miércoles, 28 de octubre de 2009

Dance me to the end of love - Madeleine Peyroux

"Dance me to the end of love" es una canción compuesta en 1984 por el cantante Leonard Cohen e interpretada por él mismo por primera vez en el álbum "Various Positions". Aunque parezca una canción de amor, Cohen explicó que estaba inspirada en el Holocausto:
"La canción vino simplemente de oír o leer o saber que en los Campos de Exterminio, antes de la cremación, en algunos de ellos, un cuarteto de cuerda era obligado a actuar mientras sucedía ese horror, gente cuyo destino también fue ese horror. Y ellos estarían tocando música clásica mientras sus compañeros prisioneros estaban siendo asesinados y quemados".

La canción ha sido versionada en varias ocasiones, una de ellas para la película "Días Extraños" (1995), protagonizada por Ralph Fiennes y Juliette Lewis. La versión que pongo aquí está interpretada por la cantante de jazz Madeleine Peyroux y forma parte de su álbum "Careless love" (2004). Triste, pero preciosa.

                                   

domingo, 25 de octubre de 2009

Tomar el té en Londres

En mi último viaje a Londres, en diciembre del año pasado, pude disfrutar junto a mi hermana de una experiencia divertida, exquisita y un poquito lujosa (todo hay que decirlo), tomar el té en un hotel de 5 estrellas, The Lanesborough.



Nos apetecía hacer algo puramente inglés y siendo nosotras unas apasionadas del té y los dulces, no nos pudimos resistir. Después de mirar las muchas opciones que ofrece la capital inglesa, nos decidimos por el hotel Lanesborough, que había ganado ese mismo año el premio al mejor "Afternoon Tea" de Londres. Es imprescindible reservar con varias semanas de antelación, el precio es de 35 libras por persona y el vestuario es smart casual, es decir, arreglado pero informal. Esto último era importante para nosotras porque no queríamos tener que vestir de etiqueta, como exigen en The Ritz.

En la imagen de la derecha podéis ver el salón dónde nos sirvieron el té acompañado por la música en directo de un pianista. Los camareros y demás empleados del hotel fueron realmente amables (y eso que uno de ellos tuvo que repetirnos una frase un poquito larga como tres veces antes de que le entendiéramos...).

Estuvimos toda la mañana de compras por la ciudad y, después de comer algo y cargadas con unas cuantas bolsas, llegamos a The Lanesborough sobre las 4 de la tarde. Una vez allí, en la recepción te guardan todas las bolsas y los abrigos. Te acompañan a tu mesa y te muestran el menú del Afternoon Tea que podéis consultar aquí. Puedes elegir el menú normal (como nosotras) o la versión Belgravia Tea, que cuesta 43 libras por persona e incluye una copa de champagne y fresas con nata.

También tienes que elegir el tipo de té que quieres. Yo me decanté por el Cinnamon Star, que llevaba canela y rosas. Riquísimo.

A la izquierda podéis ver lo que nos sirvieron acompañando el té. En el piso de abajo había sandwiches, brioches y tartaletas saladas, de pepino, jamón,  queso, salmón... En el piso del medio había scones (bollitos para untar) y bizcochos variados. Y en el último piso había un pastel a base de mousse de frambuesa, otro de caramelo y un macaron (ya os hablé de ellos aquí).

Todo esto acompañado de mermelada de fresa casera, clotted cream (una nata muy fina y de sabor especial) y lemon curd (una suave crema de limón).

Nosotras lo probamos todo pero nos fue imposible terminarnos los platos. Además, cuando terminas el plato de los sandwiches, te ofrecen ponerte más antes de pasar a los dulces, pero nosotras tuvimos que decir que no. La tetera también te la rellenan tantas veces como quieras. Así que, aunque el precio es elevado, puedes amortizarlo tomando una copiosa merienda.  

Si alguno de vosotros tiene planeada una visita a Londres le recomiendo que vaya una tarde a tomar el té, ya sea en un espectacular hotel o en un sencillo salón de té. Los tés ingleses son una delicia y sus dulces, una maravilla. Mis favoritos: los scones con clotted cream y mermelada de fresa. Mirad la foto... mmhhh.


Esta foto tan apetecible es del blog ¿Te quedas a cenar?. Ahí podéis encontrar más información sobre los dulces ingleses.

domingo, 18 de octubre de 2009

Caprichos para la hora del baño

Algunos seguramente ya conozcáis la firma de cosméticos Lush con productos frescos hechos a mano a base de frutas, verduras y aceites esenciales. Tiene fundamentalmente productos para el baño, como bombas, burbujas, jabones... y sus diseños son muy originales.

Yo conocí sus productos hace tiempo gracias a Internet, aunque nunca los había probado porque en Valencia no hay ninguna tienda Lush, solamente en Madrid, Barcelona, Santander y Málaga (también puedes solicitar sus productos por correo). Pero este verano, paseando por Roma, tuve la suerte de toparme con una de sus tiendas y entré a echar un vistazo. La dependienta, muy amable, me estuvo enseñando muchos de los productos y explicándome sus funciones. Al final me llevé dos bombas de baño (Sakura y Sex Bomb), una gelatina de ducha (Joy of Jelly) y una barrita de masaje (Colmena), que veréis más abajo.


   Bombas de baño


Las bombas para el baño suelen costar entre 4 y 5 euros, pero de vez en cuando vale la pena darse un capricho y relajarse con un buen baño caliente lleno de exóticos aromas. Las tres bombas de arriba son: Sex Bomb, a base de jazmín, salvia e ylang ylang; Agua-cate, con aceite de oliva y de bergamota, aguacate y limón; y Sakura, un capricho japonés compuesto por jazmín, azahar, limón y gardenia.


Jabones

Los jabones normalmente vienen en bloques grandes y se compran al peso en trozos cortados a mano de unos 100 gramos aproximadamente. Algunos parecen trozos de tarta y ¡hasta dan ganas de comérselos! Los hay de coco, chocolate, pistachos, vainilla, menta, kiwi, café, grosellas... y un montón de aromas más.


Aceites y burbujas

El primero de los tres productos, que tiene forma de magdalena, es un aceite de baño llamado Isla Flotante, que contiene manteca de cacao,  aceite de almendras y sándalo, para hidratar y suavizar tu piel. Los otros dos son barritas de burbujas que llenarán tu bañera de espuma y deliciosas fragancias. El rosa se llama Dulcinea y lleva vainilla, aceite de almentras y manteca de cacao. El otro es uno de los más famosos productos Lush y se llama Mamá, lleva cacao en polvo, aceite de naranja y de bergamota.

Otros productos 


Lush también cuenta con barritas de masajes, que son aceites de masaje en forma sólida que se deshacen en contacto con la piel, como la Colmena que aparece en la primera imagen. a base de miel y chocolate blanco. La imagen del centro es un champú solído, que no necesita conservantes ni empaquetado, por lo que resulta más ecológico. Este se llama Oceánico y está formado por algas, sal marina, limón, jazmín y azahar. La imagen de la derecha es una gelatina de ducha, que yo uso como jabón de manos. Tiene una textura muy original, se llama Joy of Jelly y lleva jazmín, rosas e ylang ylang.

La hora del baño puede ser un buen momento para mimarse. No dudéis en daros un capricho y elegid entre los muchos productos Lush el que más se aproxime a vuestros gustos.

viernes, 9 de octubre de 2009

El relato más corto del mundo

El emigrante:

-¿Olvida usted algo? 
- Ojalá.
Este relato de tan sólo 4 palabras es obra del escritor mexicano Luis Felipe G. Lomelí y está considerado el relato más corto en lengua española. Se publicó en 2005 y, hasta ese momento, el título de relato más corto lo ostentaba "El dinosaurio", del escritor guatemalteco Augusto Monterroso, compuesto por las siguientes 7 palabras: 

"Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí."

El primero es reflexivo, nostálgico, doloroso y apasionado. El segundo es imaginativo, alegórico, cinematográfico y kafkiano.  Ambos son relatos concentrados al máximo que ponen a prueba nuestras maneras rutinarias de leer.

domingo, 4 de octubre de 2009

Mi gran noche - Raphael

"Mi gran noche" es una canción que popularizó el cantante Raphael en la década de los sesenta. Su letra es pegadiza y su música invita a bailar desde el primer segundo. Si alguna noche habéis pensado: "¿Qué pasará? ¿Qué misterio habrá? Puede ser mi gran noche...", este puede ser vuestro himno para los fines de semana. Una curiosidad es que el grupo Fangoria realizó una versión de este tema en 1998.

Para los que no conocíais la época ye-yé de Raphael, aquí tenéis una muestra. Uno de sus mayores éxitos en aquel momento.


                                        

jueves, 1 de octubre de 2009

Piruletas de hojaldre

La semana pasada probé a hacer dos nuevas recetas de repostería: unas galletas, que ya publicaré más adelante, y estas piruletas de hojaldre. Las hice para llevárselas a la Chica Valiente, que se ha hecho un esguince y la pobre tiene que hacer reposo... Pero ella puede con eso y con mucho más, ¡por algo es la Chica Valiente! Es posible que dentro de unos días le quiten la escayola por fin, así que... ¡ánimo, guapa, que no te queda nada! Esta receta es para ti.

Ingredientes y 
utensilios: 
  • Masa de hojaldre
  • Nutella
  • Pistachos
  • Palos de madera
  • Costapastas redondo
Preparación:
  • Pelar y picar los pistachos.
  • Mezclar los pistachos con la Nutella.
  • Precalentar el horno a 190º.
  • Amasar el hojaldre con la ayuda de un rodillo sobre una superficie enharinada, dejando una fina capa de masa. 
  • Cortar la masa en círculos con el cortapastas. También puedes probar a hacer otras formas como corazones o estrellas, pero posiblemente te quedará menos espacio en el centro para el relleno.
  • Poner una lámina de papel vegetal sobre la bandeja del horno y colocar los círculos de hojaldre.
  • Pegar un palo de madera a cada cícurlo y rellenarlo con la crema de Nutella y pistachos.
  • Colocar otro círculo encima y sellar los bordes con ayuda de un palo o tenedor.
  • Untar la parte superior de las piruletas con clara de huevo batida para que brillen.
  • Hornear a 190º durante 20 minutos aproximadamente, hasta que se empiecen a dorar.
  • Dejar enfriar antes de servir.
Las piruletas están inspiradas en esta receta y también se pueden rellenar de mermeladas y trozos de frutas. Los palos de madera que he utilizado son los que se venden para brochetas. 

Este postre se puede guardar en la nevera y se conserva muy bien, aunque a mí me gusta más comer las piruletas cuando el chocolate todavía está caliente.