domingo, 28 de abril de 2013

Mis esmaltes favoritos de primavera (y mi maquillaje diario)

De vez en cuando me gusta hablaros sobre algún tema de belleza que me interesa, y esta vez quería comentaros cuáles son mis esmaltes favoritos para esta primavera/verano 2013 y de paso explicaros también qué productos forman parte de mi maquillaje diario. 

En esta época del año, para mis uñas, dejo un poco apartados los tonos granate, púrpura, beige, etc. para centrarme en tonos más alegres, como fucsias, corales o turquesas. Aunque también es cierto que muchos de estos colores (rojo, nude, azul marino...) los llevo durante todo el año sin importar en qué estación estemos.

- Muchi muchi de Essie es un tono rosa muy pálido que utilizo durante todo el año porque resulta perfecto para cualquier ocasión, sencillo y elegante. Ahora mismo es uno de mis imprescindibles.
- Tendresse de Chanel es el color que llevé en mi boda, un tono nude como el anterior, pero un poco más oscuro, más natural.
- Cute as a button de Essie es un coral rosado precioso, puede que mi favorito. En esta época del año es uno de los que más me apetece llevar.

- Fuchsia flame de Estée Lauder es un rosa fucsia intenso, totalmente veraniego. De entre todos los rosas, me quedo con él. 
- Pure red de Estée Lauder es un rojo puro, como indica su nombre, que nunca deja de estar de moda. Me acompaña todo el año.
- A roll in the hague de OPI es un naranja también muy intenso y brillante, como los dos anteriores. Me encanta porque me recuerda al look Mad Men de los años cincuenta.

- Light misty green de Kiko es un turquesa claro muy bonito. Cuando me lo pongo, siempre me preguntan por él. Me gusta mucho para esta época del año porque tiene el mismo color que el agua de mar.
- Go overboard de Essie es un turquesa muy oscuro que salió la primavera pasada, y me parece perfecto para las noches de verano. Me lo he puesto varias veces este invierno y el acabado que tiene es sensacional.
- Blue Rebel de Chanel es otro de los que llevo durante todo el año. Un azul marino muy denim que me gusta combinar con vaqueros.

Y de entre todos los colores que he seleccionado, los que más me hacen pensar en verano son el coral y el turquesa. Sólo con verlos, ya me imagino tumbada en la playa debajo de una sombrilla.

Dejando a un lado los esmaltes de uñas, os quería enseñar también cuáles son mis imprescindibles en lo que a maquillaje diario se refiere. Me gusta ir muy natural y utilizo sobre todo tonos rosados, que le van muy bien a mi color de piel (ya os comenté aquí lo blanca que soy).

- BB cream de Clarins 01: a diario no uso base de maquillaje, así que esta BB cream me resulta perfecta para unificar el tono de mi piel y disimular imperfecciones, pero dejando un aspecto totalmente natural. Eso sí, debajo siempre me pongo mi crema hidratante de Avène.
- Hello flawless de Benefit, tono beige: estos polvos compactos los uso únicamente cuando quiero más cobertura o para retoques a lo largo del día.
- Polvos de sol de Chanel: los uso básicamente como colorete y a veces para dar un poco de color a mi piel.
- Colorete de Bourjois, tono rose frisson: me gusta mucho el tono sonrosado que da a las mejillas, muy natural para mi tono de piel.

- Touche Éclat de Yves Saint Laurent, tono 1: es el corrector por excelencia, llevo años usándolo. Es muy cómodo de aplicar y cubre a la perfección.
- Máscara blackstar de by Terry: la mejor máscara de pestañas que he probado hasta la fecha.
- Perfilador de ojos Infalible de L'Oreal, color negro: resiste bien prácticamente todo el día y resulta muy práctico porque no se tiene que afilar.

Para las sombras de ojos suelo utilizar siempre un marrón claro para dar profundidad a la mirada y varios tonos de rosa para iluminar. Estas sombras las tengo desde hace bastante, la paleta es de Lancôme y las otras dos son de Max Factor.

Y para los labios utilizo sobre todo estos dos tonos: My treat de Benefit, que es un tono medio de rosa, ni muy claro, ni muy fuerte; y Coral crush de Maybelline, un coral precioso que, aunque en la barra parezca oscuro, deja un color de labios muy natural. Lo tengo desde hace unos meses y ya se ha convertido en mi favorito absoluto.

En cuestión de belleza me encanta que me recomienden nuevos productos, así que espero vuestras sugerencias para decidir las próximas adquisiciones.

¡Feliz domingo!

domingo, 21 de abril de 2013

Desayuno saludable con pan casero rápido

Hoy quería enseñaros este desayuno saludable que preparamos en casa el fin de semana pasado, con el añadido de que hicimos nuestro propio pan casero. Y digo saludable, porque lleva todo lo que se recomienda para un desayuno sano y completo (esta vez nada de bacon, tortitas, muffins y demás, lo siento): pan y cereales, lácteos (yogur, leche, queso), proteínas (huevos, frutos secos), té y mucha fruta (en forma de batido, en el yogur, en las tostas).


La receta de este pan rápido crujiente la saqué de aquí. Lleva levadura seca activa, pero como no tenía, la sustituí por levadura en polvo (Royal). La miga queda con menos aire pero el pan está buenísimo igualmente. Esta receta da para una hogaza pequeña, de unos 20 cm. de diámetro, se tarda menos de 2 horas en tenerlo listo y no da nada de trabajo. Mientras esperas que la masa aumente de tamaño puedes ir preparando el resto del desayuno.

Ingredientes para el pan:

- 500 gr. de harina
- 370 ml. de agua tibia
- 1 cucharada de miel
- 1 cucharadita y media de levadura en polvo
- 1 cucharadita de sal


1. Disolvemos la miel en el agua tibia. Tamizamos la harina junto con la levadura en un bol grande. Hacemos un hueco en el centro y añadimos el agua con la miel ya disuelta. Mezclamos con la ayuda de un tenedor y añadimos la sal. La masa estará blanda y pegajosa, pero está bien. Espolvoreamos con harina por encima, lo tapamos con film y dejamos reposar al menos una hora en un lugar caliente.

2. Mientras tanto, precalentamos el horno a 220º y colocamos sobre la bandeja un papel vegetal cubierto de harina. Cuando la masa doble su tamaño, hacemos una bola, la colocamos sobre la bandeja de horno y la espolvoreamos con un poco de harina.

3. Lo horneamos durante 15-20 minutos. Después bajamos la temperatura a 160º y horneamos otros 15-20 minutos.

4. Lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar sobre una rejilla al menos 15 minutos antes de cortarlo. El pan tendrá la corteza crujiente y la miga blandita.

Yo lo corté en rebanadas y las metí al horno 10 minutos para tostarlas.

Después acompañamos las tostas con unas láminas de queso tierno, aguacate, nueces y un chorrito de aceite de oliva. Riquísimas.

También preparamos huevos pasados por agua y un bol para cada uno con yogur griego, miel, muesli casero y fresas.

Para hacer el muesli utilizamos únicamente avena, copos de trigo, nueces y almendras picadas.


Para beber, preparamos té con limón y un batido de fresas, mango y ciruelas (para 1 litro de batido: 20 fresas, 1 mango, 4 ciruelas rojas, 200 ml. de leche y 3-4 cucharadas de azúcar). Si queréis algo más sencillo y ligero, podéis sustituirlo simplemente por zumo de naranja. 





Además del pan casero que preparamos, compramos pan de molde con cereales.

El Chico Pecoso prefirió que sus tostas fueran de jamón serrano y tomate rallado (muy mediterráneo).





Como veis un desayuno completo, adaptable a todo tipo de gustos y, desde luego, muy sano. Para empezar el día con  mucha energía.

¡Feliz domingo!

domingo, 14 de abril de 2013

Pastel de chocolate y Maltesers

El fin de semana pasado preparé este riquísimo pastel de chocolate y Maltesers para el Chico Pecoso por su cumpleaños. Él quería que tuviera mucho chocolate así que preparé dos capas de bizcocho devil's food cake (un clásico de la repostería americana), con relleno y cobertura de trufa, y adornado con Maltesers, que le chiflan. Os aseguro que es una decoración muy fácil de hacer y queda genial (yo la vi aquí). 

La receta del devil's food cake la saqué de la web de Martha Stewart, pero he pasado todos los ingredientes a gramos para que os resulte más sencillo prepararla.

Bizcocho de chocolate:

- 340 gr. de mantequilla
- 75 gr. de cacao
- 170 ml. de agua caliente
- 140 gr. de crema agria (yo usé crème fraîche en su lugar)
- 385 gr. de harina
- 1 cucharadita de bicarbonato sódico
- 1/2 cucharadita de sal
- 450 gr. de azúcar
- 4 huevos
- 1 cucharada de esencia de vainilla

Precalentamos el horno a 175º y engrasamos dos moldes redondos de 23 cm. (yo usé moldes de 20 cm. para que me cupieran en el pie de tarta, así que me sobró un poco de mezcla). Mezclamos el cacao en el agua caliente hasta que se haya disuelto, luego lo mezclamos con la crema agria y dejamos que se enfríe. En un bol aparte tamizamos la harina junto con el bicarbonato y la sal, y reservamos.

Luego batimos a velocidad media la mantequilla junto con el azúcar hasta que quede ligera y cremosa. Añadimos los huevos uno a uno, batiendo bien después de cada adición. Añadimos la vainilla y bajamos la velocidad. Entonces incorporamos la harina alternándola con el cacao en dos veces, empezando y terminando con harina.

Cuando se haya mezclado bien, vertemos la mezcla en los dos moldes y alisamos la parte superior con una espátula. Los horneamos unos 50 minutos, hasta que al pincharlos con un palillo, éste salga limpio. Y los dejamos enfriar dentro del molde sobre una rejilla unos 15 minutos. Pasado este tiempo los desmoldamos y dejamos que se enfríen completamente sobre la rejilla. Después, con un cuchillo, los nivelamos antes de rellenarlos.


Relleno de trufa:

- 500 gr. de nata para montar
- 200 gr. de chocolate negro (yo usé semidulce, con un 56% de cacao)
- 50 gr. de azúcar

Ponemos la nata en un cazo a fuego medio junto con el azúcar. Cuando empiece a calentarse, echamos el chocolate en trozos y vamos removiendo hasta que esté completamente derretido. Cuando la mezcla sea homogénea, la retiramos del fuego, la cambiamos a un bol grande y dejamos que se enfríe. La refrigeramos al menos 12 horas en la nevera. Pasado este tiempo, ya podemos montar la trufa con las varillas hasta que veamos que aumenta de volumen y tiene una textura cremosa pero consistente.

Rellenamos los bizcochos, que previamente habíamos nivelado, con una generosa capa de trufa.


Luego cubrimos la parte superior del pastel y los laterales con más trufa y alisamos la superficie con la ayuda de una espátula.

Entonces empezamos a cubrir toda la superficie del pastel con los Maltesers. Yo necesité unos 700 gr. de Maltesers para cubrir todo el pastel.

Y en un momento ya tenemos nuestro pastel de chocolate y Maltesers listo para disfrutar.

Os recomiendo que lo refrigeréis al menos media hora antes de servir, para que la trufa coja algo más de cuerpo y os resulte más fácil de cortar.

Creo que es un pastel perfecto para sorprender a los amantes del chocolate con esta triple ración: jugoso bizcocho, cremosa trufa y crujientes Maltesers. ¿Quién puede resistirse?

Por cierto, aunque lo anuncié el jueves en Facebook, aprovecho para deciros que ya podéis seguir mi día a día en Instagram: @lachicadelacasadecaramelo. He empezado a usarlo hace muy poquito y, ¡me encanta!

¡Feliz domingo a todos!

domingo, 7 de abril de 2013

Cómo hacer jarrones con botellas pintadas

La semana pasada hice estos coloridos jarrones pintando algunas botellas por dentro, para darle un aire más primaveral a nuestro comedor. Es una idea muy sencilla, que vi hace tiempo en la web de Martha Stewart, y con la que podemos aprovechar todas esas botellas de vidrio transparente que tenemos en casa. Os explico cómo, paso a paso.

Lo primero que debemos hacer es reunir unas cuantas botellas o tarros transparentes y decidir de qué colores las queremos pintar. Puede ser un solo color que vaya en degradado hacia el blanco, como en el caso de Martha Stewart, o un degradado entre varios colores, como he hecho yo (quería que las botellas tuvieran los tonos del atardecer, así que van desde el amarillo hasta el morado, como en esta foto de una puesta de sol).

El siguiente paso es ir mezclando colores para conseguir los tonos deseados. Yo utilicé témperas, aunque también se puede usar pintura de pared, si lo preferís. Diluimos la pintura con un poquito de agua para que fluya mejor dentro de la botella (pero no demasiado o no cubrirá bien), y la absorbemos con una jeringuilla grande (la podéis comprar en cualquier Farmacia).

A continuación, vertemos toda la pintura dentro de la botella con la ayuda de la jeringuilla. Las botellas grandes necesitan entre 80 y 100 ml. de pintura para cubrirlas cómodamente (luego se desecha el excedente).

Y vamos moviendo la botella para que la pintura fluya y vaya cubriendo todos los rincones.

Una vez cubiertas, dejamos las botellas boca abajo varias horas escurriendo toda la pintura sobrante, puede ser dentro de un fregadero o sobre papel absorbente. 

Pasado ese tiempo, les damos la vuelta, limpiamos el exceso de pintura del borde y las dejamos secar del todo (a mí me tardaron un par de días).

Al utilizar témperas al agua, no podemos llenar nuestras botellas de agua o se irá la pintura. Es necesario utilizar unos tubitos de plástico (podéis encontrarlos en floristerías) y meter ahí las flores con las que queramos adornar los nuevos jarrones.

Hay de distintos tamaños (el de la foto es de los grandes) y llevan una tapa de goma con un agujero que se ajusta al tallo de las flores; de esta forma, al estirar de la flor, sale también el tubito. En algunas botellas, el tubo se ajustaba perfectamente al diámetro del cuello (no se colaba hacia abajo), así que le quité la tapa.

Para decorar las botellas utilicé paniculata, margaritas blancas y fresias amarillas, todas con un aspecto silvestre que me encanta.



Ya veis qué fácil es dar un nuevo aire a nuestra casa con esta sencilla manualidad que, por cierto, también puede ser un bonito regalo para el Día de la Madre.

¡Feliz domingo!