domingo, 14 de febrero de 2016

Tarta Selva Negra

La tarta Selva Negra (Schwarzwälder Kirschtorte, en alemán) es un clásico de la repostería alemana, que ya probamos en nuestra visita a la Selva Negra, durante el viaje que hicimos a Alsacia. Es una tarta riquísima y muy sencilla, y me apetecía prepararla en versión mini para el Chico Pecoso y para mí, aprovechando esta semana de San Valentín.

Para hacer esta Selva Negra utilicé la receta que publicó Raúl García (del blog Contigo en la playa) en Megasilvita, y que es la receta clásica de una Selva Negra: bizcocho genovés de chocolate relleno de chantilly y cerezas al Kirsch. Su receta es para una tarta estándar de unos 20 cm. de diámetro, pero yo la hice con la mitad de las cantidades para una tarta más pequeñita.

Ingredientes: (para un molde de 12 cm.)

Para el bizcocho:
-  3 huevos
- 90 gr. de azúcar
- 70 gr. de harina
- 1/2 cucharadita de extracto de vainilla
- 20 gr. de cacao puro en polvo

Para la crema chantilly:
- 250 ml. de nata para montar muy fría
- 30 gr. de azúcar glas
- 1/2 cucharadita de extracto de vainilla

Para el licor de cerezas: (aquí no reduje las cantidades, porque quería que llevara muchas cerezas y prefería que me sobraran antes que quedarme corta)
- 10 cerezas
- 50 ml. de licor Kirsch 
- 50 gr. de azúcar
- 50 ml. de agua

Para decorar:
- 8 cerezas
- Virutas de chocolate negro

Primero cortamos y deshuesamos las cerezas que vayamos a utilizar para el relleno. Y las dejamos macerando en el licor Kirsch durante un par de horas.

Precalentamos el horno a 170º. Separamos las yemas de las claras y montamos estas últimas a punto de nieve. En otro recipiente, batimos muy bien las yemas con el azúcar y el extracto de vainilla (es importante que entre aire porque este tipo de bizcocho no lleva levadura). A continuación, incorporamos las claras con movimientos envolventes para que no se bajen. Tamizamos la harina con el cacao y lo incorporamos a la mezcla poco a poco, mezclándolo con cuidado y con movimientos envolventes. 

Forramos nuestro molde de tarta con papel vegetal y vertemos dentro la mezcla. Horneamos durante 25 minutos o hasta que al pinchar con un palito, éste salga limpio.

Pasado este tiempo, sacamos el bizcocho del horno y lo dejamos enfriar completamente sobre una rejilla. Mientras se enfría, preparamos el almíbar. Escurrimos las cerezas y las reservamos. Después ponemos en un cazo a fuego lento el licor macerado, el agua y el azúcar, hasta conseguir un almíbar ligero. Lo retiramos del fuego y dejamos que se enfríe.

Igualamos el bizcocho (cortando la parte superior, si sobresale) y lo cortamos en tres capas iguales con la ayuda de una lira. Una vez se haya enfriado el almíbar, bañamos las tres capas con él hasta que queden bien empapadas.

Montamos la nata con el azúcar y la vainilla hasta que tenga una consistencia firme y comenzamos a montar la tarta. Ponemos una base de bizcocho de chocolate y extendemos encima una buena capa de chantilly.

A continuación, colocamos las cerezas en licor repartidas por toda la tarta (como mi tarta era pequeña las puse en cuartos, pero si la tarta es grande las podéis poner en mitades). Y repetimos con la siguiente capa de bizcocho.

Para finalizar, decoramos la tarta haciendo montículos de nata con ayuda de una manga pastelera, colocamos encima las cerezas enteras y rellenamos el centro de la tarta con virutas de chocolate negro (en este post os expliqué cómo podéis hacerlas).

Y ya tenemos nuestra Selva Negra lista para disfrutar de postre o junto al té de la tarde, como hicimos nosotros.

Esta  tarta tiene una combinación de sabores espectacular. No es de extrañar que se haya convertido en un clásico. El bizcocho tiene un intenso sabor a chocolate y resulta muy jugoso gracias al almíbar de cerezas. Y el delicado relleno de chantilly y cerezas al Kirsch es una delicia.

El pie de tarta que escogí para servirla es de My Home Style y las tazas de té (que ya me habéis visto muchas veces) son de Zara Home, al igual que el precioso mantel rosa, que fue un regalo de mi amiga Macarena.

Si nunca habéis intentado hacer una Selva Negra, os animo a que la preparéis, porque es facilísima y estoy segura de que os encantará. Ya sea en versión mini (como la mía) o en versión normal para toda la familia.

¡Feliz domingo!