cake stand" blanco y las palas de tarta de cuadros vichy son de My Home Style. Para no hacerlo muy largo, si hay algún otro objeto que queráis saber de dónde es, podéis preguntarme en los comentarios. 

Afortunadamente no se nos olvidó llevar nada de lo que teníamos planificado, que era algo que me asustaba un poco. Y desde luego sin la ayuda de nuestra amiga Zoe (@zoecita1984) y de mi hermana en el montaje, esto no habría quedado ni la mitad de bonito (y el proceso no habría sido ni la mitad de divertido).

Este ha sido, sin duda, el picnic más especial que el Chico Pecoso y yo hemos preparado nunca. Y lo mejor de todo fue ver a Miranda disfrutar, junto al resto de niños, de su segundo cumpleaños al aire libre, comiendo, riendo, jugando y correteando de un lado para otro.


Y hasta aquí nuestro picnic con hormigas, manzanas, manteles y tartas. Espero que os haya gustado verlo tanto como a nosotros prepararlo.

¡Feliz domingo!


domingo, 6 de diciembre de 2015

DIY - Bandeja de desayuno

Hace tiempo que buscaba una bandeja de desayuno que tuviera el tamaño perfecto, que fuera ligera pero espaciosa, de madera natural y con asas de cuerda. Pero como no la encontraba, pensé que lo mejor era hacerla nosotros mismos y de paso darle un toque especial utilizando una preciosa plantilla que nos diseñó expresamente para ello una lectora del blog. ¡Muchísimas gracias, Montaña!

A continuación os explico paso a paso cómo hacer en casa esta sencilla bandeja de desayuno.

Lo primero es decidir las medidas de la bandeja y comprar las tablas de madera para hacerla. Nuestra bandeja mide aproximadamente 50x35 cm, así que compramos seis tablas de madera de pino de 5,5 cm para la base y tres de 3,5 cm para los bordes (dos para los bordes largos y una para los bordes cortos), todas de 1 cm de espesor y de 80 cm de largo.

Marcamos la medida que queremos con un lápiz y cortamos las tablas de madera con una sierra.

A continuación lijamos los bordes de todas las tablas.

Encolamos las maderas que formarán la base y esperamos varias horas para dejar que la cola seque por completo.

Después encolamos los laterales largos y los clavamos a la base utilizando clavitos finos.

Fijamos los dos laterales largos de nuestra bandeja y dejamos los extremos cortos para el final.

En estos extremos, como irán colocadas las asas, hacemos un par de agujeros en el centro de la tabla con una broca especial para madera.

Una vez agujereados los laterales, los encolamos y clavamos a la bandeja.

Para darle un poco de color a la madera de pino, utilizamos un producto llamado nogalina que está formado por una especie de copos. Lo podéis encontrar en tiendas de pintura. Disolvemos media cucharadita de nogalina en un vaso de agua caliente y, utilizando una brocha, tintamos la bandeja con la mezcla. Cuando se haya secado, aplicamos un par de capas de barniz incoloro para proteger la madera y darle también un tono más dorado.

Una vez tengamos la bandeja barnizada, si queremos, podemos decorarla usando una plantilla, como hicimos nosotros. Como os comentaba al principio, esta plantilla nos la diseñó Montaña, una lectora del blog, y la podéis encontrar en su tienda on-line, Trastos en el Doblao. Nosotros queríamos solamente la palabra "breakfast", pero ella nos sugirió además la idea de los cubiertos y nos pareció genial, porque le dan un toque especial y más decorativo a la bandeja.

Este tipo de plantillas se suelen pintar con chalk paint utilizando un pincel con muy poca cantidad de pintura, pero nosotros preferimos utilizar pintura en aerosol, porque nos parecía más rápido y sencillo. Para ello, fijamos la palabra "breakfast" en el centro de la bandeja con un poco de washi tape y cubrimos el resto con plástico. Se seca muy rápido, en unos 5 minutos. Y pasado ese tiempo ya podemos proceder a pintar el tenedor y el cuchillo. 

Para definir mejor los bordes de las figuras, podemos repasarlos con un bastoncillo impregnado en aguarrás.

Y, por último, colocamos un trozo de cuerda a cada lado de la bandeja, a modo de asas. Es importante que la cuerda no sea demasiado gruesa para que el nudo no sobresalga por encima del borde.

Y ya tenemos lista la bandeja de desayuno totalmente personalizada a nuestro gusto. Ya veis que se puede hacer con pocos pasos y con materiales muy comunes.

A mí me ha gustado especialmente el tema de la nogalina para tintar la madera de pino. Es un material que no conocía y el resultado me ha parecido perfecto, le da un aspecto rústico muy bonito a la madera, resaltando su veta natural.

Y, por supuesto, la preciosa plantilla para decorarla, que llevábamos un tiempo pensando cómo hacer nosotros mismos (y eso nos echaba un poco para atrás), hasta que casualmente conocí a Montaña. Ahora ya puedo decir que he conseguido la bandeja de mis sueños.

Espero que os haya gustado nuestra nueva bandeja de desayuno y que os animéis a hacerla vosotros mismos si, como yo, no encontráis ninguna que sea 100% de vuestro gusto. Os aseguro que los desayunos en ella os sabrán todavía mejor.

¡Feliz domingo!